Gerardo Núñez en la Cámara de Diputados. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

“El gobierno tiene puesto el piloto automático, pero en reversa”

Por Victoria Alfaro

En entrevista con EL POPULAR el diputado de Unidad para los Cambios, 1001-FA, Gerardo Núñez, analizó la discusión sobre el presupuesto en la Cámara de Representantes. Ahora le toca el turno al Senado y es fundamental la movilización social y política para lograr más cambios en un proyecto que solo recorta por el lado más débil de la sociedad, mientras otorga más dinero a los poderosos de siempre.

-¿Cuáles son los aspectos más importantes del proyecto del Presupuesto Nacional discutido recientemente en Diputados?

Claramente el Presupuesto refleja una intención de la coalición de derecha de, en primer lugar, generar un conjunto de recortes sobre las políticas públicas que van a recaer en las trabajadoras y los trabajadores, los jubilados y los pensionistas, o sea del pueblo uruguayo en general. Y en segundo lugar también se visualiza una perspectiva claramente privatizadora que está integrada en la lógica presupuestal que presentó el actual gobierno.
Es un presupuesto que lo que intenta más que nada es reducir el déficit fiscal, el único objetivo que aparece desarrollado es la reducción del déficit fiscal como un objetivo en sí mismo. Como si eso hiciera que toda la economía funcionara, cuando es todo lo contrario: las medidas que se están tomando son netamente recesivas desde el punto de vista económico.
Lo que visualizamos es que va a haber un empantanamiento en la economía y por lo tanto una menor recaudación del Estado. Por lo tanto, al tener menos ingresos puede ser que exista un aumento del déficit fiscal y no una baja como está previsto. Entonces, ese déficit fiscal tiene la particularidad de que se propone reducir del 4.8% que fue en el 2019 al 2.3% al final del 2024. Pero, es una reducción que va a caer porque se va a pagar a través de los salarios, la remuneración pública, a través de las pasividades que están obviamente vinculadas al índice medio salarial, y la inversión de las empresas públicas. Esos tres elementos son los que financian el 1.3% de ese 2.3% que se prevé para el 2024 de déficit fiscal.
Lo que señalamos es que esta situación de ausencia de la inversión pública, va a generar una contracción de la economía. Cuando uno ve cuáles son las ideas fuerzas que hay dentro del presupuesto general para generar empleo no hay nada. Casi todo está colocado en la esperanza de depositar en los “malla oro”, que vendrían a ser las empresas privadas. Está muy bien que vengan las empresas privadas a invertir en aquellas áreas que nosotros establezcamos como país, importantes para el desarrollo. Ahora no puede ser la única opción o la única alternativa.

-Es como que no tuvieran un plan B.

Claro, todo está focalizado en la inversión privada, ahora la inversión pública es muy importante para generar dinamismo en la economía, también en las áreas que son importantes. Entonces, tuvimos el ejemplo en los años anteriores de atravesar una crisis económica como la del 2008 y la del 2009, que impactó en el mundo, fue una crisis económica muy grande, que en el Uruguay no se sintió. Pero, no se sintió porque se tomaron medidas contra cíclicas, es decir hubo una fuerte inversión del Estado, una fuerte impronta de redistribución de aumento de salarios, de las pasividades, que generaron mejores condiciones para que no se afectara, ni el mercado interno, ni el poder de compra de la gente.
Lo que vemos ahora es todo lo contrario, las medidas en una crisis mundial van en un sentido netamente cíclico y ni siquiera están viendo que es lo que están haciendo otros países del mundo. No estoy hablando de países socialistas sino de Estados Unidos, China y la Unión Europea, allí están viendo que tendrán que aumentar su déficit fiscal, tendrán que endeudarse más, fruto de lo que ha pasado con la crisis económica y sobre todo con los efectos de la pandemia.
-Esos países van a hacer una inversión fuerte en lo público.
-Claro, van a apostar fuertemente a la inversión pública, para generar trabajo y dinamismo en la economía. Pero, además hay otro componente importante que hay que analizar a la luz de la pandemia, y es que los países que mejor manejaron la situación de crisis pandémica, son los países que más estructuras estatales sólidas tenían. Por eso, Uruguay por ahora la viene llevando bastante bien, porque tenía un sistema de salud público fortalecido, una educación pública fortalecida, una universidad pública que además de generar insumos importantes para el combate a la pandemia también desarrolló de manera independiente un conjunto de test que nos permitieron, en poco tiempo, duplicar la cantidad de test por día y tener una mirada objetiva de lo que estaba pasando en nuestro país. Todo esto son cosas que realmente preocupan en este contexto.

