Homenaje a Ramón Peré

Este 6 de julio se cumplieron 48 años del asesinato de Ramón Peré, militante de la UJC y la FEUU, en el marco de la Huelga General contra el golpe de Estado. La UJC, en atención a la situación sanitaria que vive nuestro país, este año le realizó un homenaje virtual.

Ramón Peré tenía 29 años cuando lo asesinaron, era estudiante de la Facultad de Veterinaria, docente de química en secundaria, militante de la UJC y la FEUU. Ramón fue asesinado el 6 de julio de 1973 mientras participaba de una volanteada contra el golpe de Estado en Rivera y Tiburcio Gómez, en la zona del Buceo, donde hoy una plaza lleva su nombre.

Lo asesinó de un balazo por la espalda Tranquilino Machado, militar que estaba de civil participando de la represión contra los que enfrentaban a la dictadura. Durante casi 40 años y sosteniendo la mentira oficial de que Peré había muerto en “un enfrentamiento” que nunca existió, Machado continuó con su carrera militar y llegó al grado de coronel. Hoy, fruto de la lucha de la familia de Ramón y de todo nuestro pueblo contra la impunidad, está condenado por asesino.

El homenaje de este año consistió en un video en el que Gabriela Borroni y Marcos Silva, del Círculo Ramón Peré, ofician de presentadores entrevistando a Alicia Jaime, compañera de Ramón y madre de sus dos hijos, Nancy y Andrés.

En el emotivo testimonio Alicia Jaime dice: “Yo lo conocí siendo una niña, tenía 16 años, vivía en Carmelo, me deslumbró su forma de vivir la vida, de estar comprometido con lo que hacía. Era una persona alegre, comprometida, con proyectos. Eso está en mi recuerdo, porque estuve muy poco tiempo con él, nos conocimos a los 16, nos casamos a los 18 y quedé viuda a los 22. Son seis años de estar con él, son años que te marcan la vida, por la persona y por las circunstancias en las que vivimos esos años”. “Ramón no se enojaba, estuve seis años al lado de una persona que no se enojaba. El resolvía los problemas y eso me permitió a mi estudiar. Yo lo que encontraba en esa convivencia con él era un ir para adelante continuamente. Buscar soluciones a los problemas y disfrutar la vida y reírnos y divertirnos y jugar con los chiquilines. Era una convivencia feliz. Yo en ese momento no sabía lo que era el miedo. No tuve idea de lo que era el miedo estando con él”, agrega. 

Alicia recuerda episodios cotidianos de su vida con Ramón: “Él me contaba cómo era la militancia, porque yo desde Carmelo no sabía. Un 16 de enero estábamos en casa, Ramón no había ido por la facultad porque se tomó unos días de licencia. Y apareció una compañera preguntando que había pasado que no iba a militar. Ramón le mostró la cunita con el bebe y ella dijo no se acordaba que estaba por nacer. Nos dejó los duraznos que había comprado”.

“Hasta ahora sus compañeros, aunque muchos han muerto, me transmiten la imagen que dejó en el Facultad de Veterinaria como ser humano, como profesor, como compañero de trabajo, fue asombrosa. Hace unos años los muchachos de la Asociación de Estudiantes de Veterinaria me convocaron para que fuera a hacer una charla, era tanta la avidez por conocerlo, no sólo a él, si no a los jóvenes de esa época, el sobresalía por sí mismo, por su actitud”, relata.

Recuerda que “el 26 de marzo de 1971 yo estaba en la Explanada de la Intendencia, viendo aquel gentío, nunca había visto tanta gente junta, escuchando a Seregni, y felices, tan felices estábamos. 

Alicia insiste: “No conocí lo que era el miedo viviendo con Ramón y eso que ya estaban los allanamientos”. 

