De acuerdo al Servicio de Inteligencia ruso (SVR) a partir del descontento estadounidense por la situación en Georgia desde Estados Unidos «están organizando una revolución de colores (…) antes de las elecciones parlamentarias del 26 de octubre».
En comunicado emitido por la agencia rusa y de acuerdo a la información de Sputnik, “el Gobierno estadounidense teme que el partido Sueño Georgiano logre una victoria contundente”, permitiendo con ello que el país lleve adelante “una política soberana” que permita “negarse a cumplir las exigencias de Occidente” que sean “lesivas para los intereses nacionales del país caucasiano”.
«Para la Casa Blanca es inaceptable este panorama”, subraya el comunicado que agrega que “los estadounidenses, en las semanas que quedan para las elecciones, se proponen aumentar la presión a las autoridades georgianas para debilitar las posiciones de Sueño Georgiano». Según reveló el SVR, “Estados Unidos planea usar sus herramientas clásicas, en concreto sanciones personales contra el liderazgo del partido Sueño Georgiano, sus familias, así como contra los donantes de la formación política”, involucrando para ello “a las ONG proestadounidenses que operan en Georgia”.
Dichas organizaciones se encargarían de “registrar supuestas irregularidades» con el objetivo de acusar al “partido Sueño Georgiano de falsificación de los comicios, invalidar la votación y exigir un cambio de Gobierno”.
Según los planes estadounidenses, alertó el SVR, los manifestantes tomarán las calles y provocarán a las fuerzas de seguridad a emplear la fuerza”, en correspondencia con ello, los estadounidenses ya tienen planificada “con anticipación su respuesta política y económica implacable al supuesto uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes pacíficos».
