Por Rolando Arbesún
La información sobre el interés de la esposa del presidente de la República, Lorena Ponce de León, para registrar a su nombre las marcas “Sembrando” y “Programa Sembrando Emprendedores” aportada por el Semanario Búsqueda ha concitado las más variadas reacciones en redes sociales.
Según consigna el semanario, “la primera dama”, comenzó los trámites para registrar ambas marcas, así como el logo del proyecto.
La noticia sería intrascendente, si no fuera porque se trata de un Proyecto que funciona en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y para el que se aporta financiamiento público.
Ambos trámites, afirma el medio de prensa, fueron comenzados sobre finales del mes de julio y en el formulario necesario para el procedimiento se identifica a Ponce de León, quien se presenta como la titular de las marcas a registrar.
En el documento de registro, la dirección que se declara, es la de la residencia presidencial en Avenida Joaquín Suárez.
Consultada por el semanario, la “flamante primera dama” afirmó que “en principio lo registramos a mi nombre porque es un invento nuestro, porque es un nombre, nada más; después si se tiene que cambiar, se cambiará, pero en principio es así”.
De esta forma esquivaba la cuestión central y es por qué el registro nos e realizaba a nombre de una oficina estatal como parece ser que corresponde, debido al financiamiento que del Estado se recibe.
En caso que se formalice y reconozca el pretendido registro, la esposa del presidente podrá usar, “por derecho propio”, dichas marcas “en forma exclusiva” por un período de 10 años.
Un plazo que pudiera extenderse de manera indefinida por períodos iguales de tiempo, impidiendo así “su uso por terceros no autorizados”, tal y como se establece en las normas vigentes.
De prosperar estas intenciones, la marca podrá ser, además, transferida mediante su venta, donación o herencia, y se podrán otorgar licencias mediante el pago de royalty o canon, entre otros posibles mecanismos.
