50 años del FA

Por Alvaro Guigou (*)

Nuestra fuerza política esta cumpliendo su primer medio siglo de vida, decimos esto porque el 5 de febrero de 1971 se firmo su acta fundacional y desde allí comenzó una etapa en la vida política del país.
Podemos aseverar que la construcción unitaria de la izquierda tiene más de medio siglo de vida. Hubo una experiencia acumulada que fue generando las condiciones necesarias para la unidad de nuestro pueblo. El proceso de unificación sindical sería el preámbulo de un nuevo paradigma social y político en Uruguay. La capacidad de trabajar sobre las coincidencias dejando los disensos a un costado y como elemento central de discusión política que enriqueciera aun los caminos en la búsqueda de consensos. La complementariedad que nos ofrece esa conjunción de coalición y movimiento ha sido, es y será clave para el desarrollo político y organizativo de la sociedad. Partidos, sectores, agrupaciones con diversidad ideológica y conceptual, con una sólida organización territorial y funcional unidos por un pensamiento filosófico que busca la justicia social, la pública felicidad de nuestro pueblo cobijándonos en el ideario artiguista con la bandera de Otorgués como insignia.
El Frente Amplio es una fuerza política con definición progresista, democrática, popular, anti oligárquica, anti imperialista y anti patriarcal. Ubicada en la izquierda y centro izquierda del espectro político. Fue fundado el 5 de febrero de 1971 como fruto de la coalición de varios partidos políticos, la convocatoria de ciudadanos independientes (provenían de distintos espectros de la sociedad y de expresiones progresistas de los partidos tradicionales) y la creación de un movimiento político.
Su fundación sintetizó un proceso de unidad en el pueblo uruguayo que se jalona con el Congreso del Pueblo, la unidad sindical con la conformación de una central única de trabajadores —CNT— llegando a la unidad política con la fundación del Frente Amplio, que se define como coalición y movimiento, incluyendo al conjunto de los sectores políticos que lo componen —partidos, movimientos y agrupaciones— junto a toda la red de militantes nucleados en comités de base (territoriales y funcionales) y departamentales.
Paysandú una vez más fue heroico y el proceso fundacional del FA tuvo momentos que quedaron grabados a fuego en la memoria de quienes fueron protagonistas, de chapas, paredes, fotos, papeles que testimonian los inicios, el recorrido histórico, alegrías y tristezas que han forjado la unidad de la izquierda en una construcción permanente de un proyecto departamental y nacional.
La memoria se transmite de generación en generación, la experiencia de resistir y luchar se acumula, los desafíos se asumen con la convicción de decir y hacer, de haber caminado para vivir el presente y construir con esperanza la mañana siguiente.
El momento histórico nos convoca a seguir transitando un proceso de discusión sereno que debe encontrar la franca y absoluta autocrítica individual de asumir cada quien su grado de responsabilidad que nos llevó al sacudón electoral vivido que no es otra cosa que la síntesis política de un proceso de acumulación que por distintas variables se vio debilitado en los últimos años.
Tenemos el enorme desafío de encontrar una perspectiva de esperanza que nos transforme en la real alternativa de cambio nacional y departamental para nuestro pueblo. Para ello es imperioso recomponernos, reorganizarnos, logrando desarrollar un entramado social y político que garantice una nueva etapa en el proceso de acumulación de una izquierda sin exclusiones.
Por delante tenemos un año de celebración de nuestro 50 aniversario, su punto de partida es el 5 de febrero y su punto de cierre un gran acto de masas que dependerá de las condiciones sanitarias pero que jugará un rol fundamental movilizador de nuestra fuerza política. Un amanecer frenteamplista que pinte de rojo, azul y blanco cada rincón del territorio nacional y departamental, testimoniar la experiencia de los momentos de gestación, el recorrido histórico y la mirada desde el presente para apropiarse de la herramienta. La cultura transversalisando cada acción a desarrollar y el simbolismo de la gestualidad y las acciones en la generación de hechos políticos. Todo ello tiene como objetivo revitalizar la mística frenteamplista que está allí ávida de ser estimulada. Un contagio de solidaridad y la recolección de voluntades dispuestas a luchar son el factor movilizador del conmemorar los 50 años de la firma del acta fundacional. En nuestro departamento le hemos dado la característica testimonial de 50 años-50 testimonios, rescatando una fecha que debe ser emblema para la construcción de un nuevo horizonte departamental hacia 2025. El 9 de mayo se realizo el primer acto de masas en la heroica, se recuerda como una movilización de masas jamás vista en Paysandú, la emoción fue tal que perdimos al compañero Zanoniani por su sensibilidad emocional ante semejante conquista.
El hoy nos encuentra confrontando desde el proponer un conjunto de iniciativas que ponen el centro en la gente y sus urgencias como punto partida que muestre un modelo alternativo desde una sólida base social y política de los cambios generando el debate de ideas con la convicción del hacer y el decir.
Hoy más que nunca retumba el “no te rindas” del compañero Tabaré Vázquez, hoy compañeros y compañeras frenteamplistas comenzamos a transitar el segundo medio siglo “festejen, festejen”.

(*) Presidente de la Departamental de Paysandú

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