A través de una Declaración oficial el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba reiteró “su firme e invariable adhesión al principio de una sola China”.
La Declaración señala que dicho principio significa que Taiwán es una “parte inalienable” del territorio chino y rechaza las “pretensiones de fuerzas secesionistas y actores externos” interesados en “lacerar la integridad territorial y la soberanía de la República Popular China”, con el objetivo de “intervenir en sus asuntos internos”, socavando así “la paz y la seguridad regional e internacional”.
De acuerdo la Cancillería cubana, la postura del país “es consistente con la Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 25 de octubre de 1971, y con la posición de la abrumadora mayoría de la comunidad internacional que reconocen oficialmente a la República Popular China como el único y legítimo representante de todo el pueblo chino”.
En ese sentido Cuba expresó su reconocimiento y apoyo a “los esfuerzos del Gobierno chino para lograr la reunificación nacional”.