Este lunes, llegó a su fin el conflicto en UPM2, cuando la asamblea de trabajadores aprobó el acuerdo alcanzado entre las partes, y por tanto, se retomará la operativa en toda obra de construcción de la planta en Pueblo Centenario.
Según explicó el secretario general del SUNCA, Daniel Diverio, el acuerdo contempla el reintegro de dos trabajadores despedidos y la separación del cargo al mando medio denunciado por acosar a una mujer trabajadora. «Quedó claro que mientras existan trabajadores organizados, no habrá lugar para mandos medios acosadores de mujeres».
Diverio informó que si la investigación del Ministerio de Trabajo (MTSS) da como resultado que el mando medio es responsable de acoso laboral, no se le permitirá más ingresar al lugar de trabajo. En caso que el resultado sea diferente, se conformará una comisión de seguimiento que trabajará desde el 5 de agosto para analizar los distintos caminos posibles a seguir.
El secretario general del sindicato de la construcción valoró muy positivamente el respaldo de las y los trabajadores uruguayos y extranjeros a la medida de paro que desplegó el SUNCA durante el conflicto. «Las medidas sindicales que adoptamos no las pudieron impedir ni las amenazas de aplicación de la LUC con las que nos estuvieron empujando, ni el intento de las cámaras empresariales de convocar trabajadores de afuera para romper las medidas de lucha de los trabajadores. También debemos valorar estas cosas porque durante las dos semanas en las que las obras estuvieron totalmente paralizadas no hubo ningún incidente que le diera la razón a quienes pretendían incidir en contra de nuestra lucha».
En relación al caso de la trabajadora que realizó la denuncia de acoso, el SUNCA resolvió acompañar la denuncia correspondiente, hacerse cargo de los costos del proceso, y por último, acompañar el caso mediante el seguimiento de la investigación y la protección de los trabajadores que saldrán de testigos ante la comisión del MTSS.
Por otra parte, el SUNCA ultima detalles para la convocatoria al Paro Nacional del próximo 15 de julio que tendrá como eje central el empleo en el marco de la Rendición de Cuentas, así como también la defensa de los puestos de trabajo y el salario. Cabe recordar que el sindicato viene dando una fuerte batalla señalando que la automatización de los peajes genera la pérdida de más de 200 puestos de trabajo y que dicha acción que promueve el gobierno «no garantiza mejor servicio». También el paro tendrá como eje reivindicativo el rechazo a la posible privatización o cierre de la Planta Paysandú de cementos portland ANCAP, la grave situación que afronta la fabricación de cerámica roja en Uruguay, así como también la realidad que acucia a los trabajadores de las vías férreas.
El paro del 15 será con movilización de toda el área metropolitana en una concentración y caravana que se desarrollará en Montevideo desde el Obelisco hacia la Torre Ejecutiva y luego hasta el Parlamento.
«Patoteros»
Consultado sobre las declaraciones de la senadora Graciela Bianchi en las que acusó al SUNCA de haber logrado 60 mil firmas apelando al miedo ya que según la legisladora oficialista, el sindicato «tiene un método bastante patoteril para llevar adelante su planteamientos y reivindicaciones», Diverio dijo al Portal de la central sindical que «lo tomamos como de quién viene». El secretario general del SUNCA opinó que «la senadora destila odio de clase» que solo es comparable al de «algunos dinosaurios de otras épocas» oscuras del país.
En cuanto al intento de descalificación de la legisladora del gobierno hacia la labor del sindicato, Diverio refutó los dichos de Bianchi recordándole el rol solidario del SUNCA hacia los sectores más vulnerables. «Tal vez para la senadora somos patoteriles porque las brigadas Agustín Pedroza dan una mano desinteresada todos los fines de semana a quienes lo necesitan, tal vez fuimos patoteriles por ir a dar una mano a las víctimas del tornado Dolores, o a las familias de Tres Islas cuando fuimos a reparar los daños de la turbonada en Cerro Largo o cuando vamos a dar lo mejor de nosotros para asistir a los desplazados por las inundaciones; tal vez somos patoteriles porque sostenemos ollas populares con alimentos y tal vez somos patoteriles por sostener con canastas solidarias de alimentos a los compañeros que se quedaron sin trabajo. La realidad es que los trabajadores organizados tenemos una forma de militar que, para algunos podrá ser cuestionable, pero para la inmensa mayoría de la población, lo que hacemos es solidaridad pura y dura», concluyó.
Fuente PIT-CNT