En el marco del paro y movilización de la Confederación de los Sindicatos Industriales (CSI) del PIT-CNT, realizado hoy, el dirigente Marcelo Abdala fustigó la «connivencia y complicidad» con la que actúan las cámaras empresariales y el Poder Ejecutivo, «jugando en el mismo equipo» siempre contra los intereses de los trabajadores. Asimismo, sostuvo que la apuesta del gobierno y de las patronales «es nefasta».
El secretario general del PIT-CNT y de la UNTMRA, Marcelo Abdala, fue el orador central de la actividad convocada por los sindicatos industriales en rechazo a las rebajas salariales, en defensa de los puestos de trabajo genuinos, de la negociación colectiva y las empresas públicas como motor del desarrollo productivo del país. La movilización comenzó con una concentración y marcha desde la explanada de la Intendencia hasta la sede de la Dirección Nacional de Trabajo (DINATRA), donde se realizó el acto en el que hicieron uso de la palabra Pedro Rodríguez, integrante de la Coordinadora Popular y Solidaria (CPS) de ollas por vida digna, Natalia Belo, secretaria general de FANCAP y el secretario general de la central sindical, según informó el portal del PIT-CNT.
Abdala reseñó la situación actual de las y los trabajadores de la industria, y alertó sobre la actitud decidida de las patronales de torcer la esencia de los Consejos de Salarios, llegando a plantear la posibilidad de contratar trabajadores por un 70% del laudo conquistado en otras rondas de la negociación colectiva. Para el secretario general del PIT-CNT, «las patronales plantean posturas aún más regresivas y reaccionarias que el propio gobierno», actúan de manera decidida en contra de los intereses de los trabajadores alertó que el gran capital y las patronales «juegan en el mismo equipo, con complicidad y connivencia».
En tal sentido, dijo que la CSI es la herramienta necesaria e imprescindible para defender los intereses de las y los trabajadores, y afirmó que uno de los énfasis se debe colocar en la creación y defensa de los «puestos de trabajo de calidad» y de «Consejos de Salario que protejan los salarios» de las y los trabajadores. En este marco, Abdala subrayó que «la apuesta del Poder Ejecutivo y de las patronales es nefasta» y aseguró que «no solamente es perjudicial para los intereses de las y los trabajadores organizados del movimiento sindical sino para las grandes mayorías del pueblo». En este sentido, recordó que la rebaja salarial afecta directamente a las y los trabajadores pero también a las y los jubilados que dependen directamente del Índice Medio de Salarios. Y que cuando a estos vastos sectores se ven perjudicados por la pérdida salarial, también se ven afectados los pequeños comercios, la pequeña producción agropecuaria y la micro economía local. «Esto que tenemos es la utopía reaccionaria que solamente gobierna para los malla oro, para los sectores vinculados al gran capital financiero transnacional, a los agro negocios y gobierna en claro detrimento de las grandes mayorías de nuestro pueblo y por esa razón es que estamos y seguiremos en la calle», subrayó.
Así las cosas, Abdala dejó en evidencia distintas prácticas que algunas patronales han articulado para intentar eludir la negociación colectiva por rama y aspiran a negociar por empresa. «¿Cómo vamos a enfrentar esto?», preguntó. «Con unidad y lucha, con huelga, con movilización, con solidaridad y con un nivel cada vez mayor de acción de nuestra clase obrera».
En un discurso que trazó líneas históricas con la realidad geopolítica y económica tanto a nivel global como nacional, Abdala recordó que en otros períodos de la historia del país, «los mismos apellidos y las mismas fuerzas sociales que integran el actual bloque de poder hecho gobierno del gran capital, cada vez que hubo procesos de crecimiento de la producción con algo de distribución del ingreso, vinieron a detener los cambios y a inaugurar caminos autoritarios contra la clase obrera, como la Ley de Urgente Consideración (LUC) o caminos de mayor represión para la movilización de pueblo».