Alicia explica cómo vivió el asesinato de Ramón: “Durante la huelga general, como los primeros días estaban lindos, de sol, yo iba a la Facultad de Veterinaria a ocupar y militar, después se hizo más difícil salir por el frío. Dos o tres días me fui con los gurises a ocupar la facultad. En cierto grado éramos ingenuos, no se si es la palabra, sabiendo lo que pasaba en la dictadura brasilera, que habíamos leído mucho, pero nos parecía que esa dictadura tan espantosa no podía pasar en el Uruguay. Y llegó y en las peores condiciones”.

Alicia narra que el 6 de julio de 1973 “llegaron cinco personas, el profesor Estévez, que yo conocía de la Facultad, el abogado Sarthou y tres personas más, a decirme que los acompañara al Hospital Militar. Yo iba con la idea de que estaba vivo”.

“El milico que estaba detrás del escritorio para mi tenía la altura hasta el techo. Yo me sentía chiquita. Me preguntó: ¿Usted que es de él? Soy la esposa, le dije. Bueno, va a tener que firmar para retirar el cuerpo. Así me dijo que había muerto”, contó Alicia.

“Estuvimos años luchando por identificar el culpable del asesinato, pero lo que nos movía a Andrés, a Nancy y a mi era la deconstrucción de la impunidad. Ese fue nuestro motor. No queríamos reparación económica, ni nada de eso, nada te puede reivindicar. Lo que queríamos era la verdad y que no hubiera impunidad”, indicó. Alicia recordó que Tabaré Vázquez, en su presidencia, determinó que el caso no estaba incluido en la Ley de Caducidad y habilitó la investigación, luego volvió a relatar detalles de cómo se presentó la demanda; el testigo, que estaba con Ramón en el momento que lo mataron; la actitud de Tranquilino Machado, que se contradijo en todo el careo. Volvió a contar que con sus hijos presenciaron el “rearmado forense” del cuerpo de Ramón para probar que la bala entró por la espalda. 

Joaquín Márquez, del Círculo Ramón Peré de la UJC, habló de los mártires estudiantiles, de Líber Arce y del significado del 14 de agosto. Luego Maico Silvera, edil de Montevideo de la 1001 y el Frente Amplio y militante del círculo Ramón Peré de la UJC, reflexionó sobre el ejemplo de este en el presente. “Recordarlo es mantener viva su lucha y proyectar su perspectiva en la construcción de un horizonte transformador. Es luchar hoy contra un gobierno que limita nuestros derechos y nuestras libertades. Es ponerle el cuerpo a las más de 300 ollas populares que funcionan en Montevideo, es juntar las firmas que nos hacen falta para habilitar la consulta popular sobre 135 artículos de la LUC. Es organizarnos con perspectiva unitaria para construir una alternativa popular”. 

Verónica Mato, diputada del Encuentro 18 de Agosto, Unidad para los Cambios y el Frente Amplio participó del homenaje y definió a Ramón Peré como “un joven militante comunista que luchaba por un mundo mejor, en uno de los momentos más tristes y difíciles de la historia de nuestro país y que, sin quererlo, pago su vida por luchar por un mundo más justo. En el marco de la Huelga General miles pusieron el cuerpo para decirle no a la dictadura, porque no se podía ser indiferente. Y Ramón no fue indiferente, estuvo allí, luchó y de forma vil y por la espalda, le arrancaron la vida”.

Graciela Suárez, militante de la UJC, del Círculo Gladys Marín, finaliza el homenaje recitando un poema de su autoría: “Los quisieron callados, más no hubo silencio, rebeldía en gritos, a través del tiempo. Ahuecada el alma, se mueve sin peros, porque un futuro espera y porque faltan ellos. Ellos que abrazaron la bandera del pueblo y dejaron su vida atascada en el viento. Más no se fueron del todo, pucha que no se fueron, que vivirán en cada lucha que nos encuentre de pie, por dignificar la vida, nuestra razón de ser”.

 

Enlace con el video completo del homenaje de la UJC a Ramón Peré:

https://www.youtube.com/watch?v=3PsJBBixK1c

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