20230929/ Javier Calvelo / adhocFOTOS / URUGUAY / MONTEVIDEO / 30 años de la Marcha de la Diversidad desde Plaza del Entrevero hasta la Plaza Primero de Mayo. En la foto: 30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

La unidad de la diversidad

Paola Beltrán

Miles se congregaron una vez más en la “Marcha de la diversidad” que copó Av. del Libertador y la Plaza “1 de mayo» donde se leyó la proclama que demostró, una vez más, la porfiada y acertada perspectiva de la unidad del movimiento social uruguayo. 

Podría afirmarse, sin temor a equivocarnos, que esa marcha, al igual que las decenas en diversos departamentos y localidades de todo el país, son un grito unitario de resistencia, lucha y memoria; de defensa de los avances en derechos, la denuncia de los retrocesos en el marco de un gobierno de derecha y el compromiso de estar en la calle en unidad para defender y avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria en la que todas, todos y todes tenemos un lugar. 

Les proponemos, entonces, repasar algunos de los principales elementos de una proclama difícil de segmentar, por la riqueza y profundidad de cada una de sus palabras y conceptos, fruto del trabajo colectivo de decenas de organizaciones que conforman la “Coordinadora de la Marcha por la Diversidad”. 

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Basta de impunidad y saqueo de derechos

La proclama inició resaltando que este año se cumplieron treinta años de la primera Marcha de orgullo homosexual, los diez años de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario y cinco años de la aprobación de la ley integral para personas trans.

A pesar de estos avances, se denunció que “hace tres años que vivimos bajo el desamparo impune del Estado”.  “Esta es la verdadera catástrofe de nuestra época, la inacción ante el aumento sostenido de personas en situación de calle, personas que viven en asentamientos. Seguimos organizando ollas populares para que el hambre no se haga costumbre. Es necesario agradecer y aplaudir a la coordinadora de ollas que día tras día sostiene la solidaridad, elemento central para lograr el país que nos merecemos”.

“(…) Somos víctimas de un modelo privatizador y depredador. Lo hemos aprendido en cada olla y merendero desde hace años, Uruguay no es un país pobre, es un país desigual. En cada olla y merendero, las personas LGBTIQ+ vemos profundizadas nuestras vulnerabilidades por la falta de políticas sociales en este esquema donde les más desamparades somos los primeros en quedar al costado”.

“Acompañamos la incansable lucha de las personas en situación de calle organizadas, quienes denuncian sistemáticamente el verse obligades a vivir en los márgenes y en la pobreza, que aumenta cada vez más en precariedad, sobreviviendo en los bordes del sistema de derechos. Nos une la necesidad de habitar la dignidad, la tierra, el lugar de la expresión contra la discriminación, contra la intemperie social. Cuando se ignora la pobreza del pueblo y se elige beneficiar a los privilegiados, se reproduce la dinámica perversa de poder que crea un mundo que excluye, segrega, explota y marginaliza. Un mundo desigual que no queremos. La calle no es un lugar para vivir ni para morir”.

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

La lucha es colectiva

“Marchamos porque tenemos la convicción de que organizarnos colectivamente es la forma de combatir las injusticias. Nos encontramos en un momento crítico, donde el fascismo no solo amenaza, sino que avanza y está cada vez más cerca. Lo vimos en Europa, en Brasil, ahora en Argentina y lo estamos viviendo día a día, cada vez que agreden a una compañera trans, cada vez que agreden a una persona en situación de calle, con cada persecución sindical, cada vez que un político abre la boca para insultar nuestra existencia impunemente y cada vez que hablar de diversidad sexual es prohibido en las escuelas y liceos de nuestro país”. 

“En este contexto, miles de compañeres estamos tomando las calles en todo el país, las movilizaciones y acciones durante todo el año así lo demuestran, enfrentándonos cotidianamente a las situaciones más hostiles. Lamentablemente siguen existiendo actos de odio que recorren nuestras vidas, muchos de estos ni siquiera llegan a ser visibles, pero no por eso deben quedar impunes. A las organizaciones de diversidad sexual nos llegan reiterados casos de denuncias ante fiscalías o comisarías que posteriormente no siguen su curso o quedan sin efecto, desestimulando el realizar dichas denuncias. Estas situaciones se ven agravadas cuando la propia institución es la que recurre a recursos del código penal para hostigar, acosar y perseguir a las personas LGBTIQ+, apelando a una “falta contra las buenas costumbres”.

Luego de denunciar varios casos de violencia manifestaron “¡Al closet nunca más! No vamos a permitir que viejos discursos nos vuelvan a esconder y encerrar, no vamos a permitir que nos disciplinen nuevamente”.

