Paola Beltrán
En un Congreso de miles, en el que el adjetivo de “histórico” se repite en cada charla que se pretende evaluar o dimensionar lo que fue. El Frente Amplio (FA) culmina una primera etapa, luego de la derrota en 2019, en la que su síntesis programática es una cabal muestra de la fortaleza de la unidad y de su madurez política.
En tres días se condensaron dos años de un proceso que inició con el Congreso de Balance, crítica y autocrítica, de octubre del 2021, continuó con una enorme movilización en codo a codo con el movimiento popular en la campaña por la recolección de firmas y la campaña por el referéndum contra la LUC, prosiguió con varias líneas de trabajo: FA te escucha, el Plan de los 500 Comité de Base, el fortalecimiento de la orgánica, formación, debate, varios Plenarios Nacionales que fueron forjando la confianza necesaria para construir acuerdos en temas complejos, el funcionamiento durante un año de las Unidades Temáticas de cara a la construcción de las Bases Programáticas, el trabajo de la Comisión Nacional de Programa (CNP) para hacer una síntesis y presentar un documento que fue discutido por más de siete mil militantes en cada Comité de Base del país, que presentaron dos mil mociones y que se resolvió con mil ochocientos delegados y delegadas congresales el domingo 10 en el Palacio Peñarol.
El viernes 8 se abrió el Congreso con un sentido homenaje al compañero Tabaré Vázquez. Con un Palacio Peñarol a pleno, cientos de banderas de otorgues flameando, la emoción y la alegría, la nostalgia y la esperanza se conjugaron y dejaron encendida una chispa de entusiasmo y compromiso que predispuso a dar lo mejor de cada uno y cada una para lograr un gran programa.
Para ello se organizó la discusión política. Porque se organiza un Comité, una jornada de propaganda, una actividad de finanzas y también se organiza la discusión política. Destaca aquí la labor del equipo de Presidencia del FA, en particular del compañero Secretario Político Daniel Mariño y la Vicepresidenta Verónica Piñeiro.
No fue una tarea fácil pero se logró. Con tiempo se nombraron los miembros de las Mesas de cada Comisión, con una consciente perspectiva de género, respetando la composición del Plenario Nacional. Comenzaron a trabajar una semana antes, en un proceso maratónico, estudiando cada moción, definiendo criterios, dividiendo las tareas, organizando la mejor manera de discutir y hacer síntesis.
El tiempo, que siempre es poco, debía ser utilizado de manera eficiente sin que eso implicase rebajar la discusión política o que quedaran temas sin tratar.
El sábado a las 8 de la mañana ya había cola de delegados y delegadas para acreditarse. Una señal prometedora. Todas las comisiones iniciaron en el horario previsto con locales colmados.
Una militante veterana pero que participaba por primera vez, quedó asombrada de que a su alrededor, sentados en las mismas sillas, esperando su turno para hablar al igual que ella, había ex intendentes e intendentas. “Acá somos todos iguales”, le señaló otra compañera.
Otra veterana, pero en este caso de las que participó en todos los Congresos y nunca dejó de militar en las bases, con 88 años emocionó a todos y todas en la Comisión de cultura, ella también estaba emocionada al expresar que era la primera vez que en un Congreso había tenido una discusión sobre Cultura de ese nivel, con esas propuestas, con esa elaboración.
Jóvenes que participaron en el acto de apertura quedaron impactados y aparecieron el lunes, luego del Congreso en la reunión de Jóvenes del FA, comentaron que estando en el homenaje a Tabaré sintieron que querían ser parte y dieron el paso.
La Plenaria del domingo fue un ejemplo de unidad, de confianza política, de objetivo compartido. En tiempo y forma, todas las comisiones dieron sus informes y se discutieron las mociones que no habían logrado los apoyos necesarios para ser aprobadas. Una argumentación a favor, otra en contra y a votar. Mil ochocientos congresales, soportaron durante horas las altas temperaturas del Palacio Peñarol.
