Gonzalo Perera
El sistema de gobierno de USA es federal, esto es, hay un conjunto de Estados con sus propios gobiernos y marcos normativos, por encima de los cuales están las normas e instancias de gobierno que se aplican a todos los estados, a “la Unión”, los que dan lugar a la expresión “Estados Unidos de América”, como se dicen en tierras del guardia pretoriano del imperialismo. Donde se entiende que “americanos” son solamente ellos, y los demás, somos meros extras en esta película. Por ello, cuando se habla de gobierno federal, por ejemplo, hay que entender que se refriere al gobierno nacional, y cuando se habla de las reservas o cuentas federales, se habla de las resultantes para todo USA. Por supuesto que esa resultante general puede ser muy diferente a la que se resulte analizando solamente a un estado en particular, sea California, Arkansas, Iowa, Texas o el que fuera. Pero lo que cuenta, a los efectos de la relación con el mundo, del impacto global, es justamente lo que pasa a nivel federal.
Las administraciones federales de USA han cerrado ejercicios anuales con déficit, sistemáticamente desde el año 2001. Es decir, a nivel nacional, no de ningún estado en particular, lo que ingresa en las arcas ha sido por la friolera de 22 años consecutivos, menos que lo que ingresa. Por una fuente insospechable de izquierdismo, de las muchas que lo dicen con todas las letras, referimos a nada menos que CNN, en particular a https://cnnespanol.cnn.com/video/deuda-gobierno-federal-economia-debate-techo-deuda-impacto-panorama-mundial/
Obviamente, con ese simple dato, aplicado a cualquier otro país del mundo, uno inmediatamente avizora un país quebrado, en llamas, intervenido por los organismos multilaterales de crédito (eufemismo para aves rapaces, como el FMI, por ejemplo), y en todo caso, cabe resaltar que ese pandemonio se desataría no con 22 sino con 5 o 6 años seguidos de déficit. Caben entonces dos preguntas. Una, es por qué razón USA tiene “coronita” respecto a su situación económica y financiera. Otra, es cuál es la situación real de la economía de USA hoy.
Empecemos por lo segundo. En estos momentos, el presidente Joe Biden negocia con el “speaker” (presidente de la cámara de representantes) republicano Kevin Mc Carthy , a los efectos de acordar “elevar el techo de la deuda”, punto al que volveremos. Un apunte que vale la pena es que desde fuentes gubernamentales de USA, se da por sentado que, si antes del 1 de junio no se logra “elevar el techo de la deuda”, entonces el gobierno federal deberá comenzar a cesar pagos de sus compromisos, ya sea internos (pensiones, deudas con proveedores y todo lo que implica en la cadena de pagos, etc.), como externos: fondos comprometidos a nivel internacional (lo cual podría desencadenar una crisis global considerable).
Pensemos en algo mucho más simple, como una vieja y querida chequera, que emite papeles, no necesariamente a cobrar inmediatamente, sino eventualmente cierto tiempo después, en función de los fondos depositados en una cuenta corriente bancaria que respalda a esos cheques. A veces, los bancos donde residen esas cuentas corrientes cubren ciertos montos “descubiertos”. Si el poseedor de la cuenta es buen cliente, que paga con regularidad, que tiene una cuenta redituable para el banco, si un día cae un cheque que no se puede cubrir en su totalidad porque lo depositado en su cuenta es algo menos de lo que hay que pagar, el banco se hace cargo de ese “agujero”, que naturalmente debe ser cubierto por el emisor del cheque rápidamente para no generar un gran lío, con montos y plazos previamente contratados entre el emisor y el banco. El monto y el tiempo que el banco aguanta “a la descubierta” al emisor de cheques, es una aproximación caricatural, pero a nuestro juicio clara, de la esencia del llamado “techo de la deuda”. Si un emisor de cheques supera en monto o plazo su contrato previo para reponer lo necesario en su cuenta corriente, será acusado de librar cheques sin fondos y objeto de acciones judiciales. Ahora bien, si algún emisor de cheques tuviera la potestad de cambiar las reglas de juego cuando ya empezó el partido, podría estar mucho tiempo a salvo de cualquier acusación, no porque haya “honrado” su deuda o contrato inicial, sino, simplemente, porque subió el monto o plazo en la que el banco debe cubrir su insolvencia.
Si Ud. trabaja con un banco en el cual durante 22 años a un cliente se le permite siempre quedar “a la descubierta” y cambiar sus reglas de juego cada vez que lo precisa, mientras a usted lo intentan ejecutar por que se tardó por un poquito un breve lapso… ¿Qué opinaría Ud. del banco en cuestión?
Pero, además, cabe preguntarse si el banco mismo no quebrará, obligado una y otra vez a salir a tapar desde sus propias arcas los agujeros que le genera el cliente en cuestión.
Este ejemplo caricatural creemos que explica el misterio del “techo de la deuda” en USA. USA desde hace 22 años no llega a cubrir sus deudas, porque recibe menos de lo que gasta (básicamente por su sideral presupuesto armamentista). Para cubrir esos déficits, en lugar de largar cheques, emite distintos valores, bonos (algunos inmediatos, otros a 30 años), que son papelitos que se van acumulando y a veces, últimamente muy a menudo, “quedan a la descubierta”. Así que “su banco” lo cubre. Para el caso, “su banco” es todo el sistema financiero del capitalismo globalizado. Con un nada menor detalle: quienes fijan montos y plazos de la “descubierta” tolerable, es lo que el propio Congreso de USA define como “techo de endeudamiento”.
Nuevamente, bajemos, caricaturalmente, estos conceptos a nuestra escala. En los últimos meses han quebrado bancos de suma relevancia en USA, incluido alguno que fue motor del llamado Sillicon Valley, donde residen la mayor acumulación de empresas de tecnologías de la información y comunicaciones, desde los servicios más básicos (soporte computacional, servidores de red, por ejemplo), hasta los de mayor valor agregado ( toda forma de redes sociales, juegos, etc.), como por ejemplo el Silicon Valley Bank , que experimentó grandes ganancias apostando a las empresa tecnológicas de diverso porte durante la pandemia, alentado por las bajas tasas de interés federales, fijadas por “la Fed” (suerte de Banco Central, que, como mínimo cabe considerar operativamente privado), comprando “papeles” a muy largo plazo, convenientes frente a colocaciones a corto plazo. A la salida de la pandemia, el aumento de las tasas de intereses bancarios a nivel global hizo inviable sus finanzas, y quebró. Su quiebra, siendo asumida por otros agentes, de todas maneras, arrastró, hasta ahora, a tres firmas más.
Más allá de los episodios bancarios es evidente que los “papelitos” que emite USA, su suerte de “chequera”, hoy no vale un cobre. Cuando la gran crisis bancaria del 2008 (y en otras ocasiones), la suerte de USA se salvó de una manera muy simple: hacer que el Congreso (Parlamento) levante el “techo de la deuda”, por lo cual, en nuestra alegoría, es mayor la cuantía y el plazo de la “descubierta”. Eso es patear la pelota para adelante, pero al final del camino hay que pagar.
Independientemente de qué negocien Biden y Mc Carthy, el que una vez más USA se auto suba la barrera de tolerancia financiera, reafirman la lógica básica del sistema financiero. USA pone las armas para vigilar y defenderlo, por lo cual no puede caer, así arrastre a casi todos.
Aunque su deuda, estructural, no tenga techo alguno.
Foto de portada
Moneda dólares estadounidenses. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS.