A poco menos de un mes del inicio del XXXIII Congreso del Partido Comunista de Uruguay (PCU), EL POPULAR entrevistó al secretario nacional de organización, Guillermo Reherman, quién dio cuenta del proceso de discusión, los principales elementos del debate y los objetivos políticos que se buscan concretar en la síntesis congresal.
-¿Cómo se desarrolla, hasta ahora, el proceso de cara al próximo Congreso del PCU?
El Congreso es un proceso que empezó hace aproximadamente dos meses con los documentos y la discusión en los organismos, particularmente los organismos de base del Partido que son las agrupaciones. Concluye en una síntesis con la participación de los delegados a nivel nacional en el Congreso que se llevará adelante el 12, 13 y 14 de diciembre en el Club Atenas.
El viernes 12 de diciembre es la apertura, una instancia abierta, de carácter público, donde va a estar el informe del Secretario General del Partido y sábado y domingo vamos a empezar a trabajar en comisiones y obviamente en el plenario del propio Congreso.
El Congreso se viene desarrollando muy bien, con reunión de agrupaciones a nivel nacional. Contamos con las Conferencias que se vienen realizando en un total de 20 departamentales, porque tenemos una departamental también que funciona en Argentina. El fin de semana pasado se reunieron tres departamentales, las Conferencias salieron muy bien, con un muy buen nivel de discusión. El fin de semana anterior se llevaron adelante seis conferencias departamentales que se desarrollaron con normalidad, con muy buen nivel de discusión y aportes de los compañeros hacia los materiales base de discusión en el Congreso. Nos quedan once conferencias a realizarse, va a ser intenso el fin de semana.
Nosotros tenemos un material base de discusión para el Congreso, sobre ese material discutimos, se realizan procesos de balance, crítica y autocrítica y se aporta en concreto.
También, en el proceso de Congreso, se elige un nuevo Comité Central, que es la dirección nacional de nuestra organización que dirige el Partido entre Congreso y Congreso. Estamos en ese proceso de discutir los candidatos y las candidatas que efectivamente mejor representen a nivel nacional todo el Partido. También elegimos los organismos de control que son la Comisión de Control que se dedica a todo los temas de control disciplinario y político del Partido, y también elegimos lo que se llama la Comisión Revisora de Cuentas, que es la que controla todos los aspectos de carácter económico y financiero. Estas dos comisiones, que tienen el mismo estatus que el Comité Central, tienen la función de un control permanente en el funcionamiento de nuestra organización en concreto.
En particular, en este Congreso, una de las iniciativas que tomó el Comité Central saliente, es iniciar un proceso que creemos muy necesario, trabajar para aprobar en este Congreso, unos lineamientos estratégicos que nos permitan, a partir del año que viene, encabezado por la nueva dirección del Comité Central, la elaboración de un Plan Estratégico a largo plazo del Partido y también este punto se está procesando en las distintas discusiones en los organismos del Partido y obviamente realizando aportes de carácter general.
– Da la impresión que es un proceso muy participativo ¿está estimada la cantidad de personas se movilizan en torno a esta discusión que converge en el Congreso?
Aproximadamente, según lo que venimos contabilizando, están participando en la discusión en el entorno de tres mil comunistas en los distintos organismos de participación, que no son todos los afiliados, estamos dando una batalla importante, son fechas complicadas a fin de año, pero en el proceso de Congreso ha ido aumentando la participación, la reunión de agrupaciones y la gente que se va integrando en la discusión de los documentos. A veces se hace directamente en la propia reunión de agrupación, porque las discusiones son en asambleas de los organismos, pero también a muchos compañeros se les llega con los materiales, los leen, a veces hacen aportes aunque tengan dificultades en su participación.
Nosotros estimamos que van a participar en el Congreso, entre delegados titulares y suplentes, en el entorno de los mil aproximadamente, a nivel nacional. Y van a andar en el entorno de 250 y 300 agrupaciones que se van a reunir en este proceso de discusión de los materiales del propio Congreso.
