Este lunes 27 de noviembre se conmemoraron los 40 años del acto en el Obelisco que marcó el punto más alto de unidad, política y social, contra la dictadura fascista y en el reclamo de democracia y libertad.
Los partidos políticos uruguayos convocaron a un acto en el mismo lugar donde hace 40 años se concentró una multitud de más de 400 mil personas, reflejado para la historia en una foto de José Pla, que ocupó toda la contratapa del semanario Aquí y que llevó por título: Un río de libertad.
Convocaron al acto el Frente Amplio, el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente, el Partido de la Gente y la Unión Cívica.
El escenario se ubicó, como hace 40 años, mirando hacia el Parque Batlle, en la primera fila estuvieron los ex presidentes José Mujica y Julio María Sanguinetti, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón, el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, varios pre candidatos y precandidatas presidenciales, como la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, el intendente de Canelones Yamandú Orsi, el senador Mario Bergara, del FA; Laura Raffo y Álvaro Delgado, del Partido Nacional. También se hicieron presentes ministras y ministros y legisladores y legisladoras de los partidos convocantes También fueron invitados dirigentes y militantes sindicales y estudiantiles que estuvieron hace 40 años en el Obelisco. Condujeron el acto los periodistas Magdalena Prado y Emiliano Cotelo.
Durante el acto se proyectó un video recordando lo vivido hace 40 años, la multitud concentrada, las canciones que se emitieron, en particular la del conjunto español Jarcha “Libertad sin ira” y extensos pasajes de la proclama leída por el actor de la Comedia Nacional, Alberto Candeau.
El camino hacia el Obelisco
El acto en el Obelisco no se produjo por generación espontánea. La resistencia popular a la dictadura fascista comenzó el mismo día del golpe de Estado con la Huelga General. Se continúo con el triunfo de la FEUU, ilegalizada, en las elecciones universitarias de 1973. Con la reafiliación masiva a los sindicatos clandestinos de la CNT el mismo año. Tuvo un momento que marcó todo el proceso de lucha con la derrota de la Constitución fascista en el Plebiscito de 1980, también precedido por un gran 1° de Mayo, como el Obelisco en 1983, aunque sin acto público. Registró otro mojón importante en las elecciones internas de los partidos autorizados por la dictadura, con el triunfo de las opciones democráticas y los 90 mil votos en blanco reivindicando la legalización del Frente Amplio. Siempre hubo luchas: las denuncias sobre la tortura y las y los desaparecidos, la recolección de firmas contra el examen de ingreso en la UDELAR y contra la ley que buscaba terminar con las cooperativas de vivienda, son solo algunos ejemplos. El mismo año 1983 fue una muestra del despliegue de la lucha popular y de la acumulación de fuerzas. Comenzó con negociaciones para “una salida” entre la dictadura fascista y los partidos “autorizados”, con la exclusión expresa del Frente Amplio, que seguía ilegalizado y de los sectores sociales, en especial del movimiento sindical. El 1° de Mayo de 1983, con 300 mil personas en la calle, convocado con las consignas: Libertad, trabajo, salario y amnistía, tuvo un impacto sísmico en la situación política en un triple sentido: demostró que no se podía excluir al movimiento sindical y social de la salida hacia la democracia, colocó el tema la libertad para las y los miles de presos políticos, al margen de las conversaciones en el Parque Hotel entre los partidos autorizados y los militares fascistas, como un reclamo central y marcó que la recuperación de la democracia se iba a dar con el pueblo movilizado y no solo con negociaciones entre cuatro paredes. En junio se produjo la detención y brutal tortura de más de 20 militantes estudiantiles y de la UJC, fundamentalmente de la Facultad de Medicina, que habían participado del 1° de Mayo y protagonizado manifestaciones relámpago condenando el 10° aniversario del golpe de Estado. El 9 de noviembre se convocó a una movilización por 18 de Julio que brutalmente reprimida y en la que hubo cientos de detenidos y heridos. Así se llegó al acto del Obelisco, que fue bastante más que la ocurrencia genial de un grupo reducido de dirigentes, que también lo fue, claro. El Obelisco fue una gran muestra de unidad democrática y su amplitud fue enorme, la más grande jamás lograda y esto es mérito de los partidos políticos que convocaron, de los sectores sociales que estuvieron, en particular el movimiento sindical, estudiantil y cooperativo, aunque también saludó la Federación Rural y hay que recordarlo. Pero también hay que recordar que por primera vez estuvo en la calle la bandera prohibida del Frente Amplio.
