URUGUAY/MONTEVIDEO/ Seminario Geopolitica y democracia en América Latina. Organizado por el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. AEBU, Montevideo, 27/10/2016. En la foto, en uso de la palabra Oscar Andrade, del SUNCA. Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS

“Una regresión de derechos importante”

Andrade y las modificaciones a la Negociación Colectiva: “Todo lo que haya conquistado la trabajadora cajera de un supermercado hoy, lo va a tener que reconquistar para el próximo convenio colectivo”.

Con los votos de la coalición de derecha se aprobó en el Senado el proyecto de ley que modifica la ley 18.566, del 11 de setiembre de 2009, conocida como ley de Negociación Colectiva, en varios artículos, pero el principal es el referido a la “ultraactividad” de los beneficios alcanzados por las y los trabajadores que ahora caerán cuando venza el convenio colectivo.

El Frente Amplio votó en contra de las modificaciones, que, además, se introducen antes de la convocatoria de la ronda de Consejos de Salarios, la más grande de este período de gobierno, con más de 100 mesas de negociación.

Como ya ha informado EL POPULAR este proyecto es, según argumenta el gobierno, en respuesta a la denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentada por las Cámaras de Comercio y de Industria, que generó una recomendación del organismo internacional que “invita al gobierno a que discuta con los interlocutores sociales la modificación de la legislación a los efectos de encontrar una solución aceptable para ambas partes”. Este proyecto de ley, por el contrario, es rechazado por los trabajadores y contempla a una sola parte, las cámaras empresariales.

Andrade: Va contra la tradición de relaciones laborales desde 1943

El senador de la 1001 y el Frente Amplio, Oscar Andrade, realizó una fundamentada exposición rechazando el proyecto de ley. EL POPULAR reproduce un amplio resumen de esta.

“Estamos ante un texto que constituye un retroceso, una regresión de derechos importante de derechos para las y los trabajadores en el Uruguay, y lo que lo hace todavía más grave es que esta regresión se da en vísperas a que se instale una ronda de negociación salarial en la que cientos de miles de uruguayas y uruguayos van a participar.

La solución que se trae contradice de manera flagrante los planteos de la OIT. En lo que es el corazón de las modificaciones, la eliminación del artículo 17 de la Ley de Negociación Colectiva. La OIT nos dice textualmente: “la duración de los convenios colectivos es una materia, que, en primer término, corresponde a las partes concernidas, si el gobierno considera una intervención sobre este tema la modificación legislativa debe reflejar acuerdo tripartito. En estas condiciones, teniendo en cuenta que las organizaciones querellantes han expresado su desacuerdo, el Comité invita al gobierno a que discuta con los interlocutores sociales la modificación de la legislación a los efectos de encontrar una solución aceptable para ambas partes”. Esto no es lo que estamos tratando hoy.

(…) No estamos laudando ningún acuerdo, es obvio que los trabajadores están en contra de la eliminación de un artículo 17, que uno lo lee, y básicamente está orientado a lo que dice la OIT. El artículo 17 dice: “La vigencia de los convenios será establecida por las partes de común acuerdo”. Y eso es lo que estamos eliminando hoy. El artículo 17 dice, además: quienes también podrán determinar su prórroga expresa o tácita y el procedimiento de denuncia. El convenio colectivo cuyo término estuviese vencido, mantendrá la plena vigencia de todas sus cláusulas hasta que un nuevo acuerdo lo sustituya, salvo que las partes hubiesen acordado lo contrario”. Justamente lo que estamos eliminando es lo que la OIT recomienda, que sean las partes quienes determinen los beneficios de la negociación colectiva.

