Crece la inflación, siguen cayendo los salarios y el empleo aún no recupera niveles pre pandemia.
Bruno Giometti (*)
Los últimos datos de la actividad económica muestran la continuidad del deterioro de la situación de los sectores populares. La inflación tuvo un repunte, y lo que más suben son los alimentos y otros insumos básicos; el salario sigue perdiendo poder adquisitivo y eso impacta en las jubilaciones y pensiones; el empleo mejora, pero aún está por debajo de los nivele prepandemia. Mientras los principales rubros agropecuarios crecen con respecto a antes de la pandemia y 35 de las 50 mayores empresas exportadoras ya vendieron en 2021 más que en 2019.
Repunte inflacionario
En octubre del presente año se registró un incremento del Indice de Precios al Consumo (IPC) de 1,04% mensual. La inflación en los 10 meses que van del año 2021 alcanzó el 7,79% mientras que el acumulado de los últimos 12 meses a octubre se ubicó en 7,89% lo que representa una aceleración del ritmo de incremento de los precios respecto a los meses anteriores.
Los productos que mayor incidencia tuvieron en el incremento de precios de octubre fueron los alimentos (principalmente la carne y las verduras) aunque también aumentaron de forma importante otros rubros como la vestimenta. Si bien no hubo ajuste de tarifas este mes, es probable que los incrementos de combustibles efectuados entre junio y agosto sigan teniendo impacto diferido en los precios de distintos productos que componen la canasta, vía aumento de costos de producción y distribución.
La suba de la inflación impacta de forma directa en los sectores de ingresos fijos, que ven deteriorado su poder adquisitivo. Resulta especialmente preocupante que algunos rubros de consumo básico vengan teniendo incrementos significativos, por encima del promedio, en el último año móvil (carnes, aceite, bebidas, super gas) dado que tienen un impacto diferencial sobre los sectores de ingresos más bajos.
Salario real sigue a la baja
El Indice Medio de Salarios (IMS) de setiembre nos permite ver que en el tercer trimestre se siguió profundizando la caída del poder adquisitivo de los salarios. En los últimos 2 años el Indice Medio de Salarios tuvo una variación acumulada de 13,7% mientras que en igual período la inflación fue 18,1% lo que marca una caída del salario real promedio del orden del 4% en el período.
Al cierre de 2021 tendremos por segundo año calendario consecutivo una caída del salario real medio (dado que la variación del Indice Medio de Salarios en 2021 estará por debajo de la inflación de dicho año). Esto impacta negativamente en el ajuste de jubilaciones de enero de 2022.
De mantenerse en los próximos meses los niveles de inflación actuales, es posible que el salario real siga cayendo también a lo largo de 2022 y recién en 2023 pueda comenzar una trayectoria de recuperación. El ajuste para julio de 2021 previsto por los lineamientos salariales del gobierno (2,5%) en teoría tiene un componente de recuperación por encima de la inflación, pero conocidos los últimos datos de incremento de los precios, queda en evidencia que el total de ese ajuste no es suficiente para cubrir la inflación del segundo semestre de este año, por lo cual no solamente no se recupera, sino que se profundiza la pérdida. Para el año 2022 los ajustes planteados (para los sectores que tienen que recuperar la pérdida de la ronda puente) son de 3,5% en enero y 3,1% en julio que de mantenerse los niveles actuales de inflación tampoco serían suficientes para detener la pérdida. Recién en el 2023 con los correctivos de inflación y la siguiente ronda de negociación se estaría comenzando la recuperación salarial.
Empleo mejora, pero sigue por debajo de 2019
Los datos de empleo de agosto y setiembre (últimos disponibles) muestran un repunte en relación a los meses anteriores. A modo de referencia, en el período enero/setiembre del año 2019 la tasa de empleo fue de 56,5% lo que representa unas 1.620.000 personas ocupadas. En enero/setiembre del año 2021 la tasa de empleo promedio es 55,1% es decir casi un punto porcentual y medio por debajo de la situación pre pandemia. En agosto y setiembre la estimación de la tasa de empleo se ubicó en 55,9% y 55,8% respectivamente, es decir, aún más de medio punto de la tasa de empleo por debajo de 2019. Cada punto de la tasa de empleo son aproximadamente 28.000 personas.
Si bien los últimos dos datos mensuales muestran una mejora relativa, debemos esperar lo que suceda en los próximos meses para calibrar adecuadamente si este repunte se sostiene en el tiempo o el escenario general retoma una trayectoria de “meseta” como se vio en el primer semestre de este año, con niveles de empleo insuficientes.
Mientras tanto los Malla Oro…
La marcha de la economía es muy heterogénea como vienen mostrando los distintos análisis de coyuntura realizados por especialistas en el tema. Algunos sectores de la economía cayeron de forma muy pronunciada en 2020 y se vienen recuperando de forma relativamente acelerada; otros cayeron fuertemente y su recuperación es lenta; mientras que hubo sectores poco o nada afectados durante la pandemia y ya están en niveles de actividad y facturación superiores a los que se tenían antes de la pandemia.
En esta situación de repunte y crecimiento están los rubros agropecuarios y la agroindustria exportadora, que además son los sectores de mayor poderío de la economía uruguaya. De los 10 sectores que en 2019 eran los de mayor peso en la matriz exportadora de bienes 7 de ellos (carne, lácteos, concentrado de bebidas, madera, arroz, subproductos cárnicos y productos farmacéuticos) llevan exportado en enero a octubre de 2021 más que en enero a octubre de 2019. Con el agregado de que en igual período el precio del dólar (moneda de referencia de los ingresos de los exportadores) creció por encima de los costos generales de la actividad. En cuanto a la desagregación por empresas la situación es similar. De las 50 mayores empresas exportadoras, un total de 35 ya están en 2021 por encima del valor exportado en 2019, algunas muy por encima.
En estos sectores, como mínimo, el salario real debería recuperarse al mismo ritmo que las ganancias de las empresas y no estar a la baja como sucede hasta el momento. En particular en la fase primaria de la producción, donde los salarios son más bajos.
Por otro lado, existen datos que reflejan una concentración del ingreso en los sectores más ricos. El informe realizado por AEBU es ilustrativo al respecto, crecen en porcentajes históricos las cuentas bancarias de mayor porte, tanto locales como en el exterior. Esos recursos no salen de la nada, se crean en los sectores que tuvieron niveles de rentabilidad más elevada en este último período.
Es de sentido común exigir a estos sectores un aporte mayor a las arcas del Estado, para poder desarrollar políticas centradas en los derechos de nuestro pueblo y evitar un crecimiento acelerado de la concentración de la riqueza y la desigualdad.
(*) Economista del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT y del equipo de “Valor!!”.