Paysandú: “Desde el primer momento atendimos la emergencia social”

Por Gabriel Mazzarovich

El gobierno nacional dispone de cadenas nacionales diarias para mostrar su concepción de cómo enfrentar los impactos de la pandemia. Pero, contrariamente a lo que se quiere mostrar, no es la única forma posible. Las intendencias frenteamplistas, en medio de enormes dificultades, están haciendo otras cosas.

Dentro de un conjunto muy grande de medidas destacan diferir y bajar la carga impositiva, coordinar con las organizaciones sociales y abrir un diálogo social, multiplicar las canastas, policlínicas y comedores. En esta entrevista, Mario Díaz, intendente de Paysandú, explica lo hecho por el gobierno departamental frenteamplista en ese deparmento.

-¿Cuáles fueron las principales medidas adoptadas por la intendencia de Paysandú, en el marco del impacto pandemia?

Nosotros hemos abordado la emergencia en tres niveles. Por un lado la emergencia sanitaria, que tiene que ver con la adopción de medidas que buscan reducir, mitigar o atenuar los riesgos de que el virus se expanda o circule. El 13 de marzo fue que se declaró la emergencia a nivel nacional, nosotros ese mismo día citamos al Comité Departamental de Emergencia para que funcionara el día sábado 14 de marzo y desde ese día adoptamos un conjunto de decisiones vinculadas básicamente a la emergencia sanitaria. Por ejemplo, restricciones de funcionamiento, prohibición de realización de espectáculos públicos, un conjunto de medidas que tenían que ver con la cuestión sanitaria.
Recordemos que el gobierno en todo momento lo que definió fueron exhortaciones o recomendaciones, el gobierno departamental, a medida que pasaban los días y que evidentemente veíamos necesario profundizar algunas medidas, siempre en el marco del Comité Departamental de Emergencia que además de la Intendencia integran el ministerio de Salud Pública, el MIDES, la Policía, el Ejército, la Prefectura, un conjunto de organismos nacionales, definió la prohibición del uso de los espacios públicos, la organización de los velorios, la prohibición de remates y ferias ganaderas.
Se trata de un conjunto de actividades que tenían impacto desde el punto de vista económico y social, pero que entendíamos necesario ir definiendo dado que lo principal en ese momento era la reducción de riesgos para la expansión del virus. Ese fue un proceso que se fue dando durante los dos meses que llevamos de emergencia. Obviamente, cuando el gobierno nacional empieza a adoptar medidas de retorno progresivo a la actividad, nosotros nos vimos obligados también en esa misma dirección, producto de que quedábamos prisioneros a veces de adoptar decisiones más profundas en la reducción de los riesgos y sentíamos que quedábamos casi sin los respaldos oficiales para seguir en esa dirección. Fue en ese sentido que, por ejemplo, el fin de semana pasado debido a que Prefectura había habilitado el uso del río para recreación y actividades deportivas, habilitamos el paseo costero que lo habíamos restringido algunas semanas atrás por ser un área de mucha concentración y de aglomeración de gente.
Hoy te diría que estamos en un proceso progresivo de retorno paulatino y medido de la actividad, lo mismo con el funcionamiento de la propia Intendencia.
La otra dimensión fue la atención a la emergencia social. Nosotros, desde el primer momento, éramos conscientes de que esta situación traía aparejado un impacto económico y social muy fuerte dado que hubo sectores de la población que prácticamente se quedaron sin ingresos de un día para el otro, los cuentapropistas, las personas que viven de las changas, que viven de un ingreso no formal. Recordemos que a esa altura -estamos hablando de 15-20 de marzo- Paysandú aún no tenía designado al director departamental del MIDES, eso hizo que la Intendencia en forma rápida generara desde el área de Desarrollo Humano y Social las medidas