Por Rolando Arbesún
Las infames mentiras del gobierno de Estados Unidos contra Cuba no cesan, del mismo modo que no cesan sus cobardes acciones a través de la ejecución cruel y extraterritorial del bloqueo económico al que hace más de 60 años tiene sometida a la Isla.
El pasado 1 de julio de 2021, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, al presentar el informe sobre Trata de Personas 2020 que elabora el Departamento de Estado, ha acusado a Cuba incriminándola en “supuestas” acciones que facilitan la trata de personas.
De forma inmediata, el ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba (MINREX), emitió una declaración oficial donde, no solo rechaza tales acusaciones, sino que, cuestiona la legitimidad del organismo norteamericano para emitir tales afirmaciones.
“Dicha institución”, señala la declaración, “carece de autoridad internacional o moral alguna, y cumple propósitos netamente calumniosos y de chantaje político”.
Con relación al contenido del informe que refiere a Cuba, la declaración señala, “se miente una vez más, al acusar a Cuba de cumplir insuficientemente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas y no hacer esfuerzos significativos con ese fin”.
Tal acusación, agrega la declaración de la Cancillería de la Isla, “forma parte de la campaña estadounidense para desacreditar la cooperación internacional de Cuba en la esfera de la salud, por la que nuestro país ha recibido el reconocimiento de decenas de gobiernos, el aprecio de la poblaciones que se benefician de ella, casi siempre las más humildes y desfavorecidas de los países donde se desarrolla, y el elogio de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales”.
Por ello, “el Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza en los términos más enérgicos esta campaña difamatoria del gobierno de los Estados Unidos, promovida de conjunto con los sectores más reaccionarios y corruptos de ese país, incluyendo a grupos extremistas de origen cubano representados en el Congreso por figuras como los senadores Marco Rubio y Robert Menéndez”.
En lo que se refiere a la política del gobierno cubano sobre la trata de personas, la declaración del MINREX señala:
“Cuba tiene una política de “Tolerancia Cero” ante cualquier modalidad de Trata de Personas, y un excelente desempeño en la prevención, el enfrentamiento y la protección a las víctimas, trayectoria que consta en Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales”.
La declaración enfatiza que “el gobierno de los Estados Unidos comete un crimen cuando intenta privar a quienes reciben esos servicios gracias a los acuerdos bilaterales libre y soberanamente firmados entre Cuba y decenas de gobiernos, y como fruto de la labor profesional, dedicada, altruista y solidaria de cientos de miles de trabajadores cubanos de la salud”.
La cancillería del gobierno cubano agrega, que la actual administración norteamericana, imita “las calumnias inmorales del gobierno de Donald Trump”, con lo que, “la actual política exterior de los Estados Unidos pone en tela de juicio su compromiso sincero con el enfrentamiento al terrible flagelo de la Trata de Personas, a la vez que vulgariza el esfuerzo internacional en combatirlo”.
Al finalizar la declaración, el ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, denuncia que, “los Estados Unidos son uno de los países con mayores problemas de trata de personas en el mundo”, ya que “sus políticas de asfixia económica contra Cuba y el incumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales favorecen a organizaciones vinculadas al crimen internacional, al contrabando de emigrantes y la trata de personas”.