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Verdad y Justicia

“Este año se cumplen 50 años del momento donde los genocidas y terroristas de Estado se hicieron con el poder en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional y articulado por el Plan Cóndor. Donde no había dos bandos, había una estrategia imperialista para detener la liberación de nuestros pueblos, secuestrando personas, apropiando niñeces, torturando y encarcelando a personas por el simple hecho de ser. Queremos recordar que el terrorismo de estado fue una estrategia de disciplinamiento de nuestros cuerpos y sentires, donde nos persiguieron por la persona que amábamos o por nuestra expresión pública. No vamos a permitir el avance de discursos revisionistas y negacionistas de nuestro pasado reciente. Denunciamos que por cada negación de les compañeres desaparecidos nos encontraran una y mil veces en la calle, porque estamos convencides que ¡Nunca más terrorismo de Estado, por Memoria, Verdad y Justicia les vamos a encontrar!”

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Ley Trans, salud y trabajo

En la proclama se denunció que a cinco años de la aprobación de la “Ley Trans” sigue sin cumplirse por acción y omisión deliberada de parte del Estado.  En particular se puso el acento en la atención en salud “para muchos centros de salud y dependencias del Estado seguimos siendo un problema, porque reclamamos atención de calidad, acceso a medicación, denunciamos las omisiones de asistencia, la mala praxis, que nos den medicación vencida, el no reconocimiento de nuestras identidades, la falta de respuesta a las quejas y denuncias”.

También las familias tuvieron su voz en la proclama: “como todos los días estamos las mamás y los papás junto a nuestros hijos, hijas e hijes, porque no es suficiente amarlos, es necesario estar presentes para una vez más levantar nuestras voces junto a la de elles. Como familias exigimos que el Gobierno actúe frente a aquellos que nos discriminan y que no cumplen la ley. Estamos cansades de enfrentarnos a un sistema de salud privado que no se capacita, que se niega a hacer tratamientos hormonales cruzados o de bloqueadores, que realiza cirugías sin personal capacitado arruinando de por vida los cuerpos de nuestros hijos, hijas e hijes de forma impune. Las familias que no vivimos en Montevideo, no tenemos acceso ni capacitación en el sistema público como para poder acompañar a nuestros hijes. Cuánto más lejos de la capital vivís, menos derechos tenés”.

Referido al trabajo se denunció que “no se cumple el cupo laboral para personas trans, afro y con discapacidad, porque no hay voluntad política para hacerlo. Exigimos acciones que contemplen las condiciones de accesibilidad necesarias para el ingreso en el mercado de trabajo y que una vez dentro, se respeten nuestros derechos laborales”.

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

 No hay cuerpos equivocados

Desde la perspectiva de las personas con discapacidad se reclamó que “el transporte tiene que dejar de ser una fuente de peligro e inseguridad para las personas con discapacidad, con rampas que nunca terminan de funcionar y frecuencias ridículamente escasas. Exigimos que todos los medios de comunicación sean accesibles para todas las personas, donde la información, la cultura y el entretenimiento no sean sólo para algunes. Las personas con discapacidad estamos hartas de ser objeto de estudio y caridad, hartas de depender de donaciones para resolver nuestras necesidades, de centros de salud privados que hacen shows con nuestras vidas. Reclamamos una atención que no nos patologice ni nos someta a rehabilitaciones forzadas, que nos encierre o esconda, que, en vez de intentar corregirnos, celebre la diversidad. ¡Somos personas libres, diversas, autónomas y nos merecemos vivir nuestras vidas con placer, en igualdad de condiciones!”.

“Exigimos autonomía corporal y respeto para todos los cuerpos, más allá de su forma y su situación de salud, militamos para recordarle al mundo que no hay cuerpos equivocados. (…) Marchamos por la necesidad de reclamar conciencia sobre las consecuencias negativas que trae vivir en una sociedad gordo-odiante, donde la violencia estética nos mata todos los días. Marchamos por derribar la cultura de la dieta que dice que sos sano si sos delgade y que sólo son deseables los cuerpos que habilita el patriarcado con la complicidad de los medios de comunicación masiva. Marchamos para que todas las personas, sea cual sea su tamaño corporal, tengan el derecho a poder existir sin ser violentadas, discriminadas ni humilladas”.

También estuvo presente el reclamo por las mujeres pobres en las cárceles “No podemos permitir que llenen las cárceles con nuestras compañeras trabajadoras sexuales, nuestras compañeras trans, mujeres presas por intentar sobrevivir la crisis económica que azota. El sistema nos condena y encarcela cuando no podemos seguir sus imposiciones, el aumento de penas desacatado resulta en el hacinamiento en cárceles y la multiplicación de la violación sistemática de derechos humanos. Como dijimos como movimiento social, la LUC fracasó y le está destruyendo la vida a mujeres y niños en cárceles inhumanas. Uruguay da vergüenza en materia carcelaria. (…) Hay que terminar con el punitivismo que siempre va a generar más violencia”.

