La frase de Juan Castillo, secretario general del PCU, en una entrevista en esta edición de EL POPULAR expresa de forma sencilla y sintética la situación dramática que enfrentamos en Uruguay. Ya no estamos solo ante la incapacidad manifiesta del gobierno de derecha para enfrentar los impactos sanitarios, económicos y sociales de la crisis. No. La soberbia, el empecinamiento, la ceguera ideológica y la incapacidad de escuchar de Lacalle Pou están agravando la crisis.
Un primer aspecto que explica esta situación dramática es la incapacidad de Lacalle Pou, su gobierno y la clase social que lo sustenta, de dimensionar realmente la crisis que enfrentamos. Y hay que ser justos, esa incapacidad no es exclusiva de Lacalle Pou ni de la derecha uruguaya, la comparten con el conjunto de su clase en el mundo.
La pandemia del COVID 19 tiene un impacto brutal en todo el mundo. Al momento de escribir este editorial ya se cuentan en más de 138 millones los seres humanos que contrajeron el virus y estamos llegando a 3 millones de muertes. Pero como la pandemia no cayó en un mundo abstracto sino en uno dominado por el capitalismo, que ya estaba en crisis, los efectos han sido devastadores. Lo demuestran las cifras de la vacunación, la propia Organización Mundial de la Salud ha calificado como un “escándalo” que, de más de 700 millones de dosis administradas en todo el mundo, más del 87% fueron para los países de renta alta o media-alta, mientras que los países pobres recibieron apenas el 0.2%. Eso se reproduce en el terreno económico y social, hay millones de pobres más, millones de hombres y mujeres más pasando hambre. Mientras tanto, como denunció el secretario general de la ONU, António Guterres, la riqueza de los multimillonarios creció en el 2020 en 5 billones de dólares. Hay más pobres, que, además, son mucho más pobres que antes y, a la vez, en medio de una de las crisis más importantes de la historia los ricos se hacen mucho más ricos. Si hasta el FMI y el Banco Mundial alertan contra los peligros de que se dispare la desigualdad a niveles históricos si no se toman medidas.
Hay que denunciar estas prácticas inmorales, esta manera injusta de organizar el mundo. Hay que apoyar las iniciativas de liberar las vacunas de patentes y ponerlas a disposición de toda la humanidad, a las que se ha sumado hasta el propio Papa Francisco. Hay que apoyar la idea, lanzada por el secretario general de la ONU, de poner un impuesto a la riqueza para financiar la salida y enfrentar la desigualdad creciente. Y la propuesta de resolver una moratoria y abrir una negociación por la deuda de los países pobres y de los de renta media.
El capitalismo muestra su incapacidad para dar respuesta a los problemas de la humanidad, en este caso a una de las crisis más importantes de la historia. Pero como siempre decimos: no alcanza con tener razón, ni con denunciar estos hechos, que hay que hacerlo, el tema es como se organizan las respuestas alternativas, como se construye unidad y perspectiva superadora, y eso, a pesar de los esfuerzos heroicos de los pueblos, parece claro que aún es insuficiente.
Esto que vale para el mundo y vale para Uruguay.
Los representantes de sus clases dominantes, hoy en el gobierno, no dimensionan el nivel de la crisis que golpea a las y los uruguayos. Su esquema ideológico, su dogmatismo neoliberal casi fanático, los hace negarla. Eso y la soberbia personal del presidente Luis Lacalle Pou, que consultado sobre la propuesta de un diálogo nacional respondió preguntando: “¿Para qué?”. Y en un diario argentino dijo, con una falta de respeto y una demostración de irresponsabilidad institucional y política que marcarán época, que no sabía que era el Frente Amplio.
Tiene esta actitud cuando en Uruguay la situación es dramática. Los contagios se dispararon, las muertes también, se perdió el control epidemiológico, el sistema de salud está en un punto de saturación lo que compromete su capacidad de respuesta, hay 100 mil pobres más, casi el 30% de la población enfrenta una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, es decir hambre, miles están en el seguro de paro, miles de empresas cerraron. Pero Lacalle Pou sigue igual, encerrado en su burbuja propia, en su mundo de perillas y malla oro que nos van a salvar.
