Industria: expansión con vaivenes y heterogeneidad

Bruno Giometti (*)

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica todos los meses el Índice de Volumen Físico de la Industria Manufacturera, así como el Índice de Personal Ocupado y de Horas Trabajadas, lo que permite dar un seguimiento detallado a este sector de actividad relevante en la economía nacional. 

En las economías dependientes, como la uruguaya, la industria manufacturera se caracteriza por tener un escaso desarrollo en términos comparativos. En general los rubros de la industria manufacturera con más importancia son los asociados directamente al procesamiento de productos primarios, aunque con poca agregación de valor y bajo desarrollo de encadenamientos productivos. En las últimas décadas además se ha profundizado la extranjerización de la propiedad del capital en las principales ramas industriales.

En el último año, comparando los últimos 12 meses (setiembre 2022 a agosto 2023) con los 12 meses anteriores (setiembre 2021 a agosto 2022), la producción global de la industria manufacturera se mantuvo estable. Por su parte, si comparamos con el año 2019, es decir el desempeño de los últimos 3 años y medio, el volumen físico de la industria manufacturera se expandió un 11% aproximadamente. Dentro de este panorama general, algunos sectores mantienen una trayectoria positiva y presentan tasas de crecimiento positivas tanto respecto a 2019 como en el último año (alimentación, que es con distancia la rama de mayor peso relativo en el total de la industria manufacturera; celulosa y papel; farmacéutica; minerales no metálicos; maquinaria). Cabe destacar, no obstante, que, en la alimentación, la producción de la rama frigorífica tuvo una retracción en el último año móvil del orden del 14% aunque se mantiene 9% por encima de su nivel de 2019. Por otra parte, ramas industriales como la textil, cuero, gráfica, metalúrgica y química, han tenido variaciones negativas en la producción del último año y se ubican por debajo de sus niveles de producción de 2019.

El Índice de Personal Ocupado de la industria manufacturera muestra una caída de 3% comparando el último año con el año 2019. En algunas ramas de actividad la caída de la ocupación acompaña la caída de la producción, por lo que se vincula con problemas estructurales de los sectores y desaparición de empresas (cuero, industria gráfica) mientras que en otros sectores la caída de la ocupación se asocia a procesos de incremento de productividad puesto que la producción total crece con menos personal (alimentación, celulosa y papel, farmacéutica).

Algunas conclusiones primarias que se desprenden de los datos relevados. En primer lugar, que la industria manufacturera en términos generales, en los últimos años, acompaña la evolución de la economía en su conjunto. Tras la caída de 2020, tanto la economía como la industria tuvieron un repunte acelerado en 2021 y parte de 2022, mientras que en 2023 se verifica una marcada desaceleración tanto a nivel de la economía en su conjunto como en la industria en particular. En segundo lugar, que en la industria manufacturera persiste la heterogeneidad estructural, con ramas de actividad que crecen dinámicamente en base al procesamiento de insumos de base agropecuaria (alimentación, celulosa), sectores con desempeño positivo que es importante seguir profundizando (farmacéutica), pero un conjunto predominante de rubros que acumulan problemas estructurales y disminuyen su producción. En tercer lugar, que los sectores más dinámicos de la industria manufacturera crecen en base a la mejora de la productividad del trabajo, lo cual es positivo, pero lleva a que globalmente no se generen empleos netos en el sector, sino que, al contrario, se pierden puestos de trabajo. 

Es necesario plantearse una política industrial de nuevo tipo, con mayor participación del Estado y los trabajadores, que oriente el desarrollo de nuevos rubros de producción y sectores de actividad, la generación de ventajas competitivas dinámicas, el desarrollo del tejido productivo, la integración nacional y regional, así como la creación de empleo de calidad.

(*) Economista

Foto de portada:

Una de las tantas movilizaciones realizadas por la Confederación de Sindicatos de la Industria en defensa del trabajo de calidad. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.

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