para atender esta emergencia humana y social a la que hacíamos referencia. Nosotros de forma inmediata cursamos una nota al MIDES solicitando que se nombrara en forma urgente al director departamental, cosa que se produjo en los días siguientes. Pero ante esa ausencia, nosotros nos sentimos obligados a dar rápida respuesta a esto y entonces la Intendencia generó un registro de personas directamente afectadas, tratando de identificar a quienes tenían una actividad previa a la emergencia y habían quedado colgadas, sin ningún tipo de sustento. Hicimos un registro y un cruzamiento con la información de la base de datos del MIDES para garantizar que eventualmente no tuviera otras prestaciones. Y fue así que identificamos a 1.300 personas que habían quedado sin ningún tipo de cobertura y en forma inmediata, estamos hablando de los últimos días de marzo, hicimos la primera entrega de las canastas. Paralelamente nosotros atendemos en los comedores municipales a cerca de 900 personas, toda la semana de lunes a viernes. Entonces adoptamos medidas en esos comedores para que el funcionamiento se mantuviera pero sin que las personas almorzaran allí sino que se estableció un sistema de viandas en las que las personas recibían su almuerzo y se retiraban a sus viviendas. Todo esto generó para la Intendencia un fuerte incremento del uso de recursos destinados a esta actividad, estamos hablando que hoy se lleva gastado entre 7 y 8 millones de pesos destinados a la emergencia social. Ya hemos hecho entrega de la segunda canasta a estas 1.300 personas -estamos hablando de personas tanto de Paysandú ciudad como del interior-. Para esta segunda canasta, nosotros hicimos una adquisición importante a los pequeños productores de la zona -productores hortícolas, feriantes y demás- a manera de incorporarle a la primera canasta, que había salido en forma rápida y con poco tiempo, un complemento de verduras y frutas, a manera de incorporar alimentos frescos. Y, además, en lugar de pedirle a la gente que fuera al área de promoción social, fuimos nosotros mismos a cada uno de los barrios donde la intendencia tiene salones comunitarios para hacer la entrega de forma descentralizada. Esa actividad sigue funcionando y el MIDES a partir de la designación del director ya retomó una cobertura paralela, y yo diría que en líneas generales la emergencia social está, en principio, relativamente cubierta. Hoy no estamos percibiendo problemas o demandas que no estén siendo atendidas. Esto también fue acompañado, como se dio en todo el país, de un surgimiento de una cantidad significativa de ollas populares, algunas promovidas por sindicatos y organizaciones barriales que también ayudaron a complementar toda la asistencia.
Paralelamente, nosotros entendimos que era necesario reforzar el sistema de comedores y hemos incrementado el número de platos que se brindan día a día y, desde los primeros días de abril, hemos incorporado el sábado y el domingo, y hoy los 7 días de la semana estamos brindándole a entre 900 y 1.000 personas un almuerzo en forma diaria.
Además recibimos dos donaciones ya de canastas, de dos futbolistas originarios de Paysandú, uno Nicolás Lodeiro, que hizo una entrega de 2 mil canastas en el mes de abril, y ahora estuvimos recibiendo una segunda donación también para que sea la Intendencia la que canalice la distribución, de Walter Gargano.
Nosotros focalizamos la entrega de estas canastas en distintas poblaciones. La primera, la de Nicolás Lodeiro, la canalizamos a través de las instituciones deportivas y ahí identificamos un conjunto de personas, de familias que estaban pasando por situaciones complejas y entendimos que había que apoyar. Y las dos mil adicionales que recibimos ahora de Gargano, optamos por reunirnos con la Inspección Departamental de Escuelas y a través de ellos llegamos al conjunto de escuelas de contexto crítico que hay en todo el departamento.

