20190904/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ Expo Prado 2019 organizada por la Asociación Rural del Uruguay en el Prado de Montevideo con exposicion de diversos paises, premiacion de productores rurales, actividades relacionadas a la genética y conferencias. Una conferencia fue “Diálogo con presidenciables”, organiza Confederación de Cámaras Empresariales y ARU En la foto: Guido Manini y Luis Lacalle en “Diálogo con presidenciables” en la Expo Prado 2019 organizada por la Asociación Rural del Uruguay en el Prado de Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Ahí están, ellos son

Si la economía crece pero la pobreza también es porque las cuentas no cierran 

Se cumplen cuatro años del gobierno que encabeza Luis Alberto Aparicio Alejandro Lacalle Pou ¿Qué clase de persona tiene cuatro nombres? La gente con plata, hijos de gente con plata, que a su vez son hijos de gente con plata, que viven en barrios privados, no saben lo que es la educación pública, ni repartir curriculums. Nuestro país no tiene una monarquía pero empezás a revisar la historia y los apellidos son siempre los mismos. ¿Sabían que un Manini Ríos apoyó la dictadura de Terra en el 33? Un Manini apoyando una dictadura no sorprende a nadie. 

Uruguay (casi) siempre ha estado gobernado por las mismas familias, que generación tras generación se enriquecen más y más robándole al pueblo uruguayo. Hay familias que siguen tradicionalmente una profesión (abogado, médico), así es como ven a la política ellos. O más bien, lo ven como un derecho divino. Los Lacalle van por su tercera temporada. Dicen que en los 90 Luis Alberto Aparicio Alejandro era un joven “rebelde” que no quería nada con la política y prefería surfear. Sigue igual, solo que ahora es presidente. 

No es que necesariamente esté mal que los hijos sigan los pasos de los padres, o que los apellidos se repitan, el problema es que se repiten también los intereses por los cuales están en política. No están en política porque les interese construir un mejor país, están en política para cuidar sus privilegios, los suyos y los de sus amigos. Son los dueños de todo, y quieren mantenerlo así, y para eso es necesario sacarle derechos a los trabajadores para poder robarles la riqueza que generan. 

Blancos pillos 

La economía de nuestro país creció en este período, pero no creció la inversión pública de las empresas estatales, no creció el presupuesto para la educación, ni para la salud, ni para la vivienda. 

Tampoco crecieron los sueldos, ni se bajaron impuestos, ni las tarifas. La promesa de campaña de no subir el combustible quedó en eso, una promesa de campaña. Entonces, si la economía del país creció pero eso no se refleja en el bolsillo de la gente ¿dónde está esa plata?. 

Bueno, también crecieron los depósitos bancarios marcando cifras récord, pero esa plata llegó a las cuentas que ya tenían más de 250.000 dólares. Es decir, el crecimiento de nuestro país se lo están quedando quienes más tienen a la vez que aumenta la pobreza. También es exponencial el crecimiento de los depósitos en el exterior. Nos quieren hacer creer que las facilidades a los empresarios es para que inviertan y generen trabajo en nuestro país, pero la realidad es que en la mayoría de los casos, esa plata ni siquiera queda en el país. Nuevamente, lo que los números muestran es que el único éxito de este gobierno es enriquecer a los ricos, y empobrecer a los pobres. 

Los intereses de los malla oro, que es lo que guía las acciones de este gobierno, siempre son contrapuestos a los intereses de las grandes mayorías, porque si al pueblo le va bien ellos no se enriquecen tanto, y no les importa que mientras ellos ya tienen como para vivir tres vidas sin trabajar la gente pase hambre, quieren más y necesitan un gobierno que implemente políticas que se los permita.

Cuidar a los malla oro significa cuidar a los amigos y sus intereses. Y si ya era lo suficientemente malo que esos amigos fueran empresarios que explotan trabajadores por 2 pesos, que fugan su plata al exterior y no reinvierten en el país, ahora además extendieron su círculo de amigos a narcotraficantes. Para absolutamente nadie es una sorpresa el crecimiento exponencial del narcotráfico en nuestro país, esto se advirtió con la privatización del puerto, también cuando con la Ley de Urgente Consideración flexibilizaron las medidas antilavado de dinero. Es sabido que la forma más efectiva de combatir al narcotráfico es a través de su financiación, es a través de quienes realmente manejan el negocio y no de las bocas de drogas. 

Claro, hay una diferencia sustancial entre quienes manejan realmente el negocio y las bocas de drogas, los primeros son “empresarios” exitosos que se mueven en las altas esferas de la sociedad, mientras los otros viven en barrios (generalmente) marginados, y recurren al narcomenudeo por necesidad. El aumento a gran escala del narcotráfico lleva al crecimiento también del narcomenudeo, lo que impacta en la violencia y la inseguridad en las calles. No hay política de seguridad que pueda ser exitosa, si además de atacar la consecuencia, no se ataca la causa. Pero este gobierno, a los grandes narcotraficantes les da un pasaporte para que puedan salir de una cárcel en Dubai. 

Al Frente 

Uruguay es una penillanura levemente ondulada, cuya economía se basa en la exportación de materias primas. Eso es lo que aprendemos en la escuela. Eso es lo que durante décadas pensamos que nuestro país debía ser, porque oh casualidad es lo que más ganancia le da a quienes son dueños de la tierra, y que durante más de un siglo gobernaron al país. Pero el 1° de marzo de 2005 asumió el gobierno nacional el Frente Amplio. 

Tuvimos un cambio en la matriz energética, que nos hizo pasar de apagones constantes a exportar energía (con un rol fundamental de las energías renovables). Tuvimos un país solidario que compartía su agua potable con otros países del continente, cuando las catástrofes naturales los golpeaban. Tuvimos un país con una ceibalita para cada niño. Tuvimos un país pionero en las tecnologías de internet, y en el acceso de la población a ellas. El mejor internet del continente. 

Todo esto, y las implicancias en las mejoras de la vida de la gente que tuvo, fue posible porque nos negamos a creer que el único destino de nuestra patria era depender de otros países. Construir un país soberano es posible en tanto diversificamos nuestra producción y nuestra industria. Construir un país más democrático es posible en tanto más gente accede a los beneficios que esa diversificación tiene, cuantos más derechos para la gente conquistamos. Y ese es nuestro principal desafío para esta etapa. 

Construir un Uruguay productivo, soberano y con verdadera democracia, no es un capricho es una necesidad. Una necesidad para la gente. Porque sentar las bases que modifiquen el sistema productivo de nuestro país, reconstruir la estructura económica y la distribución de la riqueza, es lo que permite mejorar la calidad de vida de todas las personas. Que Uruguay no quede por fuera de los avances que el mundo está teniendo, no es un fetichismo para sacarse cartel con indicadores internacionales vacíos, es la forma de transformar la vida de todos los uruguayos desde la raíz. Por eso, vamos al frente con Carolina Cosse.

Foto de portada

El presidente Luis Lacalle Pou y el senador Guido Manini Ríos en una actividad realizada por la Asociación Rural del Uruguay en la última campaña electoral. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.

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