Por Moriana Alberro
La investigación, realizada por el MNP entre septiembre de 2019 y diciembre de 2020 con el apoyo de UNICEF Uruguay, revela las vulneraciones de derechos que sufren los niños, niñas y adolescentes que residen en los centros de salud mental en convenio con INAU. En ese sentido, reporta casos de descuido emocional, trato humillante y amenazante y malos tratos físicos. El estudio evidencia también que el 40 % de las niñas, niños y adolescentes que ingresan en clínicas de atención por episodios agudos permanecen allí incluso luego de contar con el alta médica.
Entre los hallazgos más relevantes se constataron:
Situaciones de descuido emocional, trato humillante y amenazante y malos tratos físicos.
Un trato distante y descuido emocional por parte del personal a cargo de la atención directa hacia las niñas, niños y adolescentes en más de la mitad de los centros (58%, siete).
Tratos humillantes y amenazantes, por parte del personal en casi en la mitad de los centros (42%, cinco).
La utilización inapropiada de medidas de contención (psico-emocionales, farmacológicas y/o mecánicas). En algunos centros se constató que estas medidas eran utilizadas como forma de castigo.
Casi dos tercios de las niñas, niños y adolescentes del sistema de protección de INAU (63%, 3.335 niños) viven en un centro y no en un contexto familiar (ya sea de familia propia o ajena). De quienes residen en un centro, el 10 % se encuentra en un centro de salud mental (316 niñas, niños y adolescentes).
Más de un tercio de los niños, niñas y adolescentes (34,7 %) que residen en un centro de salud mental pasó anteriormente por cuatro o más centros del sistema de protección especial.
1 de cada 10 niñas y niños menores de 12 años ha permanecido más de 3 años en un centro de salud mental.
1 de cada 5 adolescentes ha permanecido más de 3 años en un centro de salud mental, cuando la normativa indica que no se debería superar los 18 meses.
El 40 % de las niñas, niños y adolescentes que residen en clínicas de atención para episodios agudos permanecen allí aunque poseen el alta médica.
Principales conclusiones de la investigación
Hoy en día las estrategias de atención a estas niñas, niños y adolescentes se centran en prácticas donde prevalece el encierro por períodos prolongados, lo que se oponen a las intenciones y esfuerzos realizados en dirección al abordaje comunitario y la desinstitucionalización. La lógica del encierro y el exceso de control habilita prácticas violentas y el uso de medidas de castigo.
Cuando la situación de encierro involucra a niñas, niños y adolescentes privados del cuidado familiar, con padecimiento psíquico y/o discapacidad, se agravan los riesgos de sufrir abuso, violencias y malos tratos. Garantizar la protección de sus derechos es el objetivo del monitoreo externo e independiente.
Resulta crucial comenzar a abordar la salud mental desde una perspectiva de derechos que incluya apoyos y tratamientos con un perfil socioeducativo y no solo centrado en el enfoque biomédico. Las vulneraciones en los derechos de las niñas, niños y adolescentes detectadas en el informe ponen en evidencia esta necesidad.
Tanto desde la visión de los actores entrevistados, como del monitoreo de los centros de salud mental para niñas, niños y adolescentes se desprende como principal desafío la consolidación de un sistema de protección a las infancias y adolescencias que integre una mirada sobre la salud mental.
Enfoque y metodología
El trabajo que presenta el MNP combina el monitoreo, la investigación y la incidencia en políticas públicas con una metodología de derechos humanos. Hacia el final del documento se propone una agenda tentativa de trabajo asociada a los desafíos planteados a los organismos públicos responsables de la política. Este trabajo busca ser una herramienta para prevenir estas situaciones e incidir en su erradicación.
La investigación se desarrolló entre setiembre de 2019 y diciembre de 2020 y consistió en la realización de visitas sin previo aviso a las clínicas de salud mental que tienen convenio con INAU para observar los lugares, entrevistar al personal y a niños, niñas y adolescentes de los centros; además de la revisión documental, observación y registro fotográfico.
A su vez, se realizó un análisis de la normativa vigente a nivel nacional e internacional, se procesaron datos estadísticos y se relevó la visión de los actores involucrados en el diseño, puesta en práctica y monitoreo de la política de salud mental e infancia.
Las clínicas de salud mental que tienen convenio con INAU visitadas sin previo aviso fueron: diez (10) centros de atención integral en salud mental para niños, niñas, adolescentes y adultos con trastornos mentales compensados, lo que representa el 83 % del universo; dos (2) centros de atención a episodios agudos: lo que representa el 100 % del universo.
Durante estas visitas se entrevistó al 43 % de las niñas, niños y adolescentes (153 personas) que residen en los 12 centros monitoreados. De igual forma, se mantuvieron entrevistas con 82 integrantes de los equipos de dirección y equipos técnicos; así como entrevistas con personal de atención directa y de servicio correspondientes a los diferentes turnos.
La fuente utilizada para los datos cuantitativos se basó en la información enviada por el Sistema de Información sobre Primera Infancia, Infancia y Adolescencia (datos a enero del 2020, MIDES-INAU), e información publicada por el Sistema de Información para la Infancia (diciembre del 2019) y Censo INAU – UNICEF (diciembre del 2019 – febrero del 2020).
Durante el 2021, el equipo del MNP ha realizado presentaciones preliminares con organismos del gobierno involucrados y organizaciones de la sociedad civil.
INFORME COMPLETO
Fuente: INDDHH