La nueva proclama
En el acto celebrado este lunes, 40 años después, representantes de las juventudes de los partidos convocantes se alternaron en la lectura de una proclama consensuada.
En sus pasajes fundamentales expresó: “Nos reunimos hoy los representantes de los partidos políticos, nuevamente al pie del Obelisco, para conmemorar aquel histórico acto que tuvo lugar hace exactamente 40 años, en un día como hoy, bajo la consigna de “un Uruguay democrático, sin exclusiones”. Ese día los uruguayos formamos un verdadero “rio de libertad” en una demostración imponente en reclamo de democracia y libertad.
Ese día laudamos por la vía de la expresión ciudadana y popular, pacífica y enérgica, que el oscuro período dictatorial producto de la resistencia ciudadana tenía sus días contados y que se avanzaba ya definitivamente y sin retorno hacia la recuperación democrática.
La proclama, redactada por los doctores Enrique Tarigo y Gonzalo Aguirre en base a los aportes de representantes de los partidos políticos, y magníficamente expresada a través de la inolvidable voz de Alberto Candeau, definió que en el siguiente año habría de producirse el proceso electoral que llevaría a nuestro país a la recuperación de la democracia, el pluralismo, la libertad y la tolerancia.
Como se establecía en aquel mensaje, un año después nuestro país votaba en noviembre de 1984, para elegir a sus representantes y comenzar el camino que dejaría definitivamente atrás una década de dictadura, autoritarismo y violaciones a los derechos humanos perpetradas por parte del Estado. (…)
Corresponde el merecido homenaje a las ciudadanas y los ciudadanos de los diferentes partidos y organizaciones sociales que dieron su esfuerzo y su compromiso, asumiendo los graves riesgos que, sin duda existían, para transitar ese arduo pero muy firme camino de la recuperación democrática.
Desde el inolvidable pronunciamiento del plebiscito de 1980, cerrando el paso a un proyecto constitucional autoritario y limitativo de las libertades públicas, hasta el acto que hoy conmemoramos, pasando por el contundente pronunciamiento electoral de 1982, y las sucesivas movilizaciones populares que se extendieron de manera creciente durante aquel año 1983.
Pero también es tiempo de rendir homenaje a todos los representantes y dirigentes de los partidos políticos que, desde el retorno a la democracia, aportaron cada uno desde su trinchera y desde sus propias convicciones, para construir esta convivencia democrática de la que hoy disfrutamos todos los uruguayos. (…)
Ha habido instancias plebiscitarias y se han sucedido gobiernos de diferente signo, pero jamás se ha puesto en duda que es la democracia el sistema y el conjunto de reglas de juego en donde deben dirimirse las diferencias por más agudas que sean.
Hemos honrado la memoria de nuestro héroe nacional, José Artigas, al decir con su estatura de estadista: “Nuestra autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”. (…)
Hoy, 40 años después, y justo en el momento en que comienza un nuevo período electoral, otra vez como siempre, el pueblo emitirá su pronunciamiento en las urnas. se elegirá dentro de un año al próximo gobierno nacional y luego a sus gobiernos departamentales y locales. ratificamos con la mayor convicción nuestro apego a las más profundas convicciones democráticas. (…)
En tal sentido, destacamos la reciente jornada llevada a cabo en el parlamento nacional el pasado 27 de junio, cuando todo el sistema político unido y en conjunto recordó el 50 aniversario del golpe de estado, ratificando su convicción de que “nunca más” habrá dictadura en nuestro país. (…)
Igual que en aquel 27 de noviembre de hace 40 años, terminamos esta proclama con aquellas palabras finales de aquel entonces: “Diciendo bien alto y todos juntos, para que nuestro grito rasgue el firmamento y resuene de un confín a otro del terruño. viva la patria, viva la libertad, viva la república, viva la democracia”.
Foto de portada:
Acto en conmemoración de los 40 años del Acto del Obelisco del 27 de Noviembre de 1983, en el Obelisco de Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.