Presentaron evidencias de las intenciones sediciosas del grupo ultraderechista estadounidense Oath Keepe

El grupo ultraderechista estadounidense Oath Keepe aparece cada vez más comprometido en la asonada que intentó impedir la toma de posesión de Joe Biden en enero del pasado año.

En el juicio que se realiza contra el fundador del grupo, Stewart Rhodes, y varios de sus integrantes, los fiscales del caso han prestado especial atención a “los alijos de armas y los preparativos del viaje por carretera los días previos al 6 de enero del pasado año”, informó la agencia prensa Latina que cita como fuentes a medios digitales locales.

La información acumulada, durante el proceso de investigación contra los miembros del grupo, indican que los mismos “se dirigían a Washington, D.C., con un enorme arsenal de armas de fuego”.

En el caso específico de Rhodes ayudaba “a acumular las armas de los Oath Keepers”, armas que posteriormente fueron escondidas en un Comfort Inn de Arlington, Virginia, un lugar que ha sido definido como “estratégicamente situado para asegurar que pudieran ser transportadas al centro de la ciudad en cualquier momento”.

En el proceso, los fiscales aportaron como evidencia una serie de mensajes “en los que Rhodes negociaba la compra de esos artefactos y otros equipos antes del 6 de enero”, utilizando para ello “cuentas bancarias por valor de más de 100 mil dólares”.

Todo el proceso de acopio de armas y la planificación de las acciones, fue realizado de forma metódica y con anterioridad al 6 de enero.

Como se recordará, añade PL, ese día “decenas de Oath Keepers llegaron a Washington (…) y más de 20, incluido Rhodes, fueron vistos en los terrenos del Capitolio federal mientras una turba pro-Donald Trump irrumpía en el edificio”.

Ante el jurado, los fiscales mostraron los mensajes de texto enviados entre los cabecillas de la organización en el curso de su viaje a Washington D.C.

En dichos mensajes se observa el modo en que coordinaron las acciones del grupo, incluyendo en ello “sus ubicaciones y propósitos”.

El juicio contra el grupo ultraderechista comenzó el pasado 4 de octubre y sus integrantes enfrenta cargos de conspiración sediciosa.

A pesar de la negativa del jefe del grupo, Jeffrey Nestler, fiscal federal adjunto, afirmó “que Stewart Rhodes y otros cuatro asociados planearon una “rebelión armada” el 6 de enero de 2021, en el asalto al Capitolio, con el fin de mantener al entonces presidente Donald Trump en el cargo”.

El propósito del grupo, añadió el fiscal, “era detener, por cualquier medio necesario, el traspaso legal del poder presidencial, incluso tomando las armas contra el Gobierno de Estados Unidos”.

Enjuiciados por “conspiración sediciosa”, los acusados enfrentan una posible condena de hasta 20 años de cárcel.

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