UJC
Por estos días el Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) aprobó con bombos y platillos una “reforma” al sistema educativo que, según las autoridades, por las bondades de los cambios, debería ser implementada inmediatamente, por lo que en 2023 será puesta en práctica. No se precisó analizarla muy en detalle para comprender la estafa que representaba, más una puesta en escena de un gobierno que no quiere dialogar, incluso contradiciendo la propia Ley de Educación, y un Presidente de la ANEP deseoso de mostrar algún logro que no sea el recorte de millones y millones para que estudiantes y docentes puedan tener clases en ámbitos dignos.
Parece más que Robert Silva quiere comenzar a postularse como pre candidato por el Partido Colorado con bombas de humo más que un intento humilde, honesto, sincero de modificar cosas que permitan dar un salto cualitativo en nuestro sistema educativo. La comunidad educativa en sus diversas esferas ha marcado claramente que este nuevo intento de cambio inconsulto lo único que hace es retroceder, no aporta mayor valor a la educación. Vayamos desmenuzando varios componentes del proceso que se ha dado.
El Contexto. Lo alertábamos con la LUC, este gobierno va contra las mejores tradiciones de nuestra educación pública vareliana y batllista. Una educación que se ha destacado por la participación democrática de distintos actores, del intercambio de opiniones. Con la LUC se ha mostrado que ahora estamos frente a una visión gerencial, un director que ordena y el resto acata, como si la educación fuera una empresa privada, eso solo puede traer conflictos, porque va contra la construcción misma de nuestra educación. Los ataques que han sufrido los distintos gremios estudiantiles que sufren una persecución por parte de Jenifer Cherro, directora del Consejo de Secundaria, muestra la escasa voluntad de diálogo. La persecución que han tenido que enfrentar los docentes sindicalizados por parte del gobierno es otra muestra del clima en el que se vive. La represión, en forma de desalojos, policías o sumarios discrecionales, ha sido la tónica de este gobierno, no se explica cómo les da la cara para amenazar a estudiantes que si ejercen su derecho consagrado en la constitución y las leyes de organización y movilización serán sancionados, es inadmisible en un país que se jacta de una democracia profunda. Y no podemos olvidar lo más importante, mientras Silva se pasea con su “diálogo” por barrios en donde los locales de discusión de la reforma solo albergan militantes del Partido Colorado, el presupuesto de toda la educación pública se sigue deteriorando. Hasta descubrimos que ni siquiera regalaban camisetas de Uruguay en las pruebas Pisa, otro engañó y recorte, y van.
Vayamos por parte dijo Jack. La aparición de esta reforma de apuro ha sido por lo menos algo sorpresiva. Se ha tratado bajo el más absoluto de los silencios, por parte del CODICEN. Y se ha aprobado sin haberlo consultado antes con las Asambleas Técnico Docentes (ATD), como marca la ley. Las mismas se han ido pronunciando en contra de estos cambios que no solucionan ninguno de los problemas que tiene nuestra educación. Quizá, con aporte desde los saberes que se encuentran todos los días en las aulas, se podría haber tenido en cuenta algunas otras cosas, incluso contemplado la situación de algunas materias que sufren recortes importantes y que ponen en juego la estabilidad laboral de profesores en asignaturas como dibujo o ciencias físicas, las cuales ven muchas horas perdidas.
Vayamos ahora al contenido concreto de esta “gran transformación” educativa. Superficialmente la venden como una reforma integral porque en principio un lector o lectora que no se introduce en la materia ve como se abordan cosas de primaria y secundaria complementándose. Sin embargo, cuando observamos los cambios en concreto vemos lo siguiente: En Primaria lo único que se hace es que haya menos instancias de repetición, es decir, no se puede repetir todos los años sino cada dos. Esto en principio es una posición que tiene diferentes “bibliotecas”, lo curioso es que no hace tanto tiempo, cuando Robert Silva era consejero electo en el CODICEN, se opuso firmemente a evaluar este tipo de prácticas, parece que el palo en la rueda viene de otro sitio.
Lo novedoso de toda esta transformación estaría en lo que en este momento es el ciclo básico de Secundaria, que pasaría a ser 7º,8º y 9º. Esto incluso puede rememorar la propuesta de Tabaré Vázquez de una educación integral hasta los 15, parecería que va en esa dirección. Sin embargo, ¿qué vemos? ¿qué organismo va a ser el rector de dirigir 7º,8º y 9º y que organismo dirige de 1º a 6º? Cómo ya sucede actualmente, Primaria se encargará de 1º a 6º y Secundaria se encargará de 7º a 9º y el bachillerato. Además, las clases se van a impartir en los liceos, con profesores de liceos, porque se van a dar materias estructuradas como en el liceo, con una malla curricular que en definitiva no cambia nada sustancial. Parece más una estrategia para bajar los números de repeticiones y hacer campaña política con eso que un esfuerzo por abordar las principales dificultades que tiene nuestra educación pública a la hora de acompañar a los sectores más vulnerados de nuestra sociedad.
En cuanto a la malla curricular, increíblemente, como se ha mostrado en varias redes sociales, genera pérdida de horas totales y va contra algunas materias en específico. Este gobierno siempre ha atacado al arte y las humanidades, por eso le quita horas a dibujo, que perdería en total, con la cantidad de grupos que hay ahora, 3.413 horas de clase. Pero tampoco privilegia al estudio científico o pensamiento crítico, por ejemplo, Ciencias Físicas perdería con los cambios propuestos un total de 4.917 horas. No hay ganadores en esta reforma, solo perdedores, y en particular, además de los trabajadores y trabajadoras de la educación, los niños, niñas y adolescentes que se van a formar en una educación de peor calidad.
¿No será hora de terminar con la persecución y empezar con el diálogo? ¿No será hora de terminar con la campaña electoral y empezar a escuchar a las protagonistas del acto educativo? Tenemos desafíos importantes que no son cambiarle el nombre a una materia de Historia a Mundo Contemporáneo. La desigualdad de oportunidades en algunos lugares es un tema que hay que abordar, la desvinculación de muchos gurises y gurisas, la posibilidad de que la educación siga siendo un espacio de convivencia ciudadana. Eso nos tiene que guiar. Seguimos movilizados y movilizadas en Defensa de la Educación Pública, contra una reforma de espalda a la discusión democrática y las necesidades de gurises y gurisas. Seguimos movilizando contra una reforma que no reforma nada, deja todo cómo está, en beneficio de los que siempre ganan.
Foto de portada:
Marcha por los mártires estudiantiles. Foto: Santiago Mazzarovic/adhocFotos.