Trabajadores de la empresa Claldy de Young inician huelga de hambre frente a la Torre Ejecutiva reclamando ámbitos de negociación ante despidos “antisindicales”. La carpa instalada en la Plaza Independencia el miércoles fue rodeada por varios sindicatos, en particular la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) y cuenta con el apoyo del PIT-CNT.
Mauricio Fernandez, uno de los huelguistas dijo a El Popular que previo a tomar esta medida que entienden como “extrema” agotaron todas las vías posibles de negociación. