61 años del Frente Izquierda de Liberación (FIDEL)
Doreen Javier Ibarra, presidente del FIDEL
El Frente Izquierda de Liberación (FIDEL) se constituyó el 15 de julio de 1962, ante la necesidad de concretar la primera alianza organizada unitaria, a fin de oponerse a políticas retardatarias, neoliberales, fondomonetaristas y pro imperialistas, que llevaban al Uruguay a una situación de crisis constante, empobrecimiento, desempleo y desesperanza.
Don Luis Pedro Bonavita, primer Presidente del FIDEL, decía que con la fundación del Frente Izquierda se produce “una Revolución” y auguraba: “que más tarde se construirá un Frente más Amplio, con todos los sectores sociales, progresistas y de izquierda”.
No puedo dejar de citar la trascendencia del XVI Congreso del Partido Comunista de Uruguay (PCU), en el año 1955, que con la secretaría general del compañero Rodney Arismendi, acuñó el concepto revolucionario, que posibilitó construir la “unidad sin exclusiones” de la izquierda uruguaya.
Contexto social y político en décadas del 50 y 60
En los años 50 y principios de la década de los 60 la crisis económica y social castigaba duramente a los sectores empobrecidos, a los trabajadores, jubilados, a los trabajadores de la ciudad y el campo, inclusive a la clase media, que sufrían la falta de políticas hacia la industria, el agro, el comercio exterior y se producía el estancamiento productivo y tecnológico. En esos años los gobiernos firmaban la primera carta de intención con el Fondo Monetario Internacional.
El Partido Colorado cada vez más se alejaba del auténtico batllismo y en el Partido Nacional, la derecha ruralista, con Herrera y Nardone –Chicotazo-, se convertía aceleradamente en antiliberal y populista, con señales claras de represión ante la organizaciones de la sociedad, ya fueran políticas, sindicales, universitarias, cooperativistas, del campo o de los estudiantes, quienes sufrieron los primeros mártires, como Líber Arce, Hugo de los Santos y Susana Pintos. Se aplicaron Medidas Prontas de Seguridad, cárcel, asesinatos de obreros, como los compañeros de la Seccional 20 del PCU.
Cómo no citar con entusiasmo la lucha para concretar la Ley Orgánica de la Universidad de la República y la realización del primer Congreso del Pueblo, en 1965, y posteriormente la creación de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT). Se dieron pasos de gigante hacia la unidad, acuñándose la consigna: “Obreros y estudiantes, unidos y adelante”, que hasta hoy corean nuestros jóvenes. En todas esas luchas, en cada una de las movilizaciones, en la concreción de herramientas para el combate y la unidad, estuvieron hombres, mujeres y jóvenes del FIDEL, seguros que más temprano que tarde, la justicia social y política se impondrían en la tierra de nuestro prócer.
El FIDEL ayudó a combatir la ideología retrógrada que existía en la escena nacional, trabajando denodadamente por la unidad de lo mejor de nuestro pueblo.
En lo internacional tuvimos una posición firme en defensa de la Cuba revolucionaria y le hicimos pagar caro la resolución de Punta del Este, donde la OEA expulsó a Cuba del sistema interamericano.
“La doctrina de la seguridad nacional en América” fue impuesta por el imperio norteamericano, teniendo lugar el golpe de estado en Brasil, en 1964. Se iniciaba la aplicación de dicha doctrina con todo tipo de autoritarismos, represión e intentos de instalar dictaduras afines a Estados Unidos, para favorecer a las oligarquías nativas y al sistema financiero, que esquilmaban a los países de la región, como lo veremos más adelante con el quiebre de bancos privados, que robaron y expropiaron los ahorros de los pequeños y medianos ahorristas.
