Como “difícil de entender” fue calificada por el diplomático, Pedro Miguel Costa e Silva, secretario de Negociaciones Bilaterales y Regionales para las Américas de la Cancillería brasileña, “la posición del gobierno de Luis Lacalle de votar la rebaja del Arancel Externo Común (AEC) a cambio de flexibilizar las negociaciones extra bloque”.
Las declaraciones del diplomático brasileño se producen, consigna M 24, luego que concluyera la cumbre del Mercosur.
La agencia de prensa señala que, en un diálogo mantenido por el funcionario brasileño con la agencia EFE y replicado por Radio Montecarlo, Costa e Silva señaló “que la propuesta de rebajar un 10% el Arancel Externo Común (AEC), que previamente parecía consensuado, no pudo concretarse por la postura del gobierno de Luis Lacalle”.
El diplomático recordó que, en la Cumbre, Lacalle Pou condicionó el apoyo a la medida solo si “el resto de los socios del bloque aprobaran una mayor libertad para avanzar en forma individual en los acuerdos comerciales con países extra zona”.
“Uruguay apoya” bajar el AEC (…) “el problema está en la vinculación que hace entre esa propuesta y discutir una mayor flexibilización del Mercosur”, expresó Silva.
Para el funcionario de la cancillería brasileña, el acondicionamiento de dicha postura “es complicado”, sobre todo porque Argentina y Paraguay “han dejado claro que no aceptan alterar la cláusula del Mercosur que obliga a todos los Estados miembros a encarar las negociaciones de tratados comerciales en bloque”.
Para Brasil, señaló Silva, es importante discutir la flexibilización del bloque regional, ello es “justo”, enfatizó, pero la perspectiva uruguaya debió plantearse de otra forma.
Al describir la situación, el diplomático afirmó que “se debe buscar la flexibilidad dentro de las reglas, sobre todo cuando hay dos países que ya han dicho que no lo van a aceptar”, con la postura adoptada Uruguay “ha anticipado una discusión que no era para ser tenida ahora” por lo que, al hacerlo, genera un “bloqueo dentro del Mercosur, similar a “un callejón sin salida”.
Rolando Arbesún