Gastón Grisoni (*)
Recientemente, la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo (INDDHH) rechazó una petición de amparo presentada por un hijo del represor procesado y condenado por su participación en las tareas represivas desplegadas en plena de dictadura. La fundamentación de la INDDHH es clara. No tiene competencias en aquellos casos en que interviene el Poder Judicial.
Participó en la Operación Morgan
A fines de octubre del año 1975, el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) desplegó una enorme campaña represiva destinada a aniquilar al Partido Comunista de Uruguay (PCU). En ese momento era la principal organización que, actuando en la ilegalidad, seguía desplegando una intensa y permanente campaña de oposición al régimen de Juan María Bordaberry que gobernaba junto a las Fuerzas Armadas.
Las Cámaras habían sido disueltas el 27 junio de 1973. La huelga general de los trabajadores, luego de 15 días de heroica resistencia, había sido levantada. Diferentes operativos represivos habían golpeado muy seriamente al Partido Comunista Revolucionario (PCR) y los intentos de reorganización del MLN en 1974 habían sido aplastados a sangre y fuego mediante la operación Conejo que incluyó la masacre de las Muchachas de Abril.
Cuando en el marco de las discusiones que las cúpulas gobernantes mantenían acerca del futuro institucional de la dictadura, se dispuso el despliegue de la Operación Morgan, siendo el teniente general Julio Vadora el Comandante en Jefe, Rodríguez de Armas ocupaba un lugar privilegiado en el comando que llevó adelante el procedimiento. Iba asiduamente al 300 Carlos para supervisar las torturas que se llevaban a cabo.
Centenares de militantes clandestinos del PCU, de todo el país, fueron secuestrados y sometidos a terribles torturas, en la Casa de Punta Gorda (el Infierno Chico), en el local en que funcionaba la ex cárcel del pueblo incautada al MLN (Juan Paullier 1190), en el 300 Carlos, en la DNII en Maldonado y Paraguay, en Los Vagones de Canelones, en el Fusna y diferentes cuarteles de todo país. La Operación Morgan fue una de las más grandes, por la cantidad de personas detenidas, de las operaciones represivas de la dictadura.
Oscar 5 y María Claudia García de Gelman
En el 300 Carlos, los jefes responsables del operativo y del centro, se identificaban con la denominación Oscar. Rodríguez de Armas fue Oscar 5: un número significativo en la escala jerárquica del Infierno.
Cuando fue procesado, Rodríguez fue reconocido, además, por cinco víctimas del terrorismo de Estado que estuvieron en el centro clandestino del Servicio de Información y Defensa (SID), en bulevar Artigas y Palmar y en la casona de Punta Gorda, un centro de torturas conocido como el “300 Carlos R”. Entre otros hechos, Rodríguez fue reconocido por las militantes Elba Rama y Sara Méndez como el médico que iba a controlar el embarazo de María Claudia García en el primer piso de la sede del SID y quien ordenó el traslado de la militante desaparecida cuando iba a dar a luz a Macarena Gelman, en noviembre de 1976.
Hasta el día de hoy, María Claudia García de Gelman permanece desaparecida. Su hija, Macarena Gelman fue entregada a la familia de un funcionario policial de San José, cercano al doctor Julio María Sanguinetti y se reencontró con su abuelo, el poeta Juan Gelman durante el gobierno del doctor Jorge Batlle.
En la justicia lo reconoció otro militar
Un elemento muy significativo es el hecho de que, además, de la documentación militar que acredita que Ramón Rodríguez de Armas fue parte integrante del equipo represivo, de la identificación que algunas de sus víctimas realizaron, fue identificado por un militar que lo ubicó en el 300 Carlos, que funcionaba en uno de los galpones del Servicio de Material y Armamento del Ejército.
El oficial de la Fuerza Aérea (FAU) Bernabé Saralegui, que concurría al local en que funcionaba el 300 Carlos, declaró haberlo visto varias veces en dicho lugar, lo cual fue muy tenido en cuenta por el Tribunal de Apelaciones de Primer Turno que lo procesó por el delito de Abuso de funciones aunque le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria.
Los cabildantes: mentirosos contumaces
El teniente general retirado Guido Manini Ríos fue pasado a retiro por el expresidente Tabaré Vázquez, en marzo de 2018, por aducir que los militares eran procesados sin las garantías del debido proceso. El Poder Judicial no es infalible. En ocasiones se equivoca. El falso testimonio del teniente coronel retirado José Nino Gavazzo ante la justicia condujo al procesamiento del coronel retirado Juan Carlos Gómez. La Suprema Corte de Justicia (SCJ) así lo reconoció.
En este caso, no hay dudas. Ramón Rodríguez de Armas fue procesado con todas las garantías del debido procesado por el delicado y sensual delito de Abuso de Autoridad aunque fue un torturador de primera línea y debería estar, sin dudas, en Domingo Arena. La sacó barata. Super barata.
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(*) Gastón Grisoni es Presidente de Crysol pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.
Foto de portada:
Ex-centro de tortura 300 Carlos-Infierno Grande. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.