Docentes y estudiantes de Formación en Educación denuncian debilidad académica e improvisación en las mallas curriculares.
Paola Beltrán
En Uruguay, la formación de docentes, maestras y educadores sociales, está a cargo de “Formación en Educación”. Esta institución de formación pública es la responsable de la formación del 98.8 % de los y las educadoras, según la Consejera de Formación Docente Rosana Cortazzo quién conversó con EL POPULAR.
Existen treinta y tres Institutos y Centros de Formación Docente en nuestro país, distribuidos en varios departamentos. Desde el año 2017 la matrícula viene en aumento. Esta red de Institutos y Centros tenía una estructura académica que habilitaba al intercambio y el pienso sobre las prácticas y los programas de formación. En la nueva gestión fue desarticulada y sustituida por “facilitadores” en vez de Coordinadores académicos, lo cual debilitó la articulación entre los profesionales de la Educación.
A pesar de ello y ante la negativa, por parte de las autoridades de la educación actual, de permitir la participación o tener en cuenta el acumulado de trabajo en relación a los cambios curriculares, los y las docentes se organizaron auto convocándose. Desde esos ámbitos académicos denunciaron de forma sistemática la incertidumbre y el rechazo ante una “transformación educativa” que sigue siendo un borrador e implica un enorme retroceso.
Lo que nace torcido…
Según nos informó Cortazzo, el proceso ha sido muy caótico desde julio a la fecha. Si bien, como señalan la mayoría de las autoridades de nuestro Consejo, en el Plan Quinquenal de la ANEP, estaba la transformación curricular de Formación en Educación, como en los otros niveles educativos, durante el 2020 y el 2021 apenas hubo algún documento muy general del marco general del trabajo curricular.
El primero que salió en junio del 2021 tuvo muchas observaciones por parte del cuerpo docente y de estudiantes. Luego, en julio del 2022, se presenta prácticamente sin reformulaciones, o sea que “no se atendieron los planteos”.
Ese documento, el de julio, fue el que además estuvo señalado por plagio. En octubre se quitan esas partes, y una vez más, se mantiene inalterada la misma propuesta, a pesar de los cuestionamientos académicos de los y las docentes.
“El compromiso que el Consejo había asumido, con un cronograma cuando en julio presentó este documento plagiado, era que al 23 de septiembre tendríamos las mallas prontas”, explica la docente.
En medio de este proceso se sucedieron las Salas Docentes autoconvocadas, los paros de docentes y estudiantes durante agosto, setiembre y octubre, sin embargo no hubo escucha por parte de las autoridades. “Es como que nada se atiende, ni se escucha, porque la lógica es de que a cualquier costo la transformación curricular sale”, manifestó Cortazzo.
En la primera lectura de estas mallas curriculares enviadas a inicio de esta semana para estudio de las ATDs, destacan dos elementos. Por un lado, estos documentos fueron enviados sin haber pasado, previamente, por el estudio y la aprobación del Consejo de Formación en Educación (CFE). En segundo lugar hay un enorme recorte de materias específicas. Todo lo que tiene que ver con lo teórico del objeto de estudio en las distintas asignaturas está retaceado o eliminado, al igual que lo vinculado con la extensión de ámbitos culturales.
“Hay una lógica muy instrumentalista en el sentido de que la Formación en Educación provee de servicios a la ANEP. La provee de maestros, de profesores”, explicó Cortazzo. Y agregó que “la formación de maestros quedó totalmente desdibujada en esta propuesta desde lo específico. Parece que un maestro lo que tiene que saber es un poquito más de lo que le tiene que enseñar a un niño. Y esa concepción es absurda y desprofesionalizante”.
“¿Quién va a ganar cuando nosotros no sabemos qué oferta le vamos a dar para inscribirse o re inscribirse a los estudiantes? – se pregunta Cortazzo- “No hay elecciones de horas en el horizonte, a comienzo del año van a tener una oferta tardía para que se inscriban estudiantes, vamos a perder matrícula y docentes, que capaz ya decidieron ir a otros niveles educativos porque cuando vos le ofreciste las horas fue muy tarde. En realidad, yo no lo deseo, pero creo, que lo va a ocurrir es que vamos a perder estudiantes”.
