Asesina Israel a periodista palestina

Como un crimen atroz fue calificado el asesinato de la periodista de Al Jazeera, la palestina Shireen Abu Akleh.

Abu Akleh, murió la pasada jornada en el curso de una redada del Ejército israelí en la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania ocupada, informó el Ministerio de Salud palestino.

Se constató que el fallecimiento de la periodista se debió a un impacto mortal de una bala de las fuerzas militares que impactó de forma directa en su cabeza.

Junto a la periodista asesinada, Ali al Samudi, otro periodista palestino resultó herido con una bala en la espalda, aunque su condición, de acuerdo al parte del ministerio de Salud Pública palestino es estable.

“Ambos periodistas”, consigna el diario huffingtonpost.es, “llevaban sus chalecos identificados como prensa” y en el caso de Akleh “llevaba trabajando para Al Jazeera desde el inicio de la Segunda Intifada”.

Considerada “una veterana muy reconocida entre sus compañeros”, como periodista siempre estuvo “presente en las crisis más complicadas que jalonan el conflicto”, por lo que gozaba de amplia popularidad “entre los palestinos y los árabes israelíes”.

En su versión de los hechos, el Ejército israelí informó “que durante una redada en el campo de refugiados de Yenín, “sospechosos armados” abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad y arrojaron explosivos, por lo que los agentes tuvieron que disparar en respuesta”, agregando respecto a la muerte de Abu Akleh que “el Ejército está investigando lo ocurrido, en particular la posibilidad de que un periodista fuera alcanzado por fuego real de un palestino”.

La versión de un posible disparo palestino para explicar la muerte de la periodista, fue usada también por el Gobierno israelí quien, en la persona de su primer ministro, Naftali Bennett, manifestó que “palestinos armados” serían los responsables de esta muerte.

“Según la información que hemos recopilado, parece probable que fueran palestinos armados -quienes disparaban indiscriminadamente- fueran los responsables de la desafortunada muerte de la periodista”, indicó Benet en un comunicado.

En contraposición a estas declaraciones, “tanto las autoridades palestinas como la dirección de Al Yazira y el Gobierno de Catar han acusado directamente al Ejército israelí del asesinato de la reconocida periodista palestina, de 51 años”.

Al referirse al hecho el presidente palestino, Mahmud Abbás, denunció que se trataba de un “crimen de ejecución por parte de las fuerzas de ocupación israelíes”, mientras que, el movimiento palestino islamista Hamás, que gobierna en Gaza, condenó el accionar israelí llamando a lo sucedido como un “asesinato atroz y premeditado”, cuyo único responsable es Israel.

“Este crimen atroz contra la prensa y la libertad de expresión obliga al mundo y a todas las instituciones internacionales a condenar este crimen y responsabilizar a los líderes de la ocupación, que han transgredido todos los valores, normas y leyes internacionales”, indicó la dirección de Hamás en un comunicado de prensa.

Del mismo modo la cadena Al Jazeera, en una nota oficial, tildó esta muerte de “crimen atroz” y denunció que la misma significa una “violación flagrante del derecho internacional humanitario y de la libertad de prensa”, por lo que realizó “un llamamiento a la comunidad internacional para que tome medidas urgentes con el fin de evitar que las autoridades de ocupación (Israel) cometan más violaciones contra la libertad de expresión e información, y para que se tomen todas las medidas para detener la violencia contra los palestinos y los trabajadores de los medios”.

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