Insta Secretario General de Naciones Unidas a Israel a que detenga nuevas construcciones en territorio ocupado de Cisjordania

El pasado lunes las autoridades israelies de ocupación anunciaron la construcción de 5.623 nuevas viviendas en asentamiento ilegales en Cisjordania ocupada.

La cifra constituye un récord y va en consonancia con la política de represión y apropiación de tierras palestinas impulsadas por el régimen sionista.

El accionar de Tel Aviv ha sido posible, señala el portal de noticias KaosenlaRed, es posible gracias a “la débil e hipócrita reacción de Estados Unidos y la Comunidad Europea”, quienes restringen sus posiciones a “condenar, sabiendo que estas condenas no aportan nada”.

De las 5.623 nuevas unidades de asentamiento en la Cisjordania ocupada, 4.291 “se encuentran en avanzada fase de planificación y diseño”, por lo que se espera que rapidamente se inicie la ejecución de los mismos.

Las autoridades informaron que otras 1.332 viviendas están “en etapa de evaluación antes de la aprobación final y preparación de las licitaciones para la construcción”.

Según informó la ONG israelí Peace Now, las nuevas construcciones representan “una cifra récord, dado que en menos de seis meses de 2023 se han adelantado planes para más de 13.000 viviendas en Cisjordania frente a las más de 4.000 de 2022”.

Los anuncios de Tel Aviv, informó Telesur, dieron lugar a que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, condenara la aprobación israeli de construir más viviendas “en el Área C de Cisjordania, territorio palestino ocupado”.

La condena de Guterres fue dada a conocer mediante un comunicado de su portavoz adjunto, Farhan Haq, y en ella se rechaza, además, “la regularización retroactiva, según la ley israelí, de tres asentamientos adyacentes al asentamiento de Eli».

Para el vocero del organismo internacional, “este tipo de construcciones son una violación flagrante de la ley internacional y de las resoluciones relevantes de Naciones Unidas».

«La persistente expansión por parte de Israel de sus asentamientos en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este, agrava las necesidades humanitarias, alimenta significativamente la violencia, aumenta el riesgo de confrontación, afianza más la ocupación y mina el derecho a la libre determinación del pueblo palestino», aseveró Guterres, quien “instó al régimen sionista a que cese inmediatamente todas las actividades de colonias en los territorios ocupados y dé marcha atrás a la expansión que ha venido realizando”.

De acuerdo al Secretario General de la ONU, esta política del Estado sionista “impide que se logre una solución al conflicto, con una paz justa, duradera y amplia», sobre la base del establecimiento de dos Estados.

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