Según informó el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza tras 89 días de iniciada la agresión sionista contra Gaza han sido asesinados 22.313 civiles palestinos y 57.296 resultaron heridos.
A estas cifras hay que sumarle unos 7.000 desaparecidos.
De acuerdo al informe diario sobre la situación en Gaza de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), “el 70 por ciento de las víctimas son mujeres y niños”.
Muchos de los desaparecidos, detalla el reporte se estima que están “enterrados bajo los escombros” producto de los sucesivos y mortales bombardeos a los que es sometido el territorio.
Según informes del organismo a Naciones Unidas y entidades humanitarias que trabajan en cooperación con OCHA, desde hacía tres días no se podía suministrar ayuda humanitaria vital y urgente al norte de Gaza, fundamentalmente por las denegaciones de acceso por parte de las fuerzas ocupantes.
La falta de dicha ayuda, consigna Prensa Latina “incluye medicamentos de carácter vital para más de 100.000 palestinos (…) así como ocho camiones de alimentos para personas que actualmente se enfrentan a una inseguridad alimentaria catastrófica y potencialmente mortal».
Además del número de muertes, heridos y desaparecidos, la agencia de Naciones Unidas informó que el ejército israelí ha destruido unas 65 mil viviendas, dañando, además a unas 290 mil en la Franja de Gaza desde el inicio de su agresión.
La información emerge del último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) donde se subraya que “más de 500 mil palestinos no podrán regresar a sus hogares una vez terminado el conflicto”.
Para el organismo no solo existe en el territorio una “grave crisis humanitaria”, sino que “cerca de 2,2 millones de habitantes necesitan asistencia alimentaria urgente cada día, aunque en promedio, la asistencia diaria en la última semana de diciembre llegó solo al ocho por ciento”.