20230316/Uruguay/Montevideo/ El domingo 19 de marzo, en el predio ubicado en la rambla Presidente Wilson, en Punta Carretas, se realizará un festival musical con artistas mujeres nacionales e internacionales. En la foto: Escenario para el recital Acá Estamos, en la rambla de Punta Carretas, en Montevideo Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS

Lali los deja en evidencia

En estos días se ha suscitado una polémica en redes y medios de comunicación, respecto a un evento musical organizado por la Intendencia de Montevideo. Esta polémica, promovida por la coalición de gobierno y amplificada por medios de comunicación siempre dispuestos, ha puesto en el centro la discusión sobre el uso (y eventual abuso) de los recursos públicos. Se ha disparado contra el cache de las artistas, la pertinencia del gasto, etc.
Veamos, en primer lugar, de que se trata el evento que se desarrollará el 19 de marzo y ha desatado tantos demonios. El festival “Acá estamos” es un evento que congregará a 9 artistas (mujeres) de cabecera, tanto a nivel nacional como internacional. A partir de las 15 horas se podrá acceder a un predio que no solo contará con en su grilla con Lali Espósito (Argentina), Daniela Mercury (Brasil) y las artistas uruguayas Laura Canoura, Vanesa Britos, Agustina Padilla, Catherine Vergnes, Sofía Alvez, Agustina Morales y Soledad Ramírez; sino que presentará propuestas gastronómicas, espacios de recreación infantil, puntos de prevención de la violencia de género, de hidratación, sanidad y espacios accesibles para que personas con discapacidad puedan participar del evento. Los caches más elevados corresponden a las artistas internacionales, en el primer caso de aproximadamente US$250.000 y en el segundo de US$60.000. Cada monto incluye impuestos (IVA e IRNR) que se exonerarán, siendo el costo final sensiblemente menor. Para la argentina, por ejemplo, la estimación del cobró final se ubica en US$185.000.
Ahora bien, hay tres cuestionamientos que han surgido en torno al espectáculo por parte de actores de la derecha (y algún otro distraído que ve la ola y surfea), que conviene abordar: 1) esto es un gasto y será deficitario, 2) además de ser un gasto y ser deficitario, excede los cometidos de la Intendencia (es pan y circo) y, este más fogoneado por distraídos, 3) ni siquiera es popular porque la entrada cuesta $400.
Vayamos de a uno, abordemos en primer lugar la preocupación contable. Con una entrada a $400 y un aforo de 60.000 personas, el evento puede generar, solo por concepto de entradas, $24.000.000, a la cotización del dólar de los últimos días, aproximadamente unos US$600.000. Esa recaudación es suficiente para cubrir no solo los dos caches más cuestionados, sino alguna cosita mas…Pero vayamos mas allá en esta preocupación de aritmética financiera que muestra la derecha. Es obvio que con la magnitud que tiene este espectáculo participan en él, viabilizando su producción y explotación comercial, numerosos sponsors y emprendimientos, lo cual hará del balance financiero algo aún mas holgado. Por lo cual, pueden quedarse tranquilos con eso, no se va a prender fuego el área contable de la Intendencia como lamentablemente sucedió en Cerro Largo y podrán acceder a los balances.
Veamos entonces el segundo cuestionamiento, y preguntémonos: ¿esta acción excede los cometidos de la IM? ¿Es pan y circo? Esto tiene relación con lo comentado anteriormente, porque parte del supuesto de que esto es un gasto innecesario, sin impacto en el desarrollo de la ciudad. Ahí está el primer error que comienza a exponer a los críticos y no a los criticados. El evento constituye una importante inversión, que conjuga una multiplicidad de líneas de desarrollo estratégico del gobierno departamental. Implica a la promoción de cultura, acercando a nuestra ciudad y sus habitantes a diversas expresiones artísticas de calidad, jerarquía nacional e internacional. Al trabajo por la igualdad de género, propiciando un evento de importante magnitud producido por mujeres, en donde otras mujeres son protagonistas. No hay que indagar mucho para saber que en el desarrollo y promoción cultural se expresan enormes desigualdades, que no solo impactan en la capacidad de crecimiento de artistas mujeres y disidencias, sino