La Comisión Nacional de Programa (CNP) es una de las Comisiones estatutarias del Frente Amplio (FA) que, a reflejo de la Mesa Política y el Plenario Nacional, está integrada tanto por los sectores y como por las bases. Actualmente, la Comisión, presidida por el compañero Ricardo Ehrlich y Álvaro García, inició un proceso de recorrida por los organismos territoriales, tanto en Montevideo como en el interior del país, presentando el documento que organiza la discusión hacia la elaboración del futuro programa y recogiendo las inquietudes y acentos que se expresen en esos encuentros.
Este documento, titulado “Hacia una propuesta de bases programáticas para el periodo 2025-2030” pretende “ser una síntesis política del pensamiento programático para el periodo” y pone el acento en su carácter participativo y democrático. “Su construcción debe realizarse en diálogo con los diferentes actores sociales con los que construiremos las grandes mayorías que asegurarán el proyecto de cambio. Al mismo tiempo, debe contribuir a la construcción de confluencias en la sociedad que fortalezcan su capacidad constructora y transformadora”.
No empieza de cero
El FA tiene una acumulación histórica, que viene desde las primeras bases programáticas, la elaboración previa a los primeros gobiernos nacionales del FA y el propio programa aprobado en 2018 para el período 2020-2025. Asimismo, nuestros compañeros y compañeras que participaron y participan actualmente en las instancias de gestión nacional, departamental y municipal, atesoran una muy rica experiencia que debe ser aprovechada y sintetizada en la discusión programática.
Bruno Giometti, uno de los representantes del PCU en la CNP caracterizó la coyuntura en que nuestra fuerza política encara este proceso: “Nos encuentra en un momento sumamente complejo de nuestro país. En los últimos dos años (durante la pandemia y a la salida de la misma) se viene aplicando un programa neoliberal, concentrador y excluyente. Se ha recortado la inversión pública social; los salarios y las jubilaciones han perdido capacidad de compra; se han deteriorado nuestras empresas públicas. El mercado interno sufre un deterioro significativo, con lo cual no solo pierden los asalariados, también los trabajadores por cuenta propia, los pequeños y medianos productores y comerciantes. Están planteados proyectos de ley que amenazan con hacer retroceder derechos históricos de nuestro pueblo, por ejemplo, en materia de negociación colectiva, seguridad social o la ley de medios. Al mismo tiempo, un puñado de uruguayos muy ricos y empresas transnacionales (los malla oro) han visto crecer enormemente sus ganancias. Debemos ser capaces de presentar un programa que pueda dar soluciones a los grandes dramas nacionales y encauzar la reconstrucción del entramado social que está quedando debilitado por las políticas de este gobierno”.
Participativo y democrático
La CNP tiene, a su vez, una amplia diversidad de “unidades temáticas” las cuales son abiertas, es decir, la militancia frenteamplista puede sumarse a participar de las mismas. Los aspectos de la realidad abordados en estas Unidades son de una gran diversidad; van desde Convivencia y seguridad ciudadana, Economía social y solidaria, Trabajo, empleo y relaciones laborales; pasando por Vivienda y hábitat, Género, Educación, etc. La participación de los y las militantes organizadas en el FA genera también un ida y vuelta entre los Comité de Base, Zonales y Departamentales y la propia CNP. Lo cual implica una tarea sistemática de seguimiento y de generar los espacios colectivos para el intercambio de las discusiones y las propuestas que van surgiendo en las propias Unidades.
Al respecto, Giometti expresó que “es fundamental que la elaboración del programa del FA se desarrolle de forma democrática y participativa. Esto implica la participación activa de los sectores y bases del FA, a lo largo y ancho de todo el país, el funcionamiento de las Unidades Temáticas. A su vez se tiene que hacer en diálogo con las organizaciones del campo popular, las tradicionales y las de nuevo tipo. El programa de la fuerza política tiene que recoger las principales demandas y propuestas de nuestro pueblo. La iniciativa “el FA te escucha” y las recorridas por el interior del país y las coordinadoras de Montevideo son actividades claves en este proceso”.
No se trata de restaurar sino de transformar
El programa del FA debe ser una herramienta que nos permita retomar el gobierno nacional, pero no con un objetivo “restaurador” de la situación de 2019, o para volver a hacer exactamente lo mismo que hicimos en los 15 años de gobiernos nacionales frenteamplistas.
Debemos profundizar transformaciones que se iniciaron en los gobiernos del FA con un sentido popular; corregir y revertir los errores que se hayan cometido; innovar y desarrollar nuevos lineamientos de transformación necesarios para este momento histórico.
“El FA se debe constituir en la esperanza del pueblo uruguayo, para reconstruir un entramado social deteriorado, pero también para desarrollar una serie de transformaciones profundas que están pendientes, que nos permitan comenzar a superar los límites estructurales que tiene nuestra base socioeconómica y abrir cauce a la mejora duradera y generalizada de las condiciones de vida material y social de nuestro pueblo”, sintetizó Giometti, el delegado del PCU a la CNP.
Proceso en etapas
Esta primera etapa de escucha y recorrida, de arduo trabajo en las Unidades Temáticas, se desplegará hasta marzo de 2023. De marzo a junio del 2023 se desarrollará la segunda etapa, en la que la CNP redactará el documento borrador de las “Bases programáticas” que será presentado al Plenario Nacional para su aprobación. En este punto se iniciará un nuevo intercambio y debate para acompañar la consideración del documento en todos los espacios de la fuerza política. Finalmente, a finales de 2023, se desarrollará el “Congreso programático”, que deberá dar la aprobación final de las “ Bases Programáticas de Gobierno 2025-2030”
En el VII Congreso Ordinario del FA (Balance, Crítica y autocritica) se definió con claridad que nuestro próximo “programa deberá encarnar un planteo concreto de proyecto nacional integrador de la región, antiimperialista, inclusivo, antirracista, antipatriarcal, popular y democrático; con soberanía y justicia social, con eje en la defensa de los derechos humanos de la vida y del ambiente” y se agregó que “tenemos que elaborar -en diálogo con la sociedad- una propuesta abarcativa para el país, un nuevo modelo de desarrollo alternativo que nos permita avanzar y crear las precondiciones de una sociedad cualitativamente distinta a la actual, más justa y radicalmente democrática, lo cual supone cambios en lo económico, lo social y en la dimensión político institucional. La transformación y diversificación de la matriz productiva, el desarrollo local y descentralizado, la dimensión medioambiental, la propiedad autogestionaria y cooperativa, la apelación al ahorro nacional y la profundización de los derechos y de la democracia, entre otros aspectos, tendrán allí su lugar”.
Inicia, entonces, un camino de construcción programática que deberá estar a la altura de los desafíos que nos presenta este “nuevo tiempo”, en diálogo permanente con las organizaciones sociales, el movimiento sindical y la militancia territorial, para que el nuevo Programa del FA sea el programa del pueblo, de las grandes mayorías para luego defenderlo y asegurar su concreción.
Paola Beltrán