La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer un informe sobre la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe en 2022.
De acuerdo al documento, ingresó a la región 224.579 millones de dólares de inversión extranjera, una cifra 55,2% superior a la alcanzada en 2021 y que se posiciona como “el máximo valor desde que se lleva registro”.
Respecto al peso que esto tuvo en el PIB regional, el informe indica que el mismo “aumentó en 2022, llegando a representar el 4,0%”.
Para el organismo, los datos son el resultado “del aumento de la inversión en algunos países”, entre los que se destaca el caso de Brasil.
A pesar de que “las cifras son congruentes con la recuperación pospandemia”, no resulta claro si este panorama “se mantendrá en niveles similares en 2023”.
De acuerdo a José Manuel Salazar, secretario ejecutivo del organismo, “el reto de atraer y retener inversión extranjera directa que contribuya efectivamente al desarrollo productivo sostenible e inclusivo de la región sigue más vigente que nunca”.
Para Salazar existen “nuevas oportunidades” a partir de un escenario donde se reconfiguran las “cadenas globales de valor y de relocalización geográfica de la producción” en un mundo signado por “una globalización cambiante”.
“El reto no solo es atraer y retener, sino maximizar la contribución de esa inversión al desarrollo, y para esto los países deben poner atención a las políticas de desarrollo productivo post-establecimiento, que incluyen el fomento a los encadenamientos productivos, políticas de agregación de valor y ascenso en las cadenas de valor, de desarrollo de recursos humanos, de infraestructura y logística y de construcción de capacidades locales”, remarcó el secretario ejecutivo de la CEPAL.
En el informe se subraya que “casi todos los países de América Latina y el Caribe recibieron más inversión extranjera directa” en el pasado año.
El ranking de recepción de inversión extranjera directa es liderado por Brasil “que recibió un 41% del total regional”, lo que lo posiciona “como quinto destino mundial de esos flujos”.
A continuación se destaca el caso de México con el 17%, Chile (9%), Colombia (8%), Argentina (7%) y Perú (5%).
El informe describe que “Uruguay recibió en 2022 una cifra récord de inversiones de 9.325 millones de dólares”.
Se trata, según el estudio de CEPAL, de un “valor que casi triplica el de 2021” ya que representa un “aumento del 155”.
La mayor parte de esa inversión extranjera directa corresponde al “componente de préstamos entre empresas (52%), donde se registró una fuerte recuperación tras registrar cifras negativas en 2021”.
El segundo componente más importante para el caso uruguayo fue “la reinversión de utilidades” que representa el 37%”, quedando en tercer lugar “los ingresos por aportes de capital (11%)”.
“En los tres componentes se recibieron más inversiones que en 2021”, subraya el informe que agrega que hasta el momento de su publicación no se contaba “con la información sectorial o de origen de las entradas de IED en 2022, por lo que no es posible identificar hacia dónde se dirigieron estos recursos ni de qué país provinieron”.
A pesar de ello, se explica, “si se consideran los anuncios de proyectos de inversión, se puede constatar que las energías renovables han sido de relevancia para la atracción de IED en el país”.
De acuerdo al organismo regional el principal inversor en la región fue Estados Unidos (38% del total) y la Unión Europea con un 17%.
Las inversiones proveniente de países de América Latina y el Caribe reportaron un relevante aumento “al pasar de 9% a 14% del total”.
