Por Victoria Alfaro
El director general de la Organización Mundial de la Salud Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo:
“El mundo está al borde de una catastrófico fracaso moral, y el precio de ese fracaso se pagara con vidas y empleos en los países más pobres…”
Ya lo estamos viendo, sobre todo en América Latina y en el continente africano, ya la distribución de las vacunas está anunciada como algo desigual.
Actualmente se han distribuido alrededor de 39 millones de dosis, de las cuales solamente el 0,0006 por ciento, escucharon bien, se ha distribuido en los países más pobres.
Estados Unidos, China, el Reino Unido e Israel son los que han acaparado más el tema de las vacunas hasta el momento, sin embargo la Organización Mundial de la Salud establece que el 20 por ciento de la población mundial debería ser inoculada este año, aunque para llegar a una cobertura eficaz del Coronavirus en los próximos años debería estar vacunado el 70 por ciento de la población mundial.
El director de la OMS, planteó su preocupación también porque la desigualdad no solo está demostrada entre los países, sino entre la pobreza y los más ricos. Ahí lo vemos, actualmente hay un sector de la población medio-alto en los países más ricos que se están vacunando, mientras sectores de riesgo en los países más pobres como son el sistema sanitario no lo están haciendo, por lo tanto es desigual también en ese aspecto.
Otra cosa que también ha criticado la Organización Mundial de la Salud son los acuerdos bilaterales entre los países y los laboratorios, lo cual marca un desajuste aun mayor, ahí vemos nuevamente la acción del capitalismo en su máximo potencial, es así, que la OMS recomienda dar marcha atrás en este aspecto específico de la negociación, y abrir un marco de negociación global para distribuir las vacunas como debe ser, a los más necesitados primeros, a los sectores de riesgo en primer lugar.
Esperemos que en los próximos días haya una nueva solución y que la Organización Mundial de la Salud pueda realmente hacerse cargo de esta situación.