– Es interesante que tantas personas estén discutiendo un documento con elementos importantes, conceptuales, teóricos, de perspectiva, de análisis de coyuntura en un contexto en que un poco de eso falta. Es un aporte importante tener toda esa cantidad de militantes discutiendo y elaborando…
Nosotros organizamos un Congreso en que uno de los elementos principales es que, efectivamente, se reconquista el gobierno nacional por parte del FA, más allá de los niveles de dificultad y contradicciones, fueron cinco años de lucha muy importante para reconquistar el gobierno. Obviamente que estamos en un proceso de discusión para impulsar todo el desarrollo de lo que es el Programa del FA y obviamente en medio del conjunto de las contradicciones que significa la pelea con la derecha en nuestro país y en particular en las condiciones que dejaron el país después de cinco años de estar gobernando. Eso está todo como parte de la discusión del propio Congreso.
También discutimos el plano internacional, es decir, en qué contexto internacional se desarrolla nuestro Congreso, cuáles son las perspectivas para nuestro país y los países latinoamericanos para los próximos años, en la necesidad del desarrollo y en la resolución de las necesidades de nuestro pueblo, esto que hablábamos, el camino hacia la pública felicidad, en términos generales. También hacemos un análisis crítico del propio gobierno del FA, del cual obviamente somos parte integrante, pero la discusión siempre está en un sentido de cómo podemos avanzar, en mayor medida, en los próximos años y hay un capítulo muy importante que se le dedica a la construcción y la autoconstrucción de la propia organización partidaria que también ocupa un trabajo muy importante en la discusión del Congreso.
En la necesidad de desarrollar un partido de cuadros y de masas, de mayor incidencia a nivel nacional, en el desarrollo democrático de toda nuestra organización y obviamente con una perspectiva estratégica del desarrollo para los próximos años de nuestra organización.
También comentarles que simultáneamente al desarrollo del Congreso del Partido, se está desarrollando el congreso de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), que se va a realizar el 21, 22 y 23 de noviembre. Varios de sus integrantes también integran el Partido y participan en el proceso de discusión. La UJC va a elegir, tiene un proceso similar de discusión al nuestro, una nueva dirección y hay un número importante, en el entorno de los 65 jóvenes comunistas, que pasan a integrar las filas del Partido como elemento de promoción, compañeros y compañeras muy valiosos, con muchos años de militancia en la UJC y obviamente que nos llena siempre de orgullo, el cómo el Partido se va nutriendo de una UJC que cada vez tiene mayores niveles de desarrollo a nivel nacional.
– Este Congreso se hace en el marco de los 70 años del XVl Congreso, se vincula con la intención de elaborar ese Plan Estratégico durante el año que viene a partir de los lineamientos que se generen ahora y se suma a esto los 50 años de la «Operación Morgan». Esta Juventud que tiene esta promoción de varios jóvenes camaradas que pasan al Partido también se inscribe en estos hitos que se analizan y recuerdan en este presente.
Sí, a nosotros nos parece muy importante el recordatorio de los 70 años del XVI Congreso. El elemento central, a modo de síntesis, es que nuestro Partido en esos años elabora lo que nosotros llamamos «la teoría de la revolución uruguaya». ¿Qué quiere decir esto? El camino que en Uruguay, entendemos los comunistas, no como una cuestión ya prefijada de antemano, sino en grandes líneas estratégicas, el camino que el Uruguay recorrería para construir la «pública felicidad», que para nosotros se llama comunismo y socialismo.
En ese camino, ese Congreso definió tres grandes líneas de acción que son la más importante como resumen; nos planteamos la unidad de la clase obrera, en la década del 50’ estaba dividida en varias centrales y lo logramos, no solo los comunistas, sino también el campo popular y particularmente los trabajadores en el proceso de la unidad que se concreta en la CNT en el año 66’; trabajamos para que la izquierda tuviera una expresión única para romper el bipartidismo en el Uruguay y lo logramos, con instancias intermedias, pero particularmente a partir del 71′ con la creación del Frente Amplio y también, en ese Congreso, se definió la necesidad de construir un gran Partido Comunista que, al lenguaje de los comunistas, lo planteamos como un problema «cardinal» de la revolución uruguaya.