-¿Estas canastas serían además de las que ya está entregando la intendencia?

Exacto. Estas canastas son adicionales a las que la Intendencia está entregando completamente con sus propios recursos y vinieron a complementar el apoyo para los sectores más complicados en este momento.

-¿Cuál es la tercera dimensión de las medidas de la intendencia?

La tercera dimensión es la económica. Este es el tercer aspecto que nosotros desde el primer momento planteamos y tiene que ver con generar las condiciones, las herramientas y las medidas para que, una vez superada la emergencia, dentro de las posibilidades que tiene la Intendencia, recuperar el funcionamiento económico dinámico y, en su máxima expresión posible, reducir la pérdida de puestos de trabajo. Hoy para que tengan una idea, Paysandú tiene alrededor de 4 mil trabajadores en el Seguro de Paro.

-Que además, Mario, se suma a una situación de desempleo en Paysandú que ya venía complicada por la recesión en Argentina y por el impacto que tenía eso en los últimos dos años.

Exacto. Veníamos en una situación compleja en determinado tipo de actividades. La construcción es una de las que ha venido sufriendo más en esta última etapa. En los años anteriores hubo algunos emprendimientos muy importantes que habían generado una dinámica en la generación de empleo, sobre todo vinculado a la construcción muy significativa, sobre todo lo que fue la instalación de la red de fibra óptica, en fin fueron proyectos muy potentes que habían tenido un fuerte impacto en la creación de puestos de trabajo, que obviamente al haber terminado habían resentido mucho la situación y como tú decías, efectivamente, la situación previa a la emergencia nos encendía algunas señales de alarma que debíamos atender y a esto se suma una realidad consecuencia directa de esta emergencia y de tener 4 mil trabajadores en el Seguro de Paro.
Para eso nosotros entendimos que era necesario adoptar rápidamente algunas medidas, dentro de las limitaciones que tiene el gobierno departamental. Entendámonos, que también las posibilidades no son demasiadas. No obstante ello, en forma inmediata nos pusimos a trabajar en un proyecto de decreto departamental que genera exoneraciones, o sea hay un renunciamiento fiscal importante por parte de la intendencia, pero entendemos que en este momento pasa a ser prioritario atender la actividad económica para evitar, dentro de lo posible, que se pierdan puestos de trabajo. El decreto implica la exoneración de un conjunto de impuestos y tributos focalizados en los sectores más perjudicados.
Te hago un paréntesis para entender un poco el fenómeno de Paysandú. Con la emergencia, paralelamente se cerró el pasaje por el puente Paysandú-Colón, nosotros hasta antes de la emergencia, estábamos teniendo un flujo importantísimo de gente que consumía en Colón. Eso había tenido un fuerte impacto en el comercio minorista de Paysandú, lo venía teniendo desde hace mucho tiempo ya, porque el cambio (en Argentina) estaba muy conveniente y las cosas estaban muchísimo más baratas. Eso había generado una situación económica muy compleja para Paysandú y, en particular, para el comercio minorista. ¿Qué pasó? Con el cierre del puente, y esa ha sido una de las paradojas que ha traído esta situación, muchas empresas, pequeñas empresas, han incrementado sus ventas.
Entonces más allá que hay un montón de gente que está ganando menos por estar en el seguro de paro o hay algunos que han perdido sus ingresos, los que hoy están consumiendo en Paysandú compensaron de alguna forma esa pérdida de ventas, por el otro lado. Hubo un incremento de ventas de los comercios minoristas, los comercios de barrio, ni qué hablar, los distribuidores mayoristas, los que abastecen a esos comercios, todos reconocen un incremento en las ventas. Nosotros hicimos una encuesta al sector comercial para ver cómo había sido el impacto de la epidemia y nos encontramos con esa realidad, que había comercios que mejoraron sus ventas.
Dicho esto, retomo lo del proyecto de decreto. Nosotros dividimos las empresas en tres franjas. Las de hasta 4 empleados, que son las microempresas, les exoneramos hasta el 100% de la contribución, más todo lo que son las tasas, tasas de recolección de residuos, tasa de higiene, de letreros, de aviso y demás, siempre y cuando demuestren que sufrieron el impacto de la epidemia.
Después de las empresas entre 5 y 19 empleados, le descontamos lo mismo pero hasta el 50% máximo y les ponemos como condición que repongan el 80% de personal que hayan tenido que enviar al seguro de paro. Y a las empresas más grandes, las que van de 20 a la cantidad que sea, le ponemos también el 50% de descuento, pero le exigimos como condición que retomen el 100% de los empleados que puedan haber mandado al seguro de paro. Con esto lo que estamos tratando es, por un lado, aliviarle el peso tributario a las empresas porque hay sectores que notoriamente se han visto muy afectados, el sector gastronómico y el sector hotelero, prácticamente la gran mayoría han permanecido cerrados, a esos sectores les va a venir muy bien este alivio, porque estamos hablando de una reducción de la mitad de todos los tributos del año. Obviamente, tienen que demostrar que van a reponer el personal que tenían antes de la emergencia.
Pero además, en estas diferenciaciones que les hacemos a las empresas, a los trabajadores que hayan sido enviados al seguro de paro también los incluimos. O sea que en la medida que demuestren que fueron enviados al seguro de paro también van a ser beneficiados de estos descuentos. Entendemos que era necesario generarles un alivio a aquellos trabajadores que se hayan visto afectados por la emergencia. No es un decreto que focalice solo en las empresas, sino también en el ciudadano común que es una persona que tiene un trabajo y que ahora fue al seguro de paro, también se vería beneficiada con estas exoneraciones.
Es un renunciamiento importante, esto lo queremos resaltar. La Intendencia está destinando para esto una cantidad importante de recaudación, pero en este momento hay que priorizar y poner recursos al servicio de esto, porque hay personas que van a verse muy afectadas en esta etapa
Fue una medida, en general, bien aceptada, muy reconocida por el sector comercial y por los trabajadores. Antes de hacerlo público se lo presentamos al PIT-CNT, al sector comercial, a las bancadas de los partidos y bueno hoy está en la Junta Departamental a estudio, el 21 de mayo se considera, y esperemos que ahí se le dé aprobación. Nosotros ya tenemos instalada un área para la recepción de las solicitudes y empezar a registrar a las empresas que, eventualmente, se quieran acoger a estos beneficios.
Ese es el panorama al día de hoy, pero estamos también pensando en algunos proyectos adicionales de reactivación económica para el departamento. De hecho yo estoy yendo a Montevideo para hacer un repaso sobre un conjunto de inversiones que estaban previstas para Paysandú, vinculadas a distintas áreas del Estado, inversiones en distintos organismos: enseñanza pública, OSE, en el ministerio de Transporte, de Vivienda y queremos ver en qué situación está cada uno de ellos y si se mantiene la decisión de llevarlos adelante. Estamos focalizados en la situación del empleo, el trabajo y la situación económica del departamento. El hecho de que Paysandú no tenga ningún caso autóctono y que la emergencia sanitaria esté bastante controlada, nos permite poner el foco en la necesidad de generación de iniciativas que nos permitan la reactivación económica.

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