No toma las medidas que le recomiendan el sentido común, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y el Sindicato Médico del Uruguay: es inexplicable que tengamos menos restricción de la movilidad social ahora que tenemos 30 mil casos y se dispararon las muertes que hace un año cuando teníamos 150 veces menos casos
Tampoco toma las medidas de la dimensión necesarias para enfrentar la crisis alimentaria, económica y social. El gobierno propuso. y los partidos que lo apoyan votaron en el Parlamento, un Fondo COVID 19 2, que grava por dos meses a los cargos políticos, funcionarios públicos y jubilados con ingresos superiores a los $120.000. Este impuesto, además de injusto porque deja fuera los sueldos altos de la actividad privada, a las empresas que tuvieron ganancias en 2020, a los patrimonios elevados y a los uruguayos con depósitos en el exterior por unos 8 mil millones de dólares, que son los que pueden aportar realmente; es irrelevante desde el punto de vista de la recaudación. Es como para decir que se hizo algo y no violar ningún mandamiento del dogma neoliberal. No vaya a ser que los “malla oro” y los sacrosantos “mercados” se vayan a poner nerviosos. Y hace esto mientras, como ya señalamos, en el mundo entero se discute un impuesto a la riqueza y varios gobiernos del mundo, insospechados de ser de izquierda, toman medidas en esa dirección y aprueban los paquetes de ayuda económica más grandes de la historia. Las propuestas del Frente Amplio de un aumentar, temporalmente, el impuesto al patrimonio, gravar a los sueldos altos de la actividad privada y gravar los depósitos en el exterior, que “muy solidariamente” tienen algunas uruguayas y uruguayos, una vez más fueron rechazadas.
El movimiento popular sigue proponiendo alternativas, como en el caso de SUTEL, con un paquete de medidas para apoyar a nuestro pueblo en esta situación, mostrando todo lo que se podría y no se quiere hacer (https://elpopular.uy/las-propuestas-de-sutel-al-directorio-de-antel-porque-la-solidaridad-no-se-discursea/).
O la actitud del PIT-CNT, consultado a la comunidad científica sobre como realizar el 1° de Mayo y resolviendo realizarlo sin acto, para cuidar a nuestro pueblo, juntando firmas contra la LUC y alimentos para las ollas populares (https://elpopular.uy/no-ha-sido-sencillo-tomar-esta-determinacion-pero-no-habra-acto-ni-caravana-este-primero-de-mayo/).
O la del propio PCU, no realizando un acto tan especial como el de la 20 y convocando una jornada de recolección de firmas contra la LUC en todo el país.
La izquierda y el movimiento popular han dado sobradas muestras de madurez, el gobierno ha respondido con soberbia.
En este cuadro, es que adquiere especial relevancia la iniciativa votada por unanimidad por el Consejo Directivo Central de la UDELAR, ofreciéndose para impulsar un diálogo político y social que construya soluciones reales a la crisis (https://elpopular.uy/udelar-se-ofrece-para-habilitar-un-dialogo-nacional-para-enfrentar-a-la-pandemia/).
Si el gobierno no lo hace, alguien lo tiene que hacer, y nadie mejor, con más autoridad y con más capacidad que la UDELAR. Hay que recorrer ese camino.
Cuánto más difícil es la situación, más diálogo social y político hay que tener, ese el camino. Hay que logarlo, porque el gobierno, con lo que hace y con lo que no hace, está agravando la crisis.
49 años del asesinato de ocho obreros comunistas en la 20°
Este 17 de abril se cumplen 49 años del asesinato de 8 obreros comunistas en la Seccional 20°, situada en Valentín Gómez y Agraciada, en la zona del Paso Molino, en Montevideo.
Esa noche, en un operativo de las Fuerzas Conjuntas del que participaron también elementos fascistas parapoliciales, fueron asesinados: Luis Alberto Mendiola, José Abreu, Ricardo González, Ruben López, Elman Fernández, Justo Sena, Raúl Gancio y Héctor Cervelli.
Como todos los años el PCU y la UJC, junto a todo nuestro pueblo, los recuerdan.
Al igual que en 2020, este año, la situación de la pandemia impide la realización del acto central, pero de ninguna manera que se recuerde a los 8 obreros, frenteamplistas y comunistas.
Este año, el PCU, convoca con la consigna: “Su ejemplo y entrega nos marcan el camino”, una frase de Tabaré Vázquez en un discurso realizado en uno de los actos de la 20°.
La conmemoración de la 20°, además de su componente de memoria histórica y lucha contra la impunidad, siempre estuvo vinculada a las luchas del presente.
Este año el PCU ha convocado a recordar a los mártires de la 20° juntando firmas contra los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración. Para ello se habilitarán, entre las 10 y 17 horas del sábado, 10 mesas centrales en plazas y puntos de la Avenida Agraciada, y decenas más en Montevideo y el resto del país. En las redes sociales del PCU se puede consultar la ubicación de las mesas. A las 18 horas, por las redes sociales del PCU, se emitirá un mensaje del secretario general del PCU, Juan Castillo.