Paralelamente otros cientos de militantes se movían sosteniendo el funcionamiento. Acreditaciones, alimentación, sanidad, comunicación, finanzas, contadores de votos, trabajadores de limpieza nunca pararon. La militancia y los funcionarios y funcionarias del FA armaron y desarmaron la logística durante los tres días. Todo funcionó como una orquesta, un gran equipo comandando desde la Comisión Nacional de Organización (CNO), de Finanzas (CNF) y Comunicación y Propaganda (CNP).
Cientos de delegados y delegadas que llegaron desde el interior del país se hospedaron en las casas de militantes de Montevideo, una experiencia que no solo baja costos sino que, sobre todo, construye y fortalece vínculos políticos y afectivos.
La mística
La mística en política tiene mucho que ver con la esperanza. Conmoverse con un proceso colectivo político partidario tiene un enorme potencial y no surge de manera espontánea. Existe una historia por muchos vivida, por otros y otras conocida por relatos y lecturas, pero más allá de eso, es una historia compartida.
El Frente Amplio atraviesa un pase de bandera entre generaciones. Entre la generación militante del 71´ fundadora de esta formidable fuerza política y los adultos y jóvenes que se suman asumiendo responsabilidades. Conviven, militan juntos y juntas, comparten espacios, construyen Programa.
Seregni, Tabaré, Astori, Arana y en ellos miles de militantes anónimos y anónimas que pusieron el cuerpo, resistieron la dictadura, militaron cada campaña, vivieron la derrota hasta alcanzar la victoria. En cada rincón del país esta amalgama de historia viva transita el presente y asegura el futuro. “Hay relevo” dijo Ana Olivera y eso da mucha alegría y esperanza. Y esos relevos se vivenciaron en este Congreso y la emoción de saberse parte de una construcción de esta dimensión, que tiene como objetivo la “pública felicidad”, revivió la mística frenteamplista.
Hay compromiso, “sentido del momento histórico”, generosidad para construir acuerdos y lealtad con la unidad del Frente.
La mística conecta las esperanzas del ayer con las esperanzas del presente, con las utopías y las posibilidades. Y esa mística no se quedó solo en el sentir, sino que se expresó en una propuesta programática que propone una forma de construir justicia, igualdad, convivencia, economía, cultura, derechos, libertad, pero la colectiva, no la del mercado que destruye vidas y futuro.
No hubo, en este Congreso, ningún titubeo a la hora de apoyar a Carolina Cosse, Yamandú Orsi, Mario Bergara y Andrés Lima como precandidatos para las internas. Cuatro propuestas que se complementan y de la que saldrá la fórmula que encabezará un próximo gobierno frenteamplista. Y que tendrán a una fuerza política sólida, comprometida con su Programa para empujarlo y defenderlo de los que hoy enriquecen a los “malla oro” a la vez que empobrecen a las grandes mayorías del pueblo.
Un Congreso histórico, sin dudas, profundamente democrático,“donde el más encumbrado técnico al más humilde militante discutió a la par” como señalaba otro militante en una de las tantas evaluaciones que se han hecho y se seguirán haciendo en estos días. “Fuimos parte de la historia, de esas lindas de contar” agregaba otro.
Fernando Pereira, Presidente del FA, que también se destacó en la conducción de la Plenaria del domingo, cerró con un discurso en que las palabras del General Seregni estuvieron presentes.
“El Frente Amplio no es una ocurrencia de dirigentes políticos; el Frente Amplio es una necesidad popular y colectiva del Uruguay», señalaba Seregni el 26 de marzo de 1971 en el primer acto de masas del FA.
“Es un hecho colectivo, con razones colectivas, porque las resoluciones individuales de todos nosotros, tienen causas sociales y tienen metas sociales, porque tienen que ver con el destino entero de la sociedad uruguaya” agregaba Seregni entonces y retomó Pereira.
Una vez más, el pasado y el presente, los objetivos siguen intactos, el camino sigue siendo colectivo y las razones siguen teniendo una profunda raíz artiguista.
Salud VIII Congreso extraordinario “Tabaré Vázquez”, no nos rendimos ¡seguimos de pie! Y como dice la canción “lindo haberlo vivido para poderlo contar”.
Foto de portada
El viernes en el homenaje a Tabaré Vázquez con un Palacio Peñarol repleto. Foto: Diego Correa Bayarres. EL POPULAR.