¿Vuelve el terrorismo contra las embajadas cubanas?

Por Rolando Arbesún

La cancillería cubana ha denunciado el asedio a su representación diplomática en Estados Unidos, de acuerdo a Prensa Latina (PL), la denuncia fue publicada en la cuenta oficial en Twitter de la Cancillería.

La publicación de Relaciones Exteriores “hizo alusión a los carteles colocados en el perímetro de su sede diplomática en Washington DC, muchos de los cuales contienen mensajes de odio”, consigna PL quien destaca que muchas de estos mensajes de odio e incitación a la violencia, se observan en “las fotos compartidas en la red social”.

En el mensaje, Cancillería recuerda que se trata de la misma sede diplomática en territorio norteamericano que fuera víctima en abril de 2020 de un atentado, una acción terrorista sobre la que, “el Gobierno estadounidense no emitió ningún comunicado de condena”.

La comunicación de Cancillería alerta y denuncia sobre los asedios que sufren otras representaciones diplomáticas cubanas, “como es el caso de la Embajada de Cuba en Panamá, frente a la cual se congregó un grupo de personas que gritaron ofensas contra la Revolución cubana y parecían tener intenciones violentas”.

Luego del ataque con cócteles molotov a la embajada cubana en Francia, el gobierno de dicho país condenó los hechos y aseguró “que ha abierto una investigación para determinar las responsabilidades”, aunque hasta el momento no se han producido detenciones.

«Francia condena el ataque contra la Embajada de Cuba en París en la noche del lunes al martes», afirmó un portavoz del Ministerio de Exteriores francés, de acuerdo a un breve comunicado publicado a través de su página web.

En el comunicado de la Cancillería francesa, se afirma que «se han adoptado medidas para reforzar el dispositivo de seguridad en los alrededores de la Embajada».

Tanto el Canciller cubano, Bruno Rodríguez, como el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, han responsabilizado a los Estados Unidos por estas acciones, ya que dicho gobierno no solo alienta con discursos de odio y violencia a los mismos, sino que, mediante su inacción sobre los responsables les asegura la más absoluta impunidad.

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