Gonzalo Perera falleció el 1 de setiembre de un paro cardíaco en La Paloma, Rocha, donde residía.

Es muy difícil encarar la salida de EL POPULAR asumiendo que físicamente nuestro querido compañero Gonzalo no estará con nosotros.

Hay que hacer un gran esfuerzo para asumir que la contratapa no será, como desde hace más de 10 años, el escenario para que Gonzalo desarrolle su sensibilidad, su conocimiento profundo, su claridad ideológica, su compromiso social y político y su gran capacidad de transmitir todo eso en palabras y hacerlo con belleza y estilo.

Y siendo esto muy importante, está muy lejos de ser todo lo que fue, es y será Gonzalo para EL POPULAR y para todas y todos los que lo conocimos y aprendimos con él.

Lo que sigue es un conmovida tentativa de reflejar en palabras, porque eso hacemos, una pequeña parte de todo lo que fue Gonzalo.

Gonzalo tenía 57 años, nació el 15 de setiembre de 1966, en su querido departamento de Rocha, del que hablaba con inmenso cariño, con un enorme sentido de pertenencia, varias veces dio testimonio de eso en las contratapas de EL POPULAR. 

Gonzalo fue un gran universitario y un destacado científico, de primer nivel. Era Doctor en Matemática de la UDELAR y se especializó en Probabilidad y Estadística, docente titular Grado 5 de Matemática en la Facultad de Ingeniería. También fue docente del Centro de Matemáticas de la Facultad de Ciencias. Dirigió el Laboratorio de Probabilidad y Estadística y el Instituto de Matemática y Estadística Rafael Laguardia. Fue director del CURE, con sede en Rocha. Tuvo una destacada participación en el cogobierno de la UDELAR.

Como bien recuerda la Facultad de Ingeniería en la nota que publicó ante su fallecimiento: “Tuvo una destacada vocación por la relación entre el estudio académico y la solución de problemas sociales que se tradujo en la creación de múltiples grupos interdisciplinarios: ARTES – Análisis de Redes, Tráfico y Estadística de Servicios; LPE – Laboratorio de Probabilidad y Estadística; PDU – MAREN (Modelización y Análisis de Recursos Naturales) – luego convertido en Departamento Académico MEDIA (Modelización Estadística de Datos e Inteligencia Artificial), con docentes en Rocha y Treinta y Tres.

Tuvo un destacado compromiso con la construcción institucional universitaria y de políticas nacionales. Se desempeñó como Consejero de la Facultad, a la vez, fue un gran divulgador y escribió varios libros dirigidos a un público amplio: Malditos números: mi vivencia de la matemática (2009), Banda ancha para todos (2010), Probabilidad y estadística (2011) y Matemiedos en familia (2012). Sus principales áreas de trabajo fueron la estadística no paramétrica, la estadística de procesos estocásticos, el análisis estadístico de eventos extremos, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático”.

Recibió varios premios por sus trabajos e investigaciones, entre ellos el de la Academia Nacional de Veterinaria, por sus investigaciones sobre hidatidosis y el Roberto Caldeyro Barcia, por su trayectoria y aportes en ciencias básicas y otras disciplinas. Fue docente invitado en numerosas Universidades de América Latina y Europa.

La importancia y el impacto de esa trayectoria y esos aportes, impregnados siempre de su humanismo, se marcaron con claridad en vida de Gonzalo, pero también en las numerosas muestras de dolor de la UDELAR, la Facultad de Ingeniería y decenas de catedráticos, catedráticas, investigadores y estudiantes que se hicieron presentes, conmovidos, en su velatorio. Entre ellos destacó la presencia del ex rector de la UDELAR, matemático como él, Roberto Markarian.

Gonzalo fue un militante político y social toda su vida. El compromiso con las causas populares, con la justicia social, la solidaridad con las luchas de su pueblo y de los pueblos del mundo, fueron parte sustancial de su peripecia vital. Desde muy joven participó del movimiento estudiantil y de diversas instancias del Frente Amplio. Nunca concibió la vida y la lucha de otra manera que como parte de lo colectivo.

Gonzalo integraba el Comité Central del PCU, fue edil departamental por la 1001 y el Frente Amplio y secretario general de la Departamental de Rocha del PCU. La Departamental del Frente Amplio de Rocha expresó su dolor en una declaración pública. Sus compañeras y compañeros de la Departamental de Rocha del PCU, emocionados, le hicieron una guardia de honor que no se desarmó nunca.

Gonzalo participó también de los gobiernos nacionales del Frente Amplio, integrando el directorio de ANTEL entre los años 2008 y 2009. 

Como parte de esa vida tan rica y tan intensamente vivida, desde hace más de una década escribía la contratapa de EL POPULAR, abordando con profundidad y gran sensibilidad los temas de la realidad nacional e internacional. No hubo tema que no abordara en estos años. El debate político e ideológico, la solidaridad internacionalista, la paz, el antimperialismo, los desafíos del desarrollo productivo y la crisis ambiental. La cultura, la música, su sensibilidad le permitía escribir con conocimiento y amor de la murga, el tango, la trova, pero también del teatro, la música clásica, la pintura, la poesía. Escribió sobre la ciencia y las y los científicos. Con una característica y un mérito que no es común: hablar de los temas más complejos de una manera que los hacía comprensibles para todas y todos.

Era un desafío y un placer, cada semana, acordar con él los temas a tratar y el enfoque, siempre logró un abordaje profundo y a la vez singular y creativo. Eso le valió un reconocimiento muy grande de las y los lectores. Pepe Vázquez, ese maestro de la actuación y de la vida, dio testimonio de ello en su velatorio; conmovido explicó que no lo conoció personalmente pero que lo leyó cada semana y que esperaba sus escritos. Lo mismo sienten hoy miles de compañeras y compañeros.

Nos queda el desafío de recopilar lo mejor de sus aportes en la Contratapa de EL POPULAR para que todas y todos podamos atesorarlos. 

De las muchas paradojas de la vida en general, y de la Gonzalo en particular, es la temática elegida para su última contratapa en EL POPULAR, la de la pasada edición del 30 de agosto. La contratapa se titula “No es cosa del fútbol” y habla de la muerte por un paro cardíaco de Juan Izquierdo, futbolista de Nacional. Gonzalo planteó que era la muerte de un trabajador haciendo su trabajo. Desarrolló la necesidad de tomar todas las medidas de precaución, de control, sobre la salud de los deportistas y de los trabajadores en general para evitar las muertes por problemas cardíacos.

“A la memoria de Juan Manuel, en solidaridad con su familia y seres queridos, poca cosa cabe decir. Pero, hacia el futuro, hay que sacar de la categoría “cosa del fútbol” la salud misma de sus jugadores.  Que, literalmente, victorias y derrotas pueden ser cosas del fútbol, pero jamás la vida y la muerte, asuntos humanos y de toda la sociedad”, terminó diciendo Gonzalo. Dos días después el que moría de un infarto era él.

Gonzalo fue un revolucionario y como tal un humanista radical. Nada de lo humano le fue ajeno.

Hoy tenemos que escribir estas líneas con nuestra propia humanidad conmovida, venciendo la tristeza y la bronca por su muerte temprana. Nuestro homenaje será seguir peleando, dando lo mejor de nosotros cada semana para que esta trinchera de lucha que es EL POPULAR salga lo mejor posible y así honrar todo lo que nos diste y nos das.

¿Sabes Gonzalo?, elegimos en esta despedida, que se rebela y no es despedida, tomar prestados los versos de Miguel Hernández, que tanto amabas: “No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero”.

A sus hijas, a su familia y compañeros un abrazo apretado.

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