El problema de esto es que genera una condición de deterioro y de incertidumbre tremenda. La Industria de la Construcción por convenio colectivo tiene un Fondo Social, venció el convenio de la industria en marzo, ¿con la ley que estamos votando hoy el empresario que decida no aportar al Fondo Social este mes puede hacerlo? Si puede hacerlo. Eso es lo que estamos votando hoy, habilitando legalmente a que terminaron, junto con la vigencia del convenio colectivo, los contenidos negociados en el convenio colectivo. (…)

Sobre esto hay mucha historia, la Ley de Consejos de Salario tiene como antecedente la 9.635, del año 1937, que establecía que los laudos eran para todo el sector, como antecedente para la industria, que después se toma como referencia en la Ley 10.449, que los generalizó. ¿Cuál fue la práctica de los Consejos de Salario primero y de la Negociación Colectiva después? Que fue aceptada pacíficamente, salvo en la dictadura, primer antecedente regresivo del tipo de relaciones laborales en el Uruguay, y en la década del 90. Los dos momentos donde se interrumpe el proceso de negociación colectiva. La práctica fue que cuando las partes llegaban a un trabajoso acuerdo de una partida por antigüedad, de una partida por nocturnidad, de categorías, de guardería, de formación profesional, de protocolos contra el acoso, esos acuerdos eran permanentes, a nadie nunca se le ocurrió, de los sectores empresariales y de trabajadores, que han demostrado voluntad de sostener negociación colectiva, que un acuerdo alcanzado se evaporaba el día que culminaba el convenio colectivo.

Ahora, a estas dos Cámaras si (Cámara de Industria y Cámara de Comercio). Uno las escucha, tengo la versión taquigráfica, y se santiguan, dicen: Somos defensores de la negociación colectiva, lo que queremos es mejorar las normas que la regulan. Y la crítica principal que hacen y reclaman, es la que no está en estas modificaciones, es la no participación del Estado en nada.

No lo digo yo, lo dijo Mailhos en la Comisión: Nuestra queja ante la OIT va a ir hasta que el Estado salga de cualquier participación en la negociación colectiva y nos dejen negociar libre y alegremente, como el venado en la pradera.

Hay historias recientes de que cuando el Estado hizo eso, y dejó de convocar a las instancias de negociación colectiva, el resultado que existió en el sector del Comercio y en la Industria, las dos cámaras empresariales que hoy profesan fe ciega en la negociación colectiva, es que la pulverizaron. Esto no es relato, es dato. Es traer arriba de la mesa los convenios firmados del 90 al 2005 en la Industria o en el Comercio: inexistencia plena de negociación colectiva, a lo que le podemos agregar prácticas antisindicales durísimas. Había que formar sindicato de manera cuasi clandestina.

Cuando cambió el gobierno en el 2005, se volvieron a convocar a los Consejos de Salario y se puso en discusión la Ley de Negociación Colectiva, estos sectores, que no la toleraron nunca, pueden hacer discursos acerca de una relación madura, yo eso se lo puedo llevar a un sector empresarial que mantuvo la negociación colectiva, a la salud privada, a la construcción, al transporte, hay sectores empresariales que pueden sostener eso, ahora estos dos sectores fueron a denunciar al Uruguay ante la OIT. Insólito, en un país donde se mejoró la formalización, el empleo, se multiplicó la formalización del trabajo doméstico, se introdujeron normas en materia de salud y seguridad. (…) Por ejemplo, un salario mínimo, a fines de los 90, después de una década de desregulación, era la mitad, en términos reales, en 1999 de lo que era en 1990. 

¿Cuál es el objetivo de estos sectores? Primero no tener ninguna contraparte con la cual negociar. Ese es el objetivo. En todo caso ahora se logra para ese objetivo, en contra de lo que recomendó la OIT, poner en una incertidumbre plena a los trabajadores al momento que termina la negociación colectiva.

Los que tienen negociado una partida por ropa, por antigüedad, por ley hoy estamos definiendo que se evapora cuando cae el convenio. (…) La mayoría de la doctrina laboral establece la progresividad de los derechos laborales. Ampliamente va en la dirección de que no se puede retroceder. 

