Este domingo 12 de noviembre, de 9.00 a 19.00 horas serán las elecciones de los Concejos Vecinales (CV) y los Presupuestos Participativos (PP) en la capital del país.
Paola Beltrán
En el programa “Cosas que pasan” Gabriel Velázquez, edil departamental del Frente Amplio y Federico Graña, director de la Asesoría de Desarrollo Social y Participación de la Intendencia de Montevideo compartieron información sobre las próximas elecciones y sobre la descentralización y la participación como herramientas para la profundización democrática.
Velázquez aclaró que se trata de dos elecciones separadas que se realizan el mismo día por un tema de infraestructura y de logística. El PP “depende del gobierno departamental, la Intendencia de Montevideo y su Ejecutivo. Se votan hasta dos propuestas de Presupuesto por Municipio y también candidatos a Concejales Vecinales”.
Explicó que “habrá 543 circuitos para votar, siempre hay alguno cerca, son unos treinta circuitos más o menos por Centro Comunal Zonal (CCZ), o sea por el territorio que le corresponde a cada Concejo Vecinal. Al no haber circuito asignado todos los votos son observados, el domingo cuando se cierra empieza una puesta a punto en cuanto a la correspondencia de las cédulas, se verifica que no se haya votado dos veces (en dos Municipios) y a quién votó dos veces se anula el voto”.
¿Por qué los Concejos Vecinales?
“Este proyecto de descentralización con participación ciudadana – comentó el edil – es exclusivo de Montevideo y está cumpliendo, el año que viene, treinta años, por lo tanto, el gobierno departamental está preparando un festejo como corresponde, vinculado también a los 300 años de Montevideo”.
“Sin lugar a dudas que es un proyecto revolucionario para lo que es la descentralización. La particularidad de la descentralización y de alguna forma la participación de los vecinos tiene que ver con la profundización de la democracia”, puntualizó.
“Hay dos conceptos, uno es la democracia representativa (cada cinco años voy a votar, elijo mi representante a nivel nacional o departamental y ellos después resuelven. En cinco años, si considero que trabajaron bien se harán acreedores de mi voto y si no elegiré otra opción. Pero la profundización de la democracia en la participación ciudadana tiene que ver con vecinos organizados que hagan propuestas, pero a su vez también que controlen a sus gobernantes y en ese sentido los Concejos Vecinales tienen potestad para convocar a los gobiernos Municipales y al gobierno Departamental y también para convocar, y de hecho así lo hacen, a integrantes del gobierno nacional que después recibirán o no los planteos”.
“También pueden hacer sesiones especiales en algún lugar del territorio, convocatorias a organizaciones sociales a que participen y además tienen Comisiones de trabajo que están integradas por dos o tres Concejales titulares y por vecinos y ahí es donde los vecinos aportan de acuerdo a la característica del trabajo que les gusta. Pero tenemos una cantidad interesantes de Comisiones como seguimiento de las obras, cultura, salud, de discapacidad, de mujeres, de la tercera edad, en fin”.
Hacer política
Por su parte Graña inició haciendo una aclaración: “creo que tenemos una concepción de que la única participación política es la partidaria y eso hay que desterrarlo como sociedad. Política es comprometerse con los destinos de tu país, tu ciudad, tu barrio y en ese escenario el comprometerse con eso y dar una opinión o formar una opinión sobre ese tema ya es participación política y eso no implica que la gente tenga alguna pertenencia política partidaria. En una primera instancia creo que lo mejor que le puede pasar a una democracia es que las personas se comprometan con los destinos del país, la ciudad, el barrio y por tanto, para mi, todas esas personas hacen política”.
Y agregó que “en el Uruguay, la tradición de distintos movimientos sociales ya sea desde la central obrera hasta el merendero de un barrio o sea, todo lo que pasa en eso que va en las organizaciones feministas, de la diversidad, afro, organizaciones que pelean por el medio ambiente, por distintas temáticas en el territorio, toda esa gente tiene un alto nivel de compromiso con la sociedad, son militantes sociales que son militante políticos pero no necesariamente son militantes político partidarios”.
