Por Rony Corbo
Tres de los cinco barcos iraníes que se dirigen a Venezuela ingresaron esta semana a puertos bolivarianos. Se trata del Fortune, el Forest y el Petunia (faltan arribar el Faxon y Clavel) que, como los medios internacionales informaron, llevan gasolina a Venezuela.
Pero mucho más importante que la gasolina, también traen consigo los aditivos, repuestos y equipamientos que permitirán poner en marcha nuevamente la refinación de petróleo en Venezuela. La República Bolivariana necesita gasolina para mantener el país funcionando, pero debido a que su circuito refinador está operando a menos de 10 por ciento de su capacidad, es fundamental volver a lograr un mayor volumen de refinación de petróleo. Como consecuencia de que gran parte de su petróleo es pesado, los aditivos para lograr su refinamiento son de vital importancia y hasta ahora esos insumos no estaban en Venezuela y no se les permitía adquirirlos en el mercado internacional.
Desde el establecimiento del bloqueo económico estadounidense a la Venezuela Bolivariana hasta la fecha se han multiplicado las sanciones sobre la industria petrolera venezolana, en particular sobre PDVSA. El embargo de CITGO (filial de PDVSA en Estados Unidos) -por donde la firma operaba para el mercado norteamericano con su red de estaciones de servicio y enviaba gasolina para el territorio venezolano- intenta ser una jugada de “jaque mate” del embargo imperialista.
Más cuando se concreta la salida de la petrolera rusa Rosneft, por presión de los Estados Unidos. Ahí le cortan a Venezuela la entrada total de los productos necesarios para procesar su petróleo. Es lo que las cadenas internacionales “omiten” de informar cuando un día y otro nos relatan la incapacidad del gobierno bolivariano de hacer funcionar la industria petrolera venezolana, que por tabla implica que el “socialismo” es incapaz de desarrollar la capacidad productiva de las naciones y con ello la imposibilidad de bienestar de los pueblos que optan por esa forma económica y social.
Bloquean para demostrar eso y porque no le perdonan a Chávez la nacionalización de este importante sector de la economía bolivariana, y no le perdonan al gobierno constitucional de Venezuela que siga rigiéndose por la línea trazada por él, de que es posible la autodeterminación e independencia de nuestras naciones.
Los países que pelean por su autodeterminación son enfrenados a muerte por los gobiernos que representan la transnacionalización de la economía y las empresas globales que se adueñan de los rubros de más ganancia de la economía mundial. Es el caso precisamente de Irán y Venezuela, jaqueados por el imperialismo en representación de dichas trasnacionales que controlan el mundo, en relación dialéctica por cierto.
Cooperación Irán – Venezuela
Hace un mes aproximadamente, aviones iraníes de la aerolínea Mahàn llegaron a Venezuela, con técnicos petroleros iraníes, para ver que hacía falta para poner operativos los pozos petroleros venezolanos. Los barcos iraníes que están llegando a Venezuela son los encargados de traer dichos insumos. En otras palabras son una derrota al bloqueo de EEUU en la propia “base material” de la producción.
La alianza entre la República Bolivariana de Venezuela e Irán, -otra economía bloqueada por Estados Unidos- viene de la época de Hugo Chávez, quien era amigo cercano del entonces presidente iraní Mahmoud Ahmedinejad. Durante ese periodo se sentaron las bases de una fuerte cooperación y de un accionar conjunto en la OPEP.
La asistencia energética de Irán a Venezuela es un desafío al imperialismo norteamericano que intentará derrotarla, y la confirmación práctica que es posible luchar contra su hegemonía y romper los bloqueos impuestos.
Cuando el gobierno de Donald Trump anunció la posibilidad de interceptar los barcos iraníes que se dirigían a Venezuela, la respuesta iraní no se hizo esperar. Los iraníes anunciaron que harían lo propio con los barcos norteamericanos en el estrecho de Ormuz, por donde pasa el grueso del petróleo desde oriente medio a los Estados Unidos. Un conflicto militar en el Golfo Pérsico con un bloqueo de Irán dejaría no solo a los EEUU sin combustible, sino a Europa, Japón, China y Asia Oriental
El presidente iraní, Hassan Rouhani,, había advertido anteriormente sobre las medidas de represalia contra Estados Unidos si Washington causa problemas a los petroleros que transportan combustible iraní a Venezuela.
«Si nuestros petroleros en el Caribe o en cualquier parte del mundo enfrentan problemas causados por los estadounidenses, ellos también estarán en problemas», dijo Rouhani en una conversación telefónica con el emir de Qatar, según reporte de la agencia de noticias Mehr.
«Irán nunca iniciará un conflicto», dijo Rouhani. «Siempre tenemos el derecho legítimo de defender nuestra soberanía e integridad territorial y de servir a nuestros intereses nacionales, y esperamos que los estadounidenses no cometan un error» señaló.
El tablero internacional
El embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, Samuel Moncada, envió al secretario general del organismo, António Guterres, una carta para alertar sobre la «amenaza de uso inminente de la fuerza militar por parte de EEUU» contra los 5 barcos iraníes, calificándolo de «acto de guerra establecido en el Derecho Internacional».
Por su parte, desde Irán, el ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, le escribió una carta al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtiendo de que “cualquier medida estadounidense contra el envío debía ser considerada un acto de «piratería» y tendría repercusiones”.
Este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU, Dmitry Polyansky, embajador adjunto de Rusia, dijo que esperaba que EEUU se diera cuenta del «riesgo de incidentes» al desplegar elementos de su fuerza naval «en un área donde petroleros iraníes trabajan en una actividad legal cerca de Venezuela».
Posteriormente Estados Unidos al discutir una resolución de este tema en el Consejo de Seguridad permanente de las Naciones Unidas (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) donde se ve obligado a ejercer su derecho al veto de una posible resolución. Esto significa la minoría de la diplomacia norteamericana en ese órgano. Esto es que carecería de apoyo alguno por parte de la ONU para con la OTAN –Colombia es miembro- para parar la llegada de buques iraníes a Venezuela.
Recordemos que el Congreso de los Estados Unidos aprobó una Ley Anti Guerra contra Irán, y cualquier acción bélica o agresiva por parte de EEUU contra los buques iraníes, no estaría avalada por el Parlamento de ese país, lo que dejaría servida en bandeja a los demócratas la posibilidad de un impeachment a Donald Trump en un año electoral.
En síntesis, aquí está en juego la conformación del poder en un mundo pos pandemia, en la que su principal caracterización es la finalización de la unipolaridad que surgió después de la guerra fría y que culmina ahora con China y Rusia conformando una multipolaridad mundial que reacomoda el mapa político internacional. Por cierto no son los únicos jugadores.
Foto Telesur