también en la posibilidad de generar referencias para el futuro entre las mujeres y disidencias en general que se ven excluidas del espacio público y los estereotipos de éxito. En tercer lugar, el evento apuesta a la convivencia, promueve la apropiación y uso del espacio público por parte de jóvenes y montevideanos en general, colectiva y responsablemente. Finalmente, aunque seguro la propuesta no se agote aquí, desarrolla un concepto de ciudad distinto al imperante en nuestro país. Una ciudad activa, que no solo fiscaliza y brinda servicios de soporte vital básico, sino que promueve el desarrollo de la vida de la comunidad en los más diversos terrenos (culturales, educativos, productivos, etc.). Una ciudad integradora, con espacios públicos y eventos que incluyan a toda la diversidad que compone su población. Y una ciudad comprometida con los procesos sociopolíticos de su gente, participando en el desarrollo de políticas públicas a organizaciones sociales (en este caso, a más de 10 organizaciones que luchan por la igualdad de género en el departamento).
Finalmente, abordemos el tercer cuestionamiento, casi infantil, de que $400 no es popular porque hay gente que no puede pagarlo. La afirmación, dicha sola, no tiene un milímetro de mentira. Efectivamente, en nuestro país y en nuestra ciudad, hay un conjunto nada despreciable de personas y familias para los que esa entrada es prohibitiva. Más aún, de 2019 hasta ahora esa gente es cada vez más, fruto del deterioro del salario real y las condiciones de vida de miles de uruguayos. Para revertir eso es que luchamos todos los días -no un domingo desde un escenario-, en organizaciones sociales, comités de base, sindicatos y gremios estudiantiles. Para revertir eso quisimos continuar con el Frente Amplio en el gobierno porque, como los datos lo demuestran, genera mejores condiciones para que el pueblo avance en conquistas y dignidad; para revertir eso es que peleamos por seguir gobernando Montevideo.
El problema es analizar las acciones aisladas, constituir la extensión de un Tweet en el espacio mental que tenemos para reflexionar sobre lo que nos rodea. Este espectáculo es popular porque lo promueve la misma intendencia que desarrollo el plan ABC en la pandemia, para que la gente que quedaba en banda por las políticas nacionales tuviera de donde agarrarse para continuar peleándola, y continua desarrollando acciones en ese marco para promover el desarrollo territorial, productivo y social del departamento; el mismo gobierno que desarrolló hace semanas un festival gratuito con las principales expresiones artísticas nacionales, can las bandas más icónicas de nuestra historia reciente, cuyas entradas en un evento privado superan (por si solas) el costo de ingreso de todo este espectáculo. El evento lo desarrolla el mismo gobierno que genera espacios de promoción e integración deportiva en los barrios y desarrolló los tablados populares, para aquellas personas que tampoco llegan al popular escenario de Parque Batlle. Es popular además porque $400 es bastante más bajo que el costo de los principales espectáculos públicos de este país, a los que muchos de los que irán el domingo acceden; ni que hablar del costo que tendría un espectáculo de estas características si no contara con la participación de la Intendencia y se hiciera solo para que lucren privados.
El problema con el evento no es el costo, si excede los cometidos del gobierno departamental o si es popular. El problema es que los deja en evidencia. Deja en evidencia que frente a la política de protección a los malla oro mientras el sueldo de la gente se desangra en supermercados, la política de entrega de empresas públicas y proyectos de inversión vía coimas, y las exoneraciones a empresas de amigos y familiares; hay otra política centrada en la gente, donde las instituciones están al servicio de ella (y no al revés). Una forma de hacer política que se enmarca en un proceso de transformación colectivo, que excede los límites de una gestión departamental. Les molesta, porque Lali los deja en evidencia.

Foto de portada

Escenario para el recital Acá Estamos, en la rambla de Punta Carretas, en Montevideo. Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS.

Compartí este artículo
Temas