La Cámara de Industria y la de Comercio, nos denunciaron ante la OIT y tuvieron el apoyo de la Asociación Internacional de Empleadores. (…) Colocaron una correlación de fuerzas en la OIT de hostigamiento al país, para presionar en el retroceso de un esquema de relaciones laborales que no solamente es importante para la mejor distribución de la riqueza que socialmente se genera. Es indiscutible, puedo traer ejemplos de sectores de actividad con densa negociación colectiva, con rica negociación colectiva, y el resultado que vas a tener en salario, formalización, es uno, y en sectores con escaza negociación colectiva, con débil representación sindical, en general es donde están las peores condiciones de trabajo, las más precarias. Puedo hacer el listado de dónde es más común la evasión de aportes, el no respeto a las condiciones de salud y seguridad, dónde es más común el no pago del salario en fecha. Se va a encontrar que los gruesos problemas, estos trabajadores que murieron ahora enterrados en un tambo, la semana anterior en un pozo en Soriano, se dan en lugares donde no tienen representación sindical para hacer cumplir lo más mínimo.

El problema está en qué tipos de relaciones laborales tenemos para qué proyecto de país. La Cámara de Comercio y la Cámara de Industria entienden que la disponibilidad arbitraria y la poda salarial es el camino, y tener el salario como una variable de ajuste y un costo.

Y lo que habilita esta norma es que todo lo que haya conquistado la trabajadora cajera de un supermercado hoy, lo va a tener que reconquistar para el próximo convenio colectivo. (…) Contradiciendo no a los gobiernos del Frente Amplio, esto fue aceptado pacíficamente por las partes desde 1943 hasta la dictadura, no hubo, desde 1943 hasta la dictadura, que renegociar los beneficios del convenio anterior en un nuevo convenio. (…)

¿El Uruguay precisa relaciones laborales de otro tipo? Si, claro. ¿Ahora, esas relaciones laborales de otro tipo se logran teniendo certeza plena la parte empresarial e incertidumbre plena los trabajadores? ¿Qué cada cosa que discutan y en un momento histórico negocien se evapore? ¿Ese es el mensaje que estamos queriendo dar? ¿En qué lugar del mundo funciona así? Porque parece que el Uruguay fuera el único país donde existe la ultraactividad. El doctor Barreto Ghione presentó en la UDELAR un informe de legislación comparada y uno encuentra que los países más desarrollados mantienen la progresividad de los derechos, claro, los países no desarrollados no tienen ni siquiera negociación colectiva, menos tienen convenios que defender. Es lo que pasa en un mundo que tiene 160 millones de niños que trabajan, muchos en condiciones muy precarias y 1.400 millones de personas con trabajos precarios. 

Uruguay por el tamaño que tiene, tiene que apostar a la competitividad al alta. ¿La competitividad al alta se logra con relaciones laborales que pendan de un hilo? ¿O se logra pensando que el conocimiento está desparramado en toda la sociedad, una parte la tiene la academia, otra parte la tiene el empresario, otra parte el trabajador y tenes que construir ámbitos de negociación colectiva que permitan madurar procesos de acuerdo de largo plazo? Acá lo que estamos haciendo es cambiar una historia de negociación colectiva. Porque esto va a generar la tentación: Si soy más competitivo desconociendo beneficios de convenios anteriores, licito la obra sin esos beneficios, si me apara la ley. (…)

¿Los protocolos contra el acoso que se han acordado en los convenios colectivos, mueren cuando se termina el convenio? Es un sin sentido. ¿Las Comisiones para promover el ingreso de personas con discapacidad desaparecen cuando termina el convenio? ¿Empezar a negociar todo de cero?

Esto lo que va a generar es un cambio en la cultura de las relaciones laborales (…). Si yo fuera hoy dirigente sindical mi estrategia tendría que ser: tengo que venir a pedir que me voten como ley cada uno de los beneficios de un convenio colectivo. Claramente generás un componente de mayor tensión, que a veces pasa, a mí me tocó redactar el Fondo de Cesantía que vive y lucha y es una herramienta muy potente.

