Por María José Pedraja
El Frente Amplio cumple 50 años con alegría y mesas a lo largo y ancho del país recolectando firmas contra los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC).
En entrevista con EL POPULAR, Daniel Marsiglia, secretario de Unidad Política del Partido Comunista del Uruguay (PCU), e integrante del Plenario Nacional y el Secretariado del Frente Amplio (FA), analizó la importancia de este medio siglo de historia, los desafíos del presente y las perspectivas futuras.
“La celebración de este 50 aniversario está enmarcada en un contexto bastante complejo. Siempre nos planteamos transformar la sociedad y el haber perdido las elecciones, como FA nos coloca en una perspectiva de repensar las cosas que hicimos mal. De los objetivos que nos planteamos cuales se concretaron y cuáles no, siempre hablamos de dos pilares que tienen un valor y un sustento muy importante: que son la unidad de la clase obrera y el FA”, afirmó Marsiglia.
“Es el análisis que tenemos que hacer, porque la derrota está significando la pérdida en derechos que habíamos conquistado, esto se refleja en las políticas salariales, la LUC y la Ley de Presupuesto. No nos pueden llevar puestos el avance de la derecha y la derrota. Vamos a recomponer todo el relacionamiento y la articulación con el campo popular para construir desde esa derrota”, agregó.
“Los 50 años tienen que pararse en la perspectiva histórica, con un valor sustantivo, mirar hacia atrás y repensarnos desde la base, con los valores y los principios que formaron a nuestra fuerza política. Hay cuestiones centrales como la creación del Frente Amplio, el desprendimiento que tuvieron un conjunto de sectores políticos. Así como compañeros y compañeras de la talla de Rodney Arismendi, José Pedro Cardozo, Zelmar Michelini, Líber Seregni, entre otros. Cada uno con su mochila política e ideológica, pero a la hora de elaborar una herramienta los unió un programa en común”, recordó Marsiglia.
“Son principios y valores claves para seguir desarrollando este proyecto político. Lo que fue la experiencia de los 15 años de gobierno nacional en la gestión, nos fue colocando en una situación que queremos discutir. ¿Por qué se fueron desdibujando esos valores y esos principios? Hay que tener mucha memoria para recorrer juntos analizando estos 15 años con crítica y autocrítica. No caer en echarle la culpa al otro, porque eso no es entrarle de lleno a las cuestiones estratégicas que teníamos que haber discutido. Generamos mejor calidad de vida para los trabajadores y nuestra gente: mejoramos los ingresos, sin embargo, esta barra llegó y en menos de 70 y pico días de gobierno, de un plumazo, borró un conjunto de derechos y volvió a colocar la balanza en sacarle todo a los trabajadores. Lo vemos con la reducción de los salarios, el ajuste de la BPC a la rebaja de salarios y prestaciones, el aumento de las tarifas, el IRPF, el aumento de las tarifas, el aumento del IVA, etc. Al capital no se lo tocó en plena pandemia, cuando se pedía un esfuerzo de todo el mundo, lo único que se apelo fue al salario de los trabajadores y las jubilaciones”, agregó.
“Nos debemos un debate, lo que llamamos en el Partido: los límites del progresismo. Hay un punto donde nosotros distribuimos y crecimos a través del valor de la materia prima, pero, en un momento de crisis global antes de la pandemia, ya había factores que estaban implicando pérdida de trabajo. Atravesamos un momento donde 50 mil puestos de trabajo se habían perdido. Entonces, tenemos que animarnos y meter mucha inteligencia, para ver si eso no marcó algunos límites del proyecto progresista y si no tenemos que ir a un proyecto superador. Como comunistas decimos que sí, si bien el Frente Amplio nunca se definió por el socialismo, sí se definió anti-capitalista, anti-imperialista, anti- oligárquico y anti-patriarcal. Entonces, debemos lograr un proyecto político que en su programa identifique esas grandes ideas y conceptos”, añadió.