El secretario general del PIT-CNT transmitió en nombre de toda la Confederación de Sindicatos Industriales «la solidaridad total» con todos los sindicatos que están en situación de conflicto y reafirmó que la CSI nació para construir organización «con generosidad y solidaridad», que «ampare y proteja» para que todas y todos puedan desarrollar su acción. «Nuestra perspectiva es de lucha que hoy defiende derechos frente a las políticas de ajuste del gran capital que empuja el gobierno y las patronales sincronizados y al unísono», señaló.
Referéndum
Abdala dijo que las casi 800 mil firmas que se lograron recolectar en pandemia «cambiaron la escena política» y sostuvo que en los próximos días «mal que les pese, mal que les enoje a los representantes de la derecha y del gobierno, generaremos una inundación de ‘Sí’ cuando sea la votación del referéndum con el que enterraremos estos 135 artículos mal habidos, antidemocráticos de la LUC». Según indicó Abdala, el proceso «comienza ahora» porque el lanzamiento de la campaña por el ‘Sí’ se realizará el 15 de setiembre con «la movilización más grande de la década», levantando el legado de Artigas, de que «los más infelices sean los más privilegiados».
«Hay hambre»
El integrante de la Coordinadora Popular y Solidaria (CPS) de ollas por vida digna, Pedro Rodríguez, agradeció la oportunidad de hablarle a la población para agradecer la solidaridad histórica del movimiento sindical y de la gente «de abajo» que -ante la ausencia del Estado- «se hizo cargo del hambre de otros compatriotas».
Rodríguez cuestionó duramente al gobierno por no haber destinado recursos suficientes y no haber hecho lo necesario para atender las necesidades de la población. Rodríguez reseñó la situación del trabajo y la economía y repasó las cifras que evidencian el aumento de las personas que cayeron por debajo de la línea de pobreza. El representante de la CPS de ollas por vida digna, fustigó «los huecos y espacios vacíos que dejó el Estado». En otro punto, Rodríguez señaló que «quienes cocinamos en las ollas sabemos bien qué cara tiene el hambre y la desigualdad y quiénes son los que pagan el precio de la crisis y el ajuste: es cara de niña y niño, de mujer, de desempleados, de trabajadores precarizados, de familias enteras que tienen que elegir entre pagar alguna tarifa o comer. Y vale decirlo, este país no es pobre, es profundamente desigual y la brecha entre ricos y pobres es cada vez más ancha», subrayó.
Por último, remarcó que las ollas «no somos la solución, sino que la gente debe poder comer en su casa» y sostuvo que será un camino colectivo el que sentará las bases para construir un país mejor con más oportunidades. «Basta de hambre, basta de desigualdad y basta de negociar con las necesidades de la gente, por trabajo, pan y techo».
Por su parte, la secretaria general de FANCAP, Natalia Belo, destacó el carácter colectivo y unitario de la CSI y dijo que «la causa de uno, es la de todos». En tal sentido, destacó que la Federación ANCAP tiene la responsabilidad de defender todos los puestos de trabajo vinculados a la cadena productiva, así como también, en defensa del Estado. «No estamos en la defensa del puesto de trabajo de un funcionario público, sino en la defensa del rol del Estado como un actor central en la justicia social del país», algo que no hará nunca el capital privado. Belo cuestionó que «quienes incrementaron sus ganancias durante la pandemia, lejos de mejorar las condiciones de los trabajadores o de ser solidarios, se llevaron todo el capital al exterior» y por el contrario, «quienes pagaron la crisis fueron los trabajadores, los que llevamos adelante el sostén del pueblo», argumentó. En otro punto, la dirigente de FANCAP dijo que «el Estado no es un costo» sino que debe invertir en el país y «es por ello que defendemos a las empresas públicas y entes autónomos» que «son los únicos que posibilitan que haya emprendimientos en lugares históricamente olvidados como Bella Unión o Pueblo Belén», señaló. Belo aseguró que a algunos les «molesta» que a las y los trabajadores les vaya bien y tengan un ingreso digno. «Ellos apuestan a la separación de clases, que los que están arriba estén bien arriba y los de abajo mucho más abajo y eso es lo que predican». La secretaria general de FANCAP dijo que nadie puede quedar «condenado» a vivir en la pobreza por haber nacido en un barrio pobre y que la bandera de las y los trabajadores de los entes públicos debe ser de lucha «para que nadie quede por el camino».
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