No es lo mejor que no sean las partes, que son las que más entienden de un sector, las que vayan procesando las normas que regulan su relación y que tengan que venir acá. Lo que vamos a generar es que todos tengan que venir a golpear acá y que digan: Yo tenía este beneficio, no quiero perderlo cada vez que tenga que negociar o tener que empinar desde cero la colina. Y a mí me consta que los senadores acá no están queriendo que la cajera del supermercado pierda su presentismo, pero le estamos dando el cheque en blanco para que las empresas se paren en la negociación colectiva diciendo: No lo tenés más porque terminó junto con el convenio. 

Y repito, la norma que estamos eliminando permitía a las partes fijar beneficios que son por un solo convenio, a mí me ha tocado negociar y firmar beneficios por un solo convenio. (…) Pero cuando negocias cosas estructurales es insólito que establezcamos el criterio que desaparecen los derechos cuando desaparece el convenio colectivo. Contrariando componentes que están laudados de manera general como la progresividad de los derechos laborales.

(…) La queja de estas dos cámaras va a seguir porque lo anunciaron, no lo digo yo. La queja va a seguir porque su objetivo en relaciones laborales es volver a los 90. Y bajo el argumento de decir, déjenme negociar libremente, terminan negociando el día del arquero, porque es lo que pasó. Cuando pueden pasar por arriba y generar disponibilidad arbitraria, esa lógica sigue siendo muy importante, no de todo el empresariado, pero si, de una parte, que resiste porque no tolera el hecho de que ya a la doméstica no la arregla más con un pan dulce y una sidra berreta si no que tiene que estar en caja, pagar el aguinaldo. Algunas normas laborales, bienvenidas, han generado este tipo de reacción.

Mantengo coherencia con mi posición con el texto que se envió en octubre o noviembre de 2019, la misma, no me dolieron prendas, que no es igual, sobre este tema de ultraactividad tiene diferencias. Es un error, la presión de la OIT, de levantar la queja.

Sobre este aspecto puntual hay que honrar una tradición de quienes, efectivamente, defienden un país con relaciones laborales maduras. En Uruguay han existido empresarios y trabajadores que han estado muy lejos de pararse en la lógica de que cuando termina un convenio colectivo se terminaron todos tus beneficios. 

(…) Lo que plantea la OIT es una solución aceptable para ambas partes y acá lo que estamos haciendo es concederle a una de las partes el reclamo de eliminar un criterio, que no es un criterio de los gobiernos frenteamplistas, es el criterio de la negociación colectiva de 1943 para acá. Es nuestra tradición de relaciones laborales. (…)

Ahora lo que estamos generando es que se empiece de cero todo, colocando, sin darnos cuenta, supongo, una tensión en las futuras rondas de negociación colectiva, durísima. Porque dentro de cada cámara empresarial habrá el que quiera negociar mucho, pero también el que diga: Aprovechemos esta oportunidad que nos da el Parlamento para arrancar de cero todo y saquémonos de arriba todos los costos por beneficios.

En vez de contribuir a honrar la mejor tradición de las relaciones laborales, podemos generar un endurecimiento, que en general no es bueno para el país, pero para que el que es menos bueno es para el trabajador, y especialmente para el trabajador de menor calificación, para el que está peor.

Tantas veces se reclama reglas de juego claras, y yo entiendo, un país pequeño las debe tener, reglas de juego para la inversión. (…)

Yo quiero ver con esto que reglas de juego claras tiene el que va a invertir mañana acá. ¿Qué sabe que le va a tocar mañana si la negociación colectiva cae toda y de repente arrancás de cero y tendrás componentes nuevos? Generamos una lógica extraordinariamente riesgosa para el país. 

No es cualquier cosa lo que estamos discutiendo con respecto a la modificación de las relaciones laborales en el Uruguay. No es hija de un acuerdo. No atiende el reclamo de la OIT. Y viene de la mano de dos de las cámaras que han sido abanderadas en combatir el avance en relaciones laborales en el país en la última década y media. 

Creo que se comete un enorme error en tratar este tema en este momento y sin los acuerdos sociales necesarios”.

Foto de portada:

El senador de la 1001-FA, Oscar Andrade. Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS.

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