Los precios de los alimentos básicos en Reino Unido cuesta un 80 por ciento más caro con relación al pasado año.
Los datos fueron revelados por el Consumer Watchdog, una organización sin fines de lucro, cuyo objetivo es trabajar por la defensa de los intereses de los consumidores.
En el estudio, señala el portal de noticias KaosenlaRed se muestra “cómo los productos tradicionalmente más baratos constituyen los más afectados por la inflación”, que, desde el pasado mes de diciembre se ubica en cerca del 10 por ciento.
En la vida coidiana ello significa “la ausencia de varias comidas para algunos sectores de la sociedad”.
De acuerdo a la organización, se han producido afectaciones importantes en “los seguros, la atención médica y en la energía, lo que afectó de forma directa el “precio de una cesta de insumos básicos de uso cotidiano como queso, pan blanco, salchicha, papas y avena”.
La investigación tuvo como base el estudio de varios supermercados y en ellos se constató “el alza de los montos de hasta 35,5 por ciento, en el caso de la avena”, mientras que, para los otros productos las variaciones oscilaron “entre el 14 y el 28 por ciento” de incremento.
El informe alertó que también habrán variaciones en los llamados “artículos económicos de marca propia” de los supermercados estudiados, una variación que también los haría prácticamente inaccesibles para los consumidores más vulnerables de la población.