Quedan 16 días para construir, con militancia, con compromiso y con mucha convicción, una nueva hazaña popular. El sábado 27 vence el plazo para entregar las firmas que habiliten la realización de un plebiscito constitucional que establezca, sin sombra de dudas, que la seguridad es un derecho humano, de todas y todos y no un negocio muy lucrativo para unos pocos. Eso es el centro de lo que está en discusión.
El plebiscito, que impulsa la campaña de “Afirmá tus derechos”, busca establecer tres seguridades básicas: que se recupere el derecho de jubilarnos a los 60 años, el derecho no la obligación como mienten en la campaña de miedo que se opone a la iniciativa popular; que las jubilaciones y pensiones mínimas serán, al menos, igual al salario mínimo nacional y que se terminará con el lucro en la seguridad social, en especial con el impresentable régimen de las AFAP.
Este plebiscito es la respuesta que el movimiento sindical y popular decidió dar a uno de los principales componentes del ajuste neoliberal implementado por el gobierno de la coalición de derecha: la reforma jubilatoria. Un verdadero condensado de propuesta conservadora y antipopular que recorta derechos a mansalva, hará que la gran mayoría de las y los uruguayos tengan que trabajar más años para cobrar menos jubilación y que carga, exclusivamente, sobre los hombros de las y los trabajadores la responsabilidad del financiamiento del sistema de seguridad social, mientras amplía hasta el escándalo las facilidades para que el gran capital financiero haga multimillonarios negocios con los ahorros jubilatorios a través de las AFAP.
Entonces, en primer lugar, el plebiscito es una respuesta de lucha de las y los trabajadores y de la gran mayoría del movimiento de popular contra una reforma jubilatoria injusta y antipopular, que implica un grave daño para el presente y aún más para el futuro de la mayoría de nuestro pueblo.
Es una herramienta, constitucional, democrática, para que el pueblo exprese, directamente, su opinión sobre un tema que nadie, absolutamente nadie, ni el más convencido defensor de la reforma jubilatoria y opositor al plebiscito, puede negar que es de enorme relevancia.
Respaldan la convocatoria las más importantes organizaciones sociales del país que constituyen la columna vertebral del movimiento popular uruguayo.
La causa es justa, es importante y tiene un respaldo que es una garantía de compromiso democrático y perspectiva transformadora.
Por todas estas razones, hemos fundamentado cada punto que propone el plebiscito largamente y en múltiples oportunidades, hacemos una nueva convocatoria a sumarse a esta tarea de enorme contenido democrático y popular.
El PIT-CNT y los sindicatos, la FEUU, FUCVAM, organizaciones feministas y ambientalistas y las organizaciones políticas que respaldan el plebiscito están realizando jornadas diarias de recolección de firmas. En estos días que faltan hay jornadas nacionales en los dos fines de semana que quedan e iniciativas cotidianas entre semana.
En estos días que quedan se trata de aumentar el ritmo de recolección de firmas y de remisión de las papeletas con las mismas al PIT-CNT, la tarea es doble y las dos son relevantes.
Pero tenemos un desafío adicional. En estos días que faltan, más que nunca, hay que lograr que miles junten firmas, una, dos, las que puedan. Convocamos a que miles hablen con miles para lograr en estos días que falten un aluvión de miles de firmas que aseguren el plebiscito y, a la vez, grafiquen ante toda la sociedad el respaldo ciudadano que tiene esta iniciativa.
Todas las encuestas que han realizado dicen, con claridad, que es ampliamente mayoritario el rechazo a la reforma jubilatoria del gobierno de derecha. También muestran que mayoritariamente, en un entorno cercano al 60%, las y los uruguayos están dispuestos a acompañar con su firma para que haya plebiscito.
El gran desafío, organizativo, político, es lograr en estos 16 días que quedan que ese apoyo se materialice en firmas.
Esa es la gran tarea en estos 16 días que faltan. No hay nada más importante. Es parte de la construcción de la repuesta popular y del nivel de organización, movilización y conciencia, necesarios para derrotar al bloque de poder y a su expresión política, la coalición de derecha en el gobierno, a su modelo de desigualdad, corrupción, deterioro democrático y pérdida de soberanía.
Hay que repartir miles de papeletas para llegar a miles y que esos miles junten miles de firmas. Ese es el camino en estos días. Junto, por supuesto, a colocar los puestos fijos, participar en las barriadas, cubrir las ferias y hacer visible la campaña en todo el país.
El PCU y la 1001, en una jornada para la que EL POPULAR saca un póster en esta edición como adhesión, colocará más de 200 puestos fijos en todo el país el 20 de abril, en homenaje a los 8 mártires de la 20, el día que se hace el acto central.
Tenemos que ser capaces de convocar a miles en estos días y entonces, el 27 de abril, podremos celebrar una nueva hazaña popular.
La democracia se fortalece participando y ejerciéndola. La perspectiva transformadora se materializa cuando miles, organizadamente, la protagonizan y luchan por ella.
En estos 16 días tenemos la oportunidad de contribuir en ambos sentidos. Lo tenemos que hacer firma a firma.