Esas tres grandes líneas de carácter estratégico que llevaron años, en algún caso décadas, en construirse, nos inspira, nos da fuerza en el sentido de pensar en un futuro plan estratégico donde, efectivamente, podamos definir grandes líneas de desarrollo para el desarrollo del Uruguay en los próximos años.
Obviamente que esto se mezcla también con el tema de la «Operación Morgan» ocurrido en los años de la dictadura cuyo objetivo principal era hacer desaparecer al PCU por 50 años y se aplicó todo tipo de represión en esos años con tal de liquidar al PCU; no solamente como forma de organización sino también en un sentido político, ideológico, psicológico, etc. Porque efectivamente el fascismo reconocía en el PCU a su principal enemigo.
Estos dos elementos van a formar parte también de la propia discusión del Congreso. Y obviamente sobre el intento de hacer desaparecer al Partido, nosotros nos encontramos en condiciones de un proceso de crecimiento importante, de la organización tanto en los aspectos organizativos como políticos y obviamente en un gran desarrollo de la UJC que es, tal vez, la mejor respuesta que le podemos dar los intentos de liquidar nuestra organización.
– Nos han preguntado si los documentos del Congreso que estamos discutiendo los y las comunistas son privados o son públicos o cómo se llega a esos materiales. Compañeros militantes que quieren saber qué estamos discutiendo los comunistas ¿cómo maneja la discusión el Partido en cuanto a lo abierta o no que es?
En términos generales son públicos en el sentido de que son de discusión interna pero también en muchos lugares nosotros lo compartimos con gente amiga del Partido para poder discutirlos con ellos. En algún caso (los compartimos) con grupos de economistas, aceptando una crítica que se le pueda hacer a nuestros materiales, sobre eso no tenemos ningún inconveniente. Obviamente que los materiales son para la discusión interna del Partido. En muchos organismos de Partido se invita, puede ser en Comité de Base, a veces se puede compartir con compañeros vinculados al área social y sindical.
A veces los tiempos del propio Congreso y el trabajo interno de reunión de agrupaciones y la discusión interna no nos da espacio o tiempo para poder discutir o planificar de mejor manera una discusión hacia afuera, con nuestro pueblo, de los materiales. Pero los materiales son públicos y efectivamente nosotros somos muy receptivos en escuchar opiniones y la crítica que se nos pueda realizar o los aportes que se puedan hacer al propio material elaborado por el Partido.
– ¿Cómo observas la discusión y recepción en el interior del país?
La discusión ha sido muy buena en el interior, las conferencias se vienen realizando con participación variada. A veces hay buena participación en las agrupaciones y a veces no se logra la misma participación en las conferencias departamentales, que los únicos días que se pueden hacer son los fines de semana, eso genera un poco de distorsión en algunos compañeras o compañeros en general pero vienen siendo muy buenas las discusiones, en un sentido muy positivo, de mucho aporte a los materiales, de crítica, porque para eso se trata los materiales, para que se puedan procesar las críticas y obviamente que esas críticas son distintas porque cada uno ve el material desde el lugar donde vive, desde su propia realidad departamental. No es lo mismo tampoco la capital de las ciudades, que el interior un poco más profundo.
Pero lo rico de la discusión es efectivamente los distintos tipos de aportes y la capacidad del propio Congreso de poder hacer una síntesis que generalice a nivel nacional la discusión de los documentos atendiendo, obviamente, la particularidad que tenemos en cada uno de los lugares.
Para aclarar, en el proceso de las conferencias departamentales también se renuevan las direcciones departamentales, siempre las direcciones son una suerte de continuidad y renovación. Se mantienen un conjunto de compañeros y siempre se está renovando con compañeros y compañeras nuevas las direcciones departamentales. Ese proceso democrático también se viene haciendo con total naturalidad, fortaleciendo mucho las direcciones departamentales.