Tres personajes indican la saña con que la derecha y la oligarquía, respaldadas por el imperio, pretendieron adueñarse del Uruguay, saquearlo y subyugar al pueblo de Artigas. Fueron Benito Nardone, Jorge Pacheco Areco y Juan María Bordaberry. Los tres, según mi opinión, son el triste símbolo de la traición, la muerte y la corrupción ejercida desde el poder del Estado. Fueron representantes de aquellos centenares de políticos de los partidos tradicionales, amanuenses fieles de la prepotencia, la arbitrariedad y el despotismo, que dejando de lado sus propias historias políticas, se vendían al mejor postor.
En ese contexto social y político el FIDEL y la lista 1001, nacía, se desarrollaba, acumulaba y se fortalecía; a pesar de todas las persecuciones y las calumnias del fascismo.
No fueron tareas sencillas las de denunciar cada atropello, salir a la calle organizadamente protestando contra las injusticias, la prepotencia, las medidas prontas de seguridad y más tarde la dictadura cívico-militar.
Recientemente conmemoramos los 50 años de la Huelga General, decretada por la CNT, en la década de los 60, en caso de que se violara la Constitución de la República, los derechos individuales, políticos y sindicales. Fueron 15 días de Huelga que marcaron a fuego el rechazo al golpe de estado. La dictadura nació herida y repudiada por la inmensa mayoría de la población. De todo ello hemos hablado en estos días, destacando la valentía y la heroicidad de quienes resistieron todo tipo de atropellos.
El FIDEL, junto a lo mejor de la izquierda y con los compatriotas que se opusieron al golpe, resistimos y enfrentamos a la bestia sedienta de sangre. En ese nefasto período hubo detenciones, torturas, muertes, destituciones, militarizaciones, proscripciones y desapariciones forzadas.
Todos vivimos, de una u otra forma, esa tropelía por parte de los militares traidores al artiguismo y civiles entreguistas. Entrañables compañeros militantes son detenidos-desaparecidos, a quienes recordamos y les brindamos nuestro constante homenaje: Oscar Baliñas Arias, Carlos Bonavita, Horacio Gelos Bonilla, Jorge Pedreira, y a otros compañeros y compañeras desaparecidos.
En el año 1984 el Frente Izquierda de Liberación continuaba proscripto, así como la mayoría de sus dirigentes, no pudiendo participar en las elecciones de ese año, a la salida de la dictadura. Igual le sucedió al Partido Comunista de Uruguay. Se decidió entonces crear Democracia Avanzada-10001- con un programa de gobierno preciso y que mantuviera el concepto fundamental de la unidad y un Compromiso Político que recoge “ con humildad, pero con firmeza, que su historia proviene desde la fundación del Frente Izquierda de Liberación en 1962, que está jalonada por hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí por una causa común, para el logro de la justicia social”.
Derrotada la calaña fascista se incentivaron las actividades públicas de los partidos políticos, el Frente Amplio continuó con la dirección del general Líber Seregni, llegando a nuevos sectores de ciudadanos y organizaciones de distinta índole. Logramos el Gobierno Nacional en el año 2005 y desde 1990 se obtuvieron varios Gobiernos Departamentales, entre ellos Montevideo.
Hoy nos encontramos nuevamente fortalecidos, dentro del Frente Amplio y en el Espacio Democrático Avanzado, respaldando la candidatura de la compañera Carolina Cosse, que será dilucidada en las elecciones internas de junio de 2024.
Continuaremos cuestionando y movilizándonos contra las políticas del gobierno multicolor, que han originado una crisis social, económica y política no vista desde el 2004.
Los desafíos de nuestra fuerza política mayor, el Frente Amplio, son muy importantes. Todos juntos elaboraremos y le daremos punto final en el Congreso de diciembre, al borrador de propuestas de Bases Programáticas, denominada “Tiempos de esperanza, tiempos de la gente”.
Recuperaremos el Gobierno Nacional para restituir los avances perdidos por el actual gobierno y a su vez continuar alcanzando nuestras metas, que no son otras que la pública felicidad.
Foto de portada:
Primera Convención Nacional de Mujeres del FIDEL, Teatro Stella D’Italia, 27 de marzo de 1965. Diario El Popular, (fotógrafos del Diario El Popular).