“Brasil ha vuelto”

Lula fue ovacionado en la Cumbre Mundial Climática y reclamó que las prioridades sean el cambio climático, el hambre y la pobreza.

por André Cintra (*)

Invitado especial de la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), en Egipto, el recién electo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo este miércoles su regreso simbólico a la gran escena internacional.
En un discurso de poco más de media hora, Lula afirmó que es hora de revertir el legado de destrucción dejado por el gobierno de Jair Bolsonaro y retomar la lucha por la “supervivencia de la Amazonía”, así como la de defensa de la vida y el planeta.
“Brasil enfrenta el legado de un gobierno desastroso, en todos los sentidos”, disparó, sin nombrar a Bolsonaro. “No por casualidad, la frase que más he escuchado de los líderes de diferentes países es que el mundo extraña a Brasil. Les quiero responder: ¡Brasil ha vuelto!”.
El histórico líder obrero, el único en la historia que ha sido electo tres veces presidente de Brasil, habló en el concurrido plenario de la COP27, frente a más de 300 personas. Lula fue recibido con una ovación cuando entró al recinto, donde se desarrolla la cumbre mundial climática y los aplausos cerrados se prolongaron durante varios minutos después de culminar su discurso.
“Brasil está de vuelta para restablecer los lazos con el mundo, combatir el hambre y cooperar con los países más pobres, especialmente de África, y con nuestros hermanos latinoamericanos. Para luchar por el comercio justo entre las naciones”, dijo. “Hemos regresado para ayudar a construir un orden mundial pacífico centrado en el multilateralismo. Estamos de vuelta para proponer una nueva gobernanza global”, enfatizó.
Al analizar su victoria en las elecciones presidenciales de 2022, Lula contrastó la plataforma de la coalición Brasil da Esperança con el programa depredador de Bolsonaro. Según el presidente electo, el resultado de la disputa ayudó a “contener el avance de la extrema derecha autoritaria y antidemocrática y el negacionismo climático en el mundo”. En su opinión, estaba en juego la supervivencia de la Amazonía, “y, por lo tanto, de nuestro planeta”.
“El pueblo brasileño hizo su elección y ganó la democracia. Vuelven a estar vigentes los valores civilizatorios, el compromiso con los derechos humanos y la necesidad de enfrentar la crisis climática”, dijo. “El mundo tiene prisa por ver a Brasil participar nuevamente en construir las respuestas para las preguntas sobre el futuro del planeta”.
Como era de esperar, el presidente electo defendió la armonización de las causas del desarrollo sostenible, la soberanía nacional y la seguridad alimentaria. “La lucha contra el calentamiento global es inseparable de la lucha contra la pobreza y por un mundo menos desigual y más justo. No hay seguridad climática para el mundo sin una Amazonía protegida”, indicó.
Lula renovó sus promesas de eliminar la deforestación en Brasil para 2030 y de crear el Ministerio de los Pueblos Indígenas. “La lucha contra el cambio climático tendrá el perfil más alto en la estructura de mi próximo gobierno”, subrayó. “La devastación quedará en el pasado. Los delitos ambientales ahora se combatirán sin descanso”, agregó.
El presidente electo subrayó que el compromiso es “sancionar con todo rigor a los responsables de cualquier actividad ilícita, ya sea de prospección, minería, explotación forestal u ocupación agrícola indebida”.
Al mismo tiempo, Lula quiere que la agroindustria desempeñe un papel clave en la construcción de un Brasil más sostenible. “Estoy seguro de que la agroindustria brasileña será un aliado estratégico de nuestro gobierno en la búsqueda de una agricultura regenerativa y sostenible, con inversión en ciencia, tecnología y educación en el campo, valorizando el conocimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales. En Brasil, hay varios ejemplos exitosos de agrosilvicultura”, manifestó.
El presidente electo también ofreció que Brasil sea sede de la Conferencia Mundial Climática de 2025. La propuesta es llevar la reunión de la ONU a un estado de la región amazónica.
“Seremos cada vez más firmes frente al desafío de enfrentar el cambio climático, en línea con los compromisos acordados en París y guiados por la búsqueda de la descarbonización de la economía global”, dijo.
“En 2024, Brasil presidirá el G20. Tengan la seguridad de que la agenda climática será una de nuestras prioridades”, concluyó Lula, en medio de un aplauso cerrado de las y los participantes de la Cumbre Mundial.

(*) Periodista de Portal Vermelho

Foto de portada:

Lula habla en la Cumbre Mundial por el Cambio Climático en Egipto. Foto: Portal Vermelho.

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