Como consecuencia del bloqueo financiero y comercial impuesto por el Gobierno de EEUU a Venezuela, el país presenta “un deterioro de los activos y del patrimonio consolidado de PDVSA” que asciende a 57.133 millones de dólares.
La cifra es muy superior a los 50.000 millones de dólares que fueran estimados por el Fondo Monetario Internacional, como necesarios para ponerle fin a la pandemia de Covid19 en el mundo.
De acuerdo al Informe del Comisario 2020 de PDVSA, señala que, “desde 2015 la empresa experimenta caída en los ingresos y escasa Inversión, a lo cual se añade la incertidumbre sobre su reactivación productiva”.
Este proceso negativo se acentuó en 2017, 2018, 2019 y 2020 y se mantienen en lo que va de 2021, lo que se traduce, señala el Informe “en el deterioro financiero de los activos y en una sistemática disminución del Patrimonio Consolidado durante los últimos cinco años”.
De acuerdo al documento, el boicot norteamericano “ha causado escasez de inversiones y con ellas el deterioro y precariedad de las infraestructuras productivas, lo cual se expresa en el detrimento contable del valor de los activos, con el consecuente efecto directo sobre el patrimonio consolidado de PDVSA, también definido como la parte residual de los activos una vez deducidos todos los pasivos”.
“El patrimonio consolidado de PDVSA, auditado en 2015, alcanzaba a 90.879 millones de dólares, en tanto que, al cierre de 2020, las cifras no auditadas revelan una reducción a 33.746 millones de dólares, con una disminución inter anual de 5.382 millones de dólares” lo que es “equivalente al 14% respecto al patrimonio consolidado al cierre de 2019, cuando registró un monto de 39.128 millones de dólares”, informó el diario Últimas Noticias, de Venezuela
En el informe se describe que el Capital Social de PDVSA, o lo que es igual, el valor de sus acciones, “totaliza 39.004 millones de dólares y con los rendimientos históricos de la gestión del negocio al 2015, el Patrimonio Consolidado alcanzaba MMUS$ 90.879, concepto que se ha reducido sustancialmente al cierre del año 2020”, luego que PDVSA y sus negocios sufrieran “los catastróficos embates del boicot comercial y financiero impuesto por los EE UU”.
“Esta es la devastadora concreción financiera del boicot impuesto a Venezuela y PDVSA por los EE. UU. Este deterioro financiero debe ser demandado ante tribunales internacionales con vista a obtener el resarcimiento patrimonial correspondiente. Son actos de guerra unilaterales que han causado profundos daños económicos. Han perseguido a los países y personas que han intentado hacer negocios con Venezuela”, denuncia en su Informe 2020 el Comisario de PDVSA.
