Se fue de viaje un gran, gran compañero, Valentín González.
Un militante fiel a sus sindicatos (estuvo vinculado con varios, en particular a la Federación Ancap). Militante de la
Onajpu del Frente Amplio y por supuesto de su partido, el Partido Comunista.
Padre de familia ejemplar con su compañera de vida (Celeste) y que juntos debieron superar acontecimientos tristísimos (la pérdida de dos hijos). A pesar de ello, regalaba optimismo, entusiasmaba su fortaleza de espíritu, sus ganas de contribuir como fuera para que tengamos una sociedad mejor. Por ello y sus profundas convicciones
militó incansablemente, incluso ya muy enfermo.
En esta última etapa contribuyendo para alcanzar las 800.000 firmas que permitirán llevar a referéndum a la LUC.
Mostrando una vez más la condición de seres humanos solidarios comprometidos en el logro de las transformaciones por una sociedad más justa, solidaria y fraterna. Una flor roja y un hasta siempre para Valentín.