-Podemos agregar que incluso el FMI hace poco recomendó el impuesto a los “malla oro”, a los más ricos. Da la impresión que el gobierno no se adapta a los tiempos que corren, es decir, no hay un plan B ahora, pero tampoco en el futuro, es bueno aclarar que no hablamos del mismo contexto mundial en el cual planificaron su estrategia de gobierno al ganar las elecciones nacionales.

Exacto, es que el gobierno viene con esa lógica casi que de capricho, y estar con los ojos tapados, porque la Ley de Urgente Consideración, que habían propuesto algunos titulares en la campaña electoral y en enero pasado, después con la pandemia arriba de la mesa no trajeron ninguna propuesta concreta para hacer frente a esta situación. O sea, continuaron con el piloto automático, y el presupuesto da la impresión que también, partieron con una idea previa a la pandemia y previa al impacto de la crisis económica, y sigue con el piloto automático. Es decir no hay flexibilidad para incorporar medidas que atienda la parte sanitaria, que atiendan la realidad económica. Pasa lo contrario que en el mundo, en el Uruguay en este contexto de la pandemia hay un recorte de la Salud Pública, es algo inexplicable para este momento. Se propuso un recorte a la Universidad de la República donde se produce un porcentaje más del 80% de la investigación que existe en nuestro país, y una parte de esa investigación está volcada a la salida de la situación pandémica, en insumos médicos y tecnológicos para salir de esta situación. Es contradictorio que frente a este contexto se esté reduciendo la inversión en áreas que justamente le esté haciendo frente a esta situación.
El presupuesto es un recorte y un ajuste focalizado, no es un ajuste a rajatabla, es un ajuste que cae justamente sobre el pueblo uruguayo. Porque mientras se ajuste al salario de los trabajadores públicos y privados muchos van a perder el salario real. Lo cierto es que muchos trabajadores en el 2021 van a perder salario, entre ellos los maestros, los docentes, lo enfermeros, los trabajadores públicos en general. Entonces, es un recorte selectivo que está focalizado en las y los trabajadoras y el pueblo en general, mientras se le da exoneraciones tributarias a grandes grupos económicos a través del impuesto a la tierra, el patrimonio y el IRAE.

-Otra vez se beneficia al sector agroexportador, a los grandes emprendimientos.

Sí, a los grandes emprendimientos empresariales en el Uruguay, entonces hay una clara decisión de exonerar a un sector que hoy tal vez no lo necesite, y se cargan las tintas sobre el pueblo uruguayo en general. No olvidemos que previo a la pandemia aumentaron los impuestos en el Uruguay, aumentaron los impuestos a las personas que compran con tarjeta de crédito en los restaurantes, para las personas que consumen a través de la tarjeta de débito que son miles de uruguayos que hacen las compras de esa manera, disminuyeron la devolución del IVA, es decir aumentaron los impuestos, por más que ellos lo llamen de otra manera. Las tarifas públicas que también aumentaron previo a la pandemia, y que continuaron con el piloto automático sabiendo que mucha gente en la pandemia se quedó sin trabajo y por ende sin sus ingresos. Mientras siguen con el recorte de las empresas públicas se les otorga un aumento a los directores de algunos Ministerios, como son los de Desarrollo Social y de Economía y Finanzas donde van a tener aumentos de 60 mil pesos en este contexto de crisis.
Venían con un discurso de ajuste y austeridad, pero eso es para el pueblo uruguayo, ahora para los directores, los cargos de confianza, para la gente que entra a dedo en algunos Ministerios ahí no hay el mismo criterio.
Por otro lado hay un tratamiento diferencial respecto al Ministerio de Defensa, frente a otros ministerios, porque es el único que empieza a crecer su presupuesto después del año 2021. Nosotros no tenemos un discurso anti militar, ni anti Fuerzas Armadas, lo que sí decimos es que en este contexto donde hay una crisis económica y sanitaria se le pide un esfuerzo a los trabajadores y a las trabajadoras, como si este fuera el momento para aumentar el presupuesto en materia de Defensa, como si Uruguay estuviera frente a algún tipo de situación bélico de defensa, que claramente no parece que estemos ante esas circunstancias.