Marsiglia apuntó que “también tenemos que analizar el proceso que vivimos en América Latina. En estos 50 años debemos tener una mirada de todo lo que pasó en nuestro continente. El Frente Amplio fue saltando muchos escollos y creo que es porque hay reservas muy importantes: está en la sangre de los frenteamplistas el recordar su fundación el 5 de febrero del año 1971”.
“Estamos en un momento bien complejo, acompañando a los movimientos sociales como el PIT-CNT, la FEUU, FUCVAM, el Movimiento Social Feminista y un conjunto de organizaciones para enfrentar uno de los principales instrumentos del programa de la derecha: la LUC, que es la parte política- ideológica del programa de gobierno, porque el presupuesto después lo expresa en números”, añadió.
“Es impresionante la movilización que hay desde los sindicatos, desde los Comités de Base. Hay que transformar ese entusiasmo en firmas, y acá tenemos el núcleo duro que es lo que está llegando masivamente a firmar, tenemos que llegar a ese millón de uruguayos que eligieron otro proyecto de país. La LUC se define en términos de dos proyectos de país, expresa el proyecto de la derecha, de la coalición conservadora, retrógrada y antidemocrática. Hay un millón de uruguayos que votaron al Frente Amplio, nuestra responsabilidad es ir con nuestro compañero y compañera para incorporarlo a este esfuerzo”, destacó.
“Nos proponemos un 5 de febrero con alegría en todo el país manteniendo los protocolos, pero sacando muchas mesas. Miles de mesas en todo el país para que sea un día de recolección de firmas como fuerza política. “Orientales al Frente” nos convocó para aquella batalla, hoy convocamos a todos los orientales a dar esta batalla de recolección de firmas contra la LUC. Queremos una batalla democrática, que toda nuestra población pueda entender que hay dentro de la LUC, que va a pasar con nuestra seguridad pública, con lo punitivo del Estado, con nuestros jóvenes, con la Ley de inteligencia, con la educación, con la salud, con la vivienda, con la seguridad. Acá la que tiene miedo es la derecha que no quiere debatir”, afirmó Marsiglia.
“Parte del eje político de nuestra estrategia que vamos a desarrollar es ir contra los 135 artículos de la LUC, juntar las firmas, ir al referéndum y ganarlo. Parte de ese proceso de autocrítica es asumir que nos fuimos alejando de la sociedad, esta herramienta del referéndum contra la LUC nos da los elementos para ir al encuentro de nuestro pueblo, aunque no firme. Ese el ADN del frenteamplista: golpear puertas, ir al encuentro. Eso tendríamos que haber hecho los 15 años de gobierno. Hoy tenemos esa posibilidad, nos va a dejar mejor, con más pueblo organizado”, añadió.
Sobre los festejos este 5 de febrero Marsiglia afirmó que se hará en Paso de los Toros, un acto simbólico, y luego se va a ir a la meseta de Artigas para recordar al general Líber Seregni.
“No vamos a dejar de festejar y será en cada Comité de Base, en cada Departamental, en cada casa de familia, como en la época de la dictadura tendimos una red, sin WhatsApp, sin medios que te enferman la cabeza. Transformaremos las dificultades de esta pandemia en la posibilidad de un encuentro de reflexión, de análisis político de lo que significó la creación del Frente Amplio: pensarnos y repensarnos en términos de unidad, de alianzas y valores”, agregó Marsiglia.
“Tenemos que rescatar lo colectivo, no dejarnos marear de los cantos de la derecha. Hay que reconocer que la línea histórica siempre ha sido la construcción de la unidad. Hagamos el análisis que tenemos que hacer, pero seamos capaces de tener una mirada de una perspectiva de lucha y de unidad, para conquistar el gobierno nuevamente para el pueblo uruguayo”, añadió.
“¿Cuál será el programa?, tendremos que volver a discutirlo entre todos, el Frente Amplio sigue siendo la fuerza de esperanza, de lucha, de organización de unidad para caminar juntos con el pueblo uruguayo”, finalizó.