Nuestros congresos se realizan cada tres años, por lo tanto estamos eligiendo direcciones que van a cumplir la función de direcciones departamentales para los próximos tres años y esto se viene haciendo con total normalidad, con procesos muy positivos, poniendo mucha cabeza en tratar que los mejores compañeros y compañeras ocupen las responsabilidades en cada uno de los lugares, atendiendo que puedan cumplir con esas responsabilidades durante los próximos años. Hay un proceso de mucha maduración a la hora de la elección de las direcciones departamentales.
– Mencionas que había tres elementos fundamentales en la teoría de la revolución uruguaya definida en el XVI Congreso: la unidad de los trabajadores, del FA y un gran PCU. ¿Por qué es importante un «gran partido comunista» en el marco de la teoría de la revolución uruguaya?
Primero nosotros estamos en una etapa en la que, después de la caída de la Unión Soviética y el campo socialista, las ideas socialistas pasaron a un segundo lugar. Si uno ve la realidad del planeta que tenemos, efectivamente, un planeta lleno de guerras, para solucionar los problemas de la gente, el hambre, la guerra, sin dudas, la necesidad del socialismo y de encontrar salidas que superen el capitalismo actual siguen siendo tan vigentes como siempre.
Por lo tanto nosotros seguimos reivindicando que la salida para la humanidad, para la «pública felicidad», se llama socialismo. En particular nosotros asignamos, en nuestra teoría de la revolución uruguaya, un papel efectivamente como clase revolucionaria a la clase obrera o a la clase trabajadora, que encabeza un proceso de altas transformaciones en nuestro país y en ese sentido nosotros nos sentimos, lo hemos demostrado y tenemos la experiencia práctica, el partido de la clase obrera y por lo tanto nos sentimos su vanguardia política e ideológica en términos generales. Y eso siempre entendiendo, con las enseñanzas de Lenin, que la vanguardia no se declara sino que la vanguardia es un problema de carácter práctico, se gana en la lucha cotidiana, en la lucha de todos los días y en el reconocimiento de los demás del papel dirigente que cumple, en este caso, nuestra organización.
En ese sentido nosotros nos sentimos representantes de la clase obrera y la clase obrera tiene un papel a desempeñar y en ese papel su Partido cumple un papel fundamental en el proceso revolucionario. Eso sin desmedro del resto de las organizaciones que surgen y el resto de los partidos políticos y de todos los partidos y movimientos hermanos del FA. Nosotros nos asignamos un papel a destacar que es efectivamente la vanguardia de la clase y por lo tanto la necesidad de desarrollar un partido que tenga determinadas características, nosotros le llamamos, utilizando nuestras enseñanzas, un Partido de carácter leninista, se necesita un gran Partido para poder conducir el conjunto del movimiento. Por eso nosotros nos planteamos que el Partido pasa a ser un elemento principal o «cardinal» a la hora de poder resolver los problemas del avance en un proceso democrático avanzado en el Uruguay.
Le asignamos el papel a la clase obrera como fundamental, obviamente la clase obrera con el conjunto de sus aliados, hablamos del resto de los trabajadores, las capas medias, los estudiantes, la intelectualidad, los pequeños productores, etc, pero la clase juega un papel central de conducción en ese proceso, porque es la que está, efectivamente, más interesada en los cambios profundos que el Uruguay necesita.
Por lo tanto la necesidad del desarrollo de nuestro Partido, que nosotros lo concebimos como un partido de cuadros y de masas, de miles y miles de afiliados y en ese mismo proceso de la experiencia militante, de la elevación política e ideológica, la formación de cuadros muy importantes que sean capaces de dirigir la propia organización en ese sentido. Por lo tanto nuestra concepción es sin dudas, de masas y de cuadros, no de diferencia entre unas personas y otras, sino de niveles de desarrollo político ideológico que se genera normalmente en el proceso de la lucha de clase.
Por lo tanto, para nosotros el desarrollo de un gran PCU es, efectivamente, un problema «cardinal» y obviamente es uno de los motivos de discusión del propio Congreso de cómo eso se desarrolla, se potencia y esto alejado de cualquier elemento de sectarismo o de sustitución de otro tipo de organizaciones. Está específicamente referido a una necesidad propia de desarrollo de nuestra organización.






