-No hay siquiera un análisis de los militares donde se plantee ese escenario.

Exacto, no hay nada que prevea ese escenario, y por si fuera poco, aumenta el presupuesto para cargos de oficiales, generales y coroneles.
Mientras tanto se le está cortando la partida de alimentación al INISA un 30%, cae el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social un 7%.Echaron para atrás, pero querían revisar cómo estaba funcionando el sistema del boleto estudiantil, porque parece que ahí había algunos gastos que no eran los correspondientes según la visión del Ministerio de Transporte que después cambió.
Están revisando todos los gastos, pero quieren darle un aumento de presupuesto al Ministerio de Defensa y presupuestar más coroneles y generales. Es realmente inexplicable por donde se lo mire esta situación.

-Esto es un problema serio, porque además está planteado un escenario donde los próximos años van a ser muy complejos. Tomando en cuenta todo esto ¿cómo actuó la coalición de derecha en el Parlamento?

La coalición en general se movió como un bloque integrado por el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente, el Partido de la Gente y el PERI, porque Vega forma parte de la coalición, por más que algunas cosas no las vote, pero hasta ahora han jugado juntos en la mitad de los temas. Ellos tienen una solidez conformada, que permitió que los grandes temas del presupuesto salieron, más allá de que se expresan algunos temas de discusión y tensión en algunos artículos, como por ejemplo, lo que fue el plan de mejoramiento del barrio, donde sectores de Cabildo Abierto y el Partido Colorado no lo votaron, o sea, la propuesta de sacar el mejoramiento del barrio del Ministerio de Vivienda y ponerlo en la OPP no prosperó.
La Unidad Agroalimentaria Metropolitana con la famosa discusión que se dio con la Intendencia y con otros actores políticos institucionales del país, tampoco fue votada por toda la coalición. Pero, en general, han tenido un comportamiento de bloque que obstaculizó la posibilidad de encontrar salidas y que se escucharon la propuestas del Frente Amplio, que hizo una cantidad de propuestas para redistribuir recursos y todas fueron rechazadas por una inmensa mayoría.
Por ejemplo, nosotros proponíamos volcar la plata de la presupuestación de los coroneles y generales a los CAIF y se dijo que no. Se propuso de un rubro que estaba sumamente inflado en el Ministerio de Defensa pasarlo para la Educación Pública y se dijo que no. Y así podría poner más ejemplos y propuestas.

-¿Qué otras propuestas hizo el FA?

Se hicieron propuestas de redistribución para sacar de lugares que no eran tan necesarios y volcarlos en otros que si lo necesitan: salud, educación, vivienda, que son áreas que tienen recortes muy grandes, paradójicamente las áreas que el actual gobierno dijo en campaña electoral, que iban a ser las prioridades presupuestales.
Dijeron que la prioridad iba a ser la educación y la vivienda, y tiene recortes muy grandes que van a generar complicación para los estudiantes, para la familia en general, para los docentes, para los funcionarios, pero también para la gente que más precisa una solución habitacional , un realojamiento, en fin.

– Ahora la discusión pasa al Senado, ¿hay posibilidades de introducir cambios?

La posibilidad siempre esta, creo que ahora esperamos el segundo tiempo, y creo que si el Frente Amplio en el Senado logra expresar la demanda del movimiento social, mientras este, al mismo tiempo, genera las condiciones de lucha en la calle, creo que eso puede abrir un espacio. Obviamente, si es por la coalición esto se vota a tapa cerrada.
Pero el movimiento popular nunca da una pelea por perdida de antemano, entonces obviamente que los compañeros y compañeras del Senado van a dar la pelea para que el presupuesto mejore lo mejor posible, para que se establezca la menor cantidad de recortes posibles. Ahora, esa lucha parlamentaria cae en saco roto si no hay una presión social y política que genere las condiciones para transformar.
Nosotros, por una cuestión de concepto y de método no creemos que las transformaciones se haga entre cuatro paredes, el Parlamento, la Cámara del Senado y la Cámara de Diputados, ahora hay un escenario de participación, que es la clave para que realmente se logren mover los engranajes de los acuerdos que están muy sellados a la interna de la coalición.

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