Por María José Pedraja.
La concentración en Salinas, Canelones, estaba prevista que fuera a las cinco de la tarde como bien lo dijo Federico García Lorca, a las cinco en punto de la tarde. Pero ya desde la mañana Salinas se expresó en dos frentes: uno en la playa portando los carteles de “Son memoria, son presente, ¿dónde están?”, y el otro, en el conocido Puente del Arco, con familiares y vecinos comprometidos.
Todos con los cuidados sanitarios correspondientes, pintaron las margaritas en el puente de Salinas así como simbólicos “cajoncitos vacíos” que cada uno interpretaba a su manera.
La pandemia no pudo callar al silencio y se expresó con esa peculiaridad de la Costa: “¡Hay que marcar presencia en la Inter!”, y allí estuvieron previo a la marcha.
El compromiso fue tal que hombres y mujeres portaron los rostros de los desaparecidos en una fila, en el cantero de Interbalnearia. Mientras eran filmados o fotografiados por las cámaras, levantaban aún más los carteles de los desaparecidos con rostros orgullosos.
Gente que corría de un lado para otro, pero no desorientados, sino alertas para sostener y abrazar un cartel en caso de que faltara alguien, sabiendo que quizá no lo harían, pero siempre atentos.
Próximo a las cinco de la tarde cruzaron de forma ordenada la Interbalnearia hacia la calle principal de Salinas, al ruido de bocinas no ansiosas por cruzar, sino simbolizando la respuesta del “¡Presente!” adelantado, ya que el camino seguía pero todos querían participar.
Más temprano los vecinos se aseguraron de acompañar la marcha de la calle colocando margaritas en sus puertas, portones y balcones.
Los jóvenes, familiares, artistas, y vecinos de Salinas se encargaron de que este 20 de mayo no pasara desapercibido y lo lograron con éxito.
Esta conmemoración merecía lo mejor y lo tuvo, completar la cantidad de personas orgullosas de portar un cartel y no solo alcanzaron, sino que sobraron los voluntarios. Hubo algún que otro empleado de comercio que acompañó saliendo de su trabajo para despedirlos.
Por otra parte los artistas plasmaron la memoria en una obra de arte en el puente de Salinas, así como estuvo la presencia unitaria de los dos Comités de Base del Frente Amplio de la zona: José Trigo y Víctor Deri.
Así se reforzó el silencio y se esperó a que llegara hasta el último portador de los carteles, luego se leyeron uno por uno los nombres de los desaparecidos en vivo, al grito seguro del Presente colectivo.
Todo finalizó con el Himno Nacional y los carteles con los rostros cuidadosamente fueron depositados en el piso por quienes los sostenían.
Allí los jóvenes ordenaron los carteles cuidadosamente, y cada uno volvió para su casa con esa margarita en el corazón, y con el “son memoria, son presente, ¿dónde están?” en la garganta.