Se presentó estudio sobre la riqueza en Uruguay

Por Bruno Giometti (*)

El pasado miércoles 12 de mayo, fue presentado el libro “Los de Arriba. Estudios sobre la riqueza en Uruguay”, en una actividad llevada adelante por medios virtuales. El mencionado estudio surge de una iniciativa de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM).

La apertura estuvo a cargo de Gustavo González, Secretario General de FUCVAM. En referencia al libro, el dirigente destacó que se trata de un material necesario “en tiempos de desideologización generalizada” y que el mismo es “valiente” porque “se atreve a desnudar a la burguesía nacional” y lo hace en forma científica. Seguidamente destacó que combina “alto nivel académico y fácil comprensión”, lo que posibilitará que sea una herramienta para los militantes sociales.

A continuación, hizo uso de la palabra Fernando Zerboni, en representación de la Escuela Nacional de Formación de FUCVAM (ENForma). Comenzó destacando la importancia del libro para “conocer la realidad” y con ello librar de mejor manera las luchas por la vivienda, pero también por la educación, por la salud, por el salario, etc. Criticó “las fantasías que se construyen desde los medios masivos de comunicación” sobre cómo se distribuye y también cómo se genera la riqueza, mientras que este libro aporta una mirada objetiva y rigurosa sobre dicho asunto.

La exposición central estuvo a cargo del Magíster en Historia Económica Juan Geymonat, coordinador del libro. En primer término, destacó que es un “esfuerzo colectivo” con artículos de varios autores, los que desde distintas disciplinas buscan abordar “un objeto oscuro de la realidad” que es la riqueza concentrada y aquellos sujetos que la detentan.

El primer artículo, del economista Mauricio De Rosa, se centra en analizar el 1% más rico de la población. Según Geymonat, allí se ilustran los niveles de desigualdad existentes en nuestro país en contraposición a lo que “la sociedad uruguaya piensa de sí misma, muchas veces como que somos todos clase media” y donde en realidad el 1% más rico tiene ingresos que equivalen a los ingresos del 50% más pobre tomado en forma conjunta. Las principales fuentes de ingreso de ese 1% son “las rentas de capital y las rentas en general” lo que se diferencia del 99% restante donde los ingresos provienen de salarios, jubilaciones y pensiones. Esto demuestra la necesidad de llevar adelante un análisis de clase: “la desigualdad se produce en torno a una clase de propietarios y sobre todo de grandes propietarios” porque “la propiedad de los medios de producción está muy mal distribuida” y es la que sustenta estos mayores ingresos.

Seguidamente, haciendo referencia al artículo del economista Jorge Notaro en el libro, Geymonat afirma que las rentas de capital constituyen entre un tercio y un cuarto del PBI uruguayo. Estos ingresos “superan los de todos los asalariados de la economía juntos”. Dentro de los dueños del capital, se señala que el mismo está muy mal distribuido también. 200 empresas concentran el 25% de la economía uruguaya, la mitad de ellas extranjeras, de un total de 170.000 empresas registradas en el país.

El artículo del ingeniero agrónomo Gabriel Oyhantcabal se centra en su artículo en el análisis de los terratenientes y la apropiación de renta agraria. Haciendo referencia al mismo, el coordinador del libro señaló que la “renta agraria entre 2000 y 2020 representó alrededor de un 40% del PBI agropecuario” lo cual es “muchísimo más que los ingresos percibidos por la producción familiar” en conjunto y también por los asalariados rurales. Esa renta agraria también está mal distribuida, dado que “40 grandes empresas del agro concentran la misma cantidad de tierra que los 19.185 productores familiares que existen” en el país.

Seguidamente, Geymonat se refirió al gran capital nacional y en particular a cómo la herencia tiene un rol fundamental en la reproducción de este sector. Para ello resulta clave el trabajo de la economista Evelyn Lasarga en uno de los capítulos del libro. Como descubrimientos resultantes de la investigación, se destaca que “el 83% de los negocios que se heredan, los hereda el 1% de la población” y que “la tenencia de riqueza está más determinada por el hecho de nacer en un hogar heredero que por el clima educativo o inversión en educación que exista en ese hogar”.

Posteriormente, como otro elemento respecto a los grandes capitales nacionales y que surge del contenido del libro, es que los mismos “no están concentrados en una empresa sino que tienden a formar grupos económicos”. Un grupo económico es un conjunto de empresas independientes, con razones sociales distintas, pero que están controladas por el mismo empresario o familia. La conformación de grupos económicos surge de la necesidad del capital de integrarse y de diversificar riesgos.

En la exposición, siguiendo la estructura del libro, Geymonat pasó del análisis estrictamente económico de los grandes capitales, a cómo sus propietarios se vinculan socialmente entre sí y con otros actores conformando una elite muy poderosa, con una mirada ideológica compartida sobre la realidad, la cual es muy potente por la incidencia que tienen estos sectores sobre la opinión pública. Además, citando el artículo de Miguel Serna, afirmó que “las grandes familias empresariales tienen una vinculación con la política más fluida que la que tienen otros grupos sociales”. Los sectores empresariales están sobre representados en los Poderes Ejecutivo y Legislativo, en comparación a su peso cuantitativo en la sociedad.

Finalmente, siguiendo con el análisis de las formas de socialización de los sectores económicos más poderosos, Geymonat se refirió al fenómeno de los barrios privados, desarrollado en el último capítulo del libro, elaborado por Marcelo Pérez y Juan Pedro Ravela. Sobre este fenómeno sabemos “bastante poco” y este es un aporte para conocer un poco más. Como dato saliente, se destaca que los 90 barrios privados existentes en el Uruguay “ocupan más espacio” que todos los asentamientos irregulares del país juntos, lo que habla de la desigualdad en cuanto a la distribución de los espacios para habitar.

Desde EL POPULAR recomendamos enfáticamente la lectura, estudio y debate en colectivo de los contenidos de este libro. Es un aporte fundamental para profundizar en el conocimiento de la realidad social, aspecto necesario si queremos avanzar en su transformación, en favor de los intereses de las grandes mayorías.

(*) Economista del Instituto Cuesta-Duarte y de “Valor!!”.

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