El rol de los funcionarios
Velázquez sumó un nuevo elemento para entender el proceso de estos ámbitos. “Los Concejos Vecinales, más allá de que hay alguno que repite, cambian cada dos o tres años, lo mismo pasa en la Junta, cada cinco años se renuevan los Ediles y quienes mantienen el funcionamiento y llevan cuenta de lo que históricamente pasa y hacen este conocimiento de los problemas y soluciones, son los funcionarios que muchas veces tienen veinte, treinta años trabajando en un mismo lugar. Ese conocimiento debe ser transmitido de alguna forma a los Concejos Vecinales y a los Concejales para que se pueda trabajar de la mejor forma posible. Porque el vecino cuando es electo no tiene por qué saber cómo dirigir una Asamblea, a veces tenés un dirigente sindical o que ha participado en una cooperativa y tiene noción de cómo se dirige pero tampoco tiene por qué saber cómo elaborar un acta o cómo desarrollarse en una Comisión o cuál es el relacionamiento, si se puede o no convocar a tal organismo o a tal otro, esa parte de conocimiento y de trayectoria la tienen los funcionarios y por eso son importantes y necesarios”.
Las tensiones de lo vinculante
“En el proceso se ha ido profundizando en cuanto a los niveles de incidencia precisa de un Concejo Vecinal – explicó Graña – nació de una forma y siempre hubo un diálogo entre el Gobierno Departamental y los Concejos Vecinales, hablo de los primeros quince años, en cuáles eran las tensiones sobre hasta dónde la voz de vecinos y vecinas era vinculante en las decisiones que tomaban en aquel momento departamental. Ahora tenemos un nuevo factor que es la aparición de los Gobiernos Municipales”.
Aclaró que si bien a veces “la gente entiende que el Gobierno Municipal es una sucursal del Gobierno Departamental en el territorio y no lo es. Es un gobierno que es autónomo. Es cierto que uno puede decir dónde están los límites de la autonomía porque por ejemplo los funcionarios que trabajan en los distintos Municipios dependen de la Intendencia de Montevideo y esta tiene un rol de la distribución de esa cantidad de trabajadores y trabajadoras que hay en cada uno de los Municipios; el otro tema es la distribución presupuestal o sea, no hay una autonomía presupuestal, lo que existe es la propuesta del Gobierno Departamental más lo que la Junta Departamental avala en cuanto a cuál es el presupuesto o el porcentaje del presupuesto departamental que va a los Municipios”.
En este sentido, Velázquez reflexionó que “el funcionamiento de los Concejos Vecinales es un reto para la ciudadanía y los gobernantes porque darle potestades a alguien para que elabore proyectos y para que nos siente a una mesa a decir que algo no le gusta implica que cuando nosotros impulsamos determinados proyectos hay que estar dispuesto a discutir con la gente y a fundamentar y se gana o se pierde. Si la gente tiene razón hay que dar la marcha atrás. Es mucho más fácil gobernar solo pero a los efectos de la democracia es mucho más peligroso porque uno tiene la posibilidad de equivocarse” explicó.
Con la participación de los vecinos es más trabajo, es mucho más dificultoso en el sentido de que hay que estar dispuesto a conversar, a dialogar, los tiempos no son los mismos, pero nosotros partimos de la base de que nadie conoce mejor el territorio, los problemas del territorio y por tanto también las soluciones que los vecinos que viven en el territorio”.
Con respecto a lo presupuestal, Graña destacó que “nosotros vamos a terminar esta administración volviendo a tener el mismo peso Departamental, porcentualmente hablando, que se tenía al final de la administración de Ana Olivera que es en el entorno del 12% del presupuesto que fue como comenzaron los Municipios. En otras administraciones lo que sucedió que como apareció el “Fondo de la gestión municipal” que aproximadamente vendría ser similar al valor del 4% del presupuesto Departamental, en vez de sumarse para decirlo de alguna manera, y que fuera el 16% en realidad lo que pasó es que se redujo el otro al 8%. Bueno, ahí es una política clara, porque cómo ve uno la importancia de ciertas políticas se refleja en el presupuesto que le asigna. Esta administración ha tenido una política clara en aumentar el presupuesto a los Municipios”.