El Frente Amplio (FA) lanzó su campaña electoral, de forma unitaria en su 53 aniversario con el acto realizado en Rocha y ahora con dos de sus precandidaturas.
El domingo lo hizo Yamandú Orsi en La Teja, con un importante acto y el lunes Carolina Cosse en Villa Española, también con un importante acto.
El pueblo frenteamplista ha intensificado su movilización y se nota. Decimos intensificado su movilización porque no es que esta haya comenzado ahora. Las y los frenteamplistas han estado movilizados todos estos años, sin faltar un solo día, vienen de todo el proceso de elaboración del Programa, de un gran Congreso y de participar en todas las luchas populares, en los Consejos de Salarios, organizando la solidaridad con las ollas populares, juntando firmas contra la LUC, dialogando con nuestro pueblo en todo el país, denunciando y proponiendo en el Parlamento, gobernando distinto en Montevideo, Canelones y Salto.
Pero ocurre que las elecciones son el momento de mayor síntesis política e ideológica de nuestro pueblo, de toda la sociedad. El gran desafío es, en ese proceso de movilización, lograr que esa síntesis sea mayoritariamente a favor de una perspectiva popular y, como parte de ella, recuperar para el pueblo el gobierno con el FA.
El FA hoy es la única fuerza política del Uruguay que tiene un Programa de gobierno, construido entre miles que, como ya hemos dicho, no es un conjunto de promesas electorales, es una propuesta para construir junto con nuestro pueblo las transformaciones sociales.
Es en ese marco que hay que valorar el acto que el lunes lanzó la campaña por la precandidatura presidencial de Carolina Cosse. Fue una gran movilización frenteamplista, con miles y reflejó un gran compromiso y entusiasmo. El estado de ánimo de la militancia no es un aspecto menor en una campaña electoral, al contrario, es un factor decisivo.
Arropada por miles de militantes y las banderas de los más de 20 partidos y sectores frenteamplistas que respaldan su candidatura, Cosse dio un discurso que destacó por su claridad política.
En su intervención definió los ejes políticos que vertebran su campaña: El enfrentamiento entre dos proyectos de país; dos caminos, el de la izquierda y el de la derecha; el valor de la unidad y del FA como herramienta política para transformar la realidad; la centralidad del Programa; la valentía para enfrentar el desafío y la necesidad de estar pegados a las necesidades y las luchas de nuestro pueblo.
Cosse señaló que no se inicia un camino, reivindicó la trayectoria histórica del FA y del movimiento popular, la acumulación histórica que nos cimenta y desde la que nos proyectamos. A la vez planteó el desafío del presente: “Uruguay y nosotros estamos en un punto de decisión, podemos tomar el camino de las grandes mayorías, el de la izquierda, o el camino del retroceso, el de la derecha”.
Esa es sin duda una definición central del discurso de Cosse y es muy justa. Hay dos proyectos de país, y no más, que se enfrentan en estas elecciones. Esos dos proyectos de país se expresan en dos bloques políticos y sociales, pero también en propuestas electorales. El camino de las grandes mayorías, el de la izquierda, se expresa en el Programa, las precandidaturas y la militancia frenteamplista. Este planteo tiene otra virtud: pararse con claridad en la disputa política e ideológica, sin miedo, sin medias tintas.
Cosse remarcó que Uruguay siguió durante “muchos años” el camino de la derecha, lo que tuvo como consecuencia una salud pública “vergonzosa”, una educación “subsumida en la miseria”, el desmantelamiento de las empresas públicas para venderlas, sin Consejos de Salarios y todo eso tuvo como resultado una crisis “enorme” en el 2002.
La precandidata presidencial frenteamplista hizo un amplio repaso de lo que ocurrió con Uruguay cuando en 2005 decidió cambiar y eligió el camino de la izquierda. Entre otras cosas dijo que ese cambio que decidió el pueblo uruguayo, significó que se triplicó el presupuesto para salud pública; también se multiplicó por tres el presupuesto para la educación; hubo 90 mil operaciones de ojos para quienes no podían ver; volvieron los Consejos de Salarios; hubo una política económica de crecimiento pero con aumento sostenido del salario real; ganamos en derechos; las empresas públicas, lejos de venderse, hicieron el despliegue tecnológico más grande de la historia del Uruguay, la fibra óptica para todas y todos, el Data Center, que es un esfuerzo para la inversión y el desarrollo tecnológico. En uno de los momentos más aplaudidos agregó: “Y además hicimos el ANTEL Arena”.
Cosse señaló que el retorno de la derecha implicó que se rompiera el vínculo entre crecimiento y distribución y afirmó: “Tenemos que poner a Uruguay al frente y tomar el camino de la izquierda”.
Cosse reivindicó el programa del FA como herramienta fundamental para transitar ese cambio. Señaló entre los puntos centrales del Programa: el desarrollo con igualdad, el mundo del trabajo, las empresas públicas, el desarrollo tecnológico, el cuidado del ambiente y de las personas, la educación, la salud, la seguridad ciudadana.
Destacó, con mucha fuerza, que el FA “tiene un rol histórico que cumplir” que trasciende lo electoral; su historia, su unidad, su militancia por las causas populares, fueron y serán centrales para transformar la realidad.
En su intervención, seguida con mucha atención y saludada con aplausos en varios pasajes, también resaltó la necesidad de ser fieles al artiguismo, como seña de identidad, de su carácter profundamente popular, como compromiso con la independencia y la soberanía y como opción por los más humildes.
Cosse reclamó “valentía” para construir “el cambio de verdad” y “transformar la realidad”.
“A los discursos de odio no se les responde bajando la cabeza, se les responde hablando con la gente y con argumentos, argumentos nos sobran”, dijo la precandidata.
Cosse culminó recuperando el lema histórico del FA: “Somos, vamos, vemos, con el Frente venceremos”, coreado por todo el acto.
Pero antes colocó una definición que sintetiza su propuesta para la campaña: “Con valentía vamos a ganar y vamos a gobernar bien, sin que ninguna persona quede atrás”.
En resumen, un gran arranque para la campaña electoral, con definiciones claras y una propuesta de unidad y movilización frenteamplista. Toca encarar, con valentía, la militancia, el diálogo directo de miles con miles, para lograr que la mayoría de nuestro pueblo se defina por el cambio de verdad, por el “camino de la izquierda”.
