Bruno Giometti (*)
El Instituto Nacional de Estadística (INE), publicó su informe mensual referido a los principales indicadores del mercado de trabajo. La tasa de empleo (relación entre la cantidad de personas ocupadas y la población en edad de trabajar) fue estimada en 56,6% para el mes de agosto del corriente año. Por su parte la tasa de desempleo (relación entre la cantidad de personas desocupadas y la población económicamente activa) registra una estimación puntual de 7,9% para dicho mes.
El empleo tuvo una fuerte caída en 2020 (se perdieron en promedio unos 60.000 puestos de trabajo), mientras que en el primer semestre de 2021 persistieron las dificultades asociadas a la ola de COVID ocurrida entre abril y junio de dicho año. Hacia el tramo final del año 2021 se produjo un importante repunte en el empleo, que llevó en los últimos meses del año la tasa de empleo por encima del 57% y la tasa de desempleo al entorno del 7% aproximadamente.
Hubo quienes advertimos que si bien estas cifras de recuperación del empleo eran positivas, en buena medida estaban explicadas por factores de carácter transitorio, en particular los programas sociales de empleo (jornales solidarios) y algunas grandes obras en el sector de la construcción (UPM y obras relacionadas). A su vez veíamos una heterogeneidad muy fuerte en el proceso de recuperación económica, basado más en la agro-exportación que en la actividad interna, lo que podía limitar el proceso de generación de empleos. También era importante señalar que la baja en el desempleo no solamente se debía a la generación de puestos de trabajo, sino a que había menos gente buscando empleo en comparación al período previo a la pandemia.
De más está decir que esta recuperación relativa del empleo en el segundo semestre de 2021, estuvo acompañada de una continuidad de la caída de los salarios reales, tanto en la actividad privada como en el sector público. Es decir, en ese período se recuperaron o crearon empleos pero con salarios más bajos.
Pues bien, a partir de principios del año 2022, la recuperación del empleo registrada en los meses anteriores, primero se detuvo y luego mostró una reversión, tendencia que se confirma con los últimos datos del mes de agosto. Cabe señalar además que algunos de los factores “transitorios” que mencionábamos más arriba, siguen operando en estos meses, por lo cual cabe preguntarse si estos puestos de trabajo que se irán destruyendo en los próximos meses (finalización del programa de jornales solidarios en octubre, finalización de las obras de UPM) serán compensados por la generación de puestos de trabajo genuinos en los distintos rubros de actividad.
En la Rendición de Cuentas se ve una impronta de recorte de la inversión pública lo que no es un buen indicio en esta situación. El gobierno nacional se “encomienda” a lo que puedan y quieran hacer los malla oro.
(*) Economista, integrante del Instituto Cuesta-Duarte y del equipo de “Valor!!”.
Fuente: elaboración propia en base a datos del INE.
Foto de portada:
Obrero de la industria de la construcción. Foto: Ricardo Antúnez / AdhocFotos.