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Educación y persecución

“Este año la educación pública viene siendo atacada sistemáticamente, desconociendo su lugar en la sociedad y tratando de transformarla sin involucrar a los y las actrices fundamentales del proceso educativo, impulsando una transformación que nos quiere serviles al mercado y sin mirada crítica. La transformación educativa es una imposición más de este gobierno neoliberal y represivo. (…) Saludamos la lucha del movimiento estudiantil y de la comunidad educativa en general, que en días de ajuste presupuestal e incremento 0, se pone en pie de lucha para defender el derecho humano a una educación pública digna, de libre acceso, inclusiva, autónoma, cogobernada, para toda la vida y en todo el país. Parece normal pero no lo es ¡basta de saqueo!” 

“Todas estas medidas llevadas adelante por las autoridades conllevan un acoso sistemático, en las redes, en los medios y en el parlamento hacia quienes se animan a alzar su voz y poner su cuerpo en lucha por la educación pública que nos merecemos. Abrazamos a quienes pelean por ideas colectivas y les decimos: ¡marchamos para construir juntes el país que necesitamos!”

Mercancías jamás

“Marchamos porque el mercado quiere arrebatar nuestras identidades. Vemos el arcoíris en las vidrieras, se apropian de nuestro orgullo y nuestras consignas. En junio y setiembre nuestras identidades se transforman en una pieza publicitaria con la única intención de llenar sus bolsillos. ¡Qué no te confundan! Esas agencias y empresas que nos usan para mejorar sus ganancias son las mismas que no nos dan trabajo, que precarizan las condiciones laborales, que reproducen cuerpos hegemónicos y funcionales que marginan a quienes somos gordes, nos discriminan por la forma en que lucimos y elegimos expresarnos. (…) Somos conscientes que la representatividad y aparición pública de nuestras identidades también es importante, pero vamos a dejar claro algo: visibles siempre, mercancías jamás”.

Al mismo tiempo, reclamaron “el real acceso a la justicia y a la reparación para todas las personas. (…) Exigimos un sistema de justicia que incorpore la perspectiva de Derechos Humanos en todo el proceso y garantice la defensa de las víctimas de las desigualdades estructurales”.

“Cualquier víctima de violencia y especialmente los niños, niñas y adolescentes, se merecen que se actúe desde la profunda convicción con la búsqueda de justicia y protección desde el primer momento. Ante el abuso y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, las y los adultos son siempre responsables. (…) El esfuerzo por correr a las víctimas de su lugar e insistir en desconocer cómo circula y opera el poder, solo demuestra el esfuerzo que persiste a nivel social por perpetuar la cultura de la violación. Usar la orientación sexual como excusa, no sólo es inmoral, sino que nuevamente refuerza los prejuicios y alimenta la homofobia y el odio a nuestras identidades. La pederastia no es una orientación sexual, es un delito”. 

“Como movimiento feminista no somos indiferentes y estamos en alerta ante cualquier fuga o divulgación de información que exponga a las víctimas (del caso Penadés). Sea a través de medios de prensa, referentes políticos, sociales, o actores ocultos. No les tenemos miedo. A quienes se animaron a denunciar y resisten, gracias. Estamos siempre con ustedes”. 

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Las leyes no son suficientes

“Como fuimos protagonistas de los cambios, fuimos, somos y seremos quienes siempre velarán por la efectiva expansión de derechos. ¿Acaso creen que nos vamos a olvidar de dónde venimos? Y si algo siempre supimos y con el pasar del tiempo solo lo hemos confirmado: ¡Las leyes son necesarias, pero no suficientes!”

“El MIDES como órgano rector no asegura el cumplimiento y efectivo contralor de la política pública en todo el país. La comisión reparatoria en el marco de la ley trans funciona principalmente gracias al esfuerzo militante de viejas compañeras que se encargan día a día de poner el cuerpo y hacerlo posible. La atención en salud mental hacia la comunidad LGBTIQ+ está concentrada en un único convenio con la UDELAR (…) ¿Por qué se desconocen herramientas efectivas y consagradas como los Centros Promotores de Derechos?, ¿por qué se barre con el codo lo que funcionó y podría seguirse multiplicando?”

En tiempos donde el conservadurismo avanza necesitamos reforzar nuestras comunidades y posicionarnos fuertemente en contra de nuestras propias lógicas, que refuerzan las desigualdades. La unidad y la solidaridad son necesidades históricas y nuestros imperativos de lucha”

“Es el momento de levantar la voz, de unirnos en esta batalla por un Uruguay más justo para todes. Este instante, nuestra historia, la que venimos escribiendo y la que quisieron interrumpir, es nuestro triunfo: le seguimos dando batalla al fascismo que sigue

intentando borrarnos y a pesar de esto, siempre sobrevivimos”.

FASCISMO NUNCA MÁS. NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO. QUE VIVA LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO SOCIAL ORGANIZADO. VIVA LA DIVERSIDAD. BASTA DE IMPUNIDAD Y SAQUEO DE DERECHOS. ¡TRANS, CONCIENCIA, MEMORIA Y RESISTENCIA!

Foto portada:

30 años de la Marcha de la Diversidad en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.

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