Oídos sordos
Líber Romero, docente de Formación en Educación manifestó a EL POPULAR que “la perspectiva que hemos planteado a las autoridades de la enseñanza y públicamente, es que el Plan no puede iniciar en el 2023, no puede iniciar primero porque en Formación en Educación es claro que no tienen nada, solo tienen un esqueleto. Pero al mismo tiempo tienen la oposición de docentes y estudiantes en todos los ámbitos. Hay un discurso de que somos una minoría de exaltados, especialmente los sindicatos, pero ahí están las Salas Docentes, las ATD que nuclean a docentes que no están sindicalizados”, explicó.
En este sentido las Salas Docentes y las ATD de todo el país han manifestado su rechazo. Saliendo de Montevideo, tenemos el ejemplo de Melo, en Cerro Largo, donde los y las docentes manifestaron en conferencia de prensa “que en cada ámbito de expresión y participación se ha rechazado enfáticamente esta transformación para el Consejo de Formación en Educación (CFE). En las dos jornadas de debates de estudiantes y docentes, además de ATD nacionales y locales, han quedado plasmados informes donde consta este rechazo votado por unanimidad”, informó el Diario “El Profesional de Cerro Largo”
En estos días están apareciendo distintos representantes de cada una de las Salas Docentes (que nuclean a los docentes por materias), denunciando que la transformación educativa en Formación en Educación vulnera condiciones de trabajo porque, en varias asignaturas se pasa de un dictado anual a uno semestral.
Al día de hoy, si esto se aplicase, tendríamos 1.700 docentes, profesionales, especializados, que solamente trabajarían la mitad del año. “Este es un tema que tiene que ver con condiciones de trabajo que el Consejo de Formación en Educación no ha logrado subsanar, ni plantea una propuesta para atenderlo”, explicó Romero.
“Si el gobierno piensa que esto es un cambio fundamental, implicaría convencer a los docentes que el cambio es fundamental. Enseñanza Media y Primaria están recibiendo los programas pero en Formación en Educación estamos recibiendo los esqueletos, la currícula. No sabemos qué programa vamos a tener que enseñar ya empezado noviembre. Preparar un programa, más cuando es nuevo, implica una preparación del docente de selección de bibliografía y materiales que al día de hoy aún no se sabe qué va a ocurrir”, agregó.
En el mismo sentido Cortazzo expresó que “hay una lógica de no poder razonar la envergadura de los cambios que están proponiendo y la fragilidad de los cambios que se proponen. No se sustentan en nada, no hay resguardos académicos ni cuerpo docente que lo acompañe”.
Sin embargo, Robert Silva, Presidente de la ANEP, insiste en intentar construir una realidad ficticia en la que los y las docentes han participado de esta construcción de programas y mallas curriculares, están conformes con los cambios y ansiosos de comenzar el año entrante a aplicarla. Un discurso falso palanqueado por una prolija campaña publicitaria, en la que se usan las caras de niños, niñas y adolescentes sonrientes y todo el aparato del Poder Ejecutivo respaldando el proceso.
Al mismo tiempo, se despliega una violencia institucional sobre docentes y estudiantes de los distintos subsistemas de la educación, ignorando los saberes, procesos académicos de elaboración programática previos. Se desarticulan los espacios de elaboración, asumiendo un proceso tan sensible e importante como una Reforma Educativa, desde una perspectiva autoritaria e inconsulta, porque, seamos claros, bajar documentos borradores para ser “analizados” en un par de jornadas en las ATD no es más que una legitimación burocrática, si no se toman en cuenta los cuestionamientos, propuestas y reclamos de, prácticamente, todos los docentes, educadores y maestras de la educación pública.
En el horizonte, cada vez más oscuro, se avizora un comienzo de cursos en el 2023, caótico, sin certezas y con un vínculo sumamente desgastado entre las autoridades de la educación encarnada por el Presidente de la ANEP, Robert Silva, no solo con los sindicatos, como insisten en afirmar, sino con todo el demos de la Educación.
Foto de portada:
Protesta de docentes frente a una escuela en Malvín mientras dentro Robert Silva defendía la reforma educativa. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.