Foto: Presidencia de la República.

De patrones y «carneros»

El cierre de 2021 trajo consigo la «noticia» del premio concedido a «trabajadores» de la intendencia de Rocha que «nunca pararon sus actividades».

El «premio» anunciado por el intendente Alejo Umpierrez será recordado como el icono perfecto de la sumisión y como tal fue repudiado por trabajadores y representantes políticos de estos.

Para algunos recibir estas dádivas no significa «quemarse las manos» con el significado simbólico del dinero «mal habido», no son vulgares ladrones, pero actúan como verdaderos desclasados y al hacerlo se someten a una lógica que, hoy los premia y mañana, como ha sucedido siempre, los «degollará de parados».

Nunca los intereses patronales han sido, al decir de Pierre Bourdieu «intereses desinteresados», ello son la directa expresión de las formas que adoptan la lucha de clases.

No han transcurrido ni 10 días del 2022 y ahora sabemos, debido a la denuncia de la Federación de Obreros de la Industria Cárnica (FOICA), que en el sector sucedió algo similar.

En la planta de la multinacional Marfrig, los «carneros» recibieron un «premio» de 25.000 pesos, ese es el valor de su condición de sometidos, del mismo modo que esta es la estrategia que desde el inicio de la historia de las organizaciones sindicales han desplegado las patronales.

A veces llamados «rompehuelgas» y como hoy «carneros», las patronales los usan de diversas formas a la interna, mientras reciben desde «afuera» el apoyo del aparato represivo cuando sus tácticas no consiguen doblegar a los obreros y trabajadores en sus luchas.

Por defender esos «intereses interesados» fue que la coalición de partidos de derecha avanzó rapidamente para aprobar lo establecido en la Ley de Urgente Consideración (LUC), esa ley que el próximo 27 de marzo al ser sometida a referendum popular, demostrará que no todos los trabajadores/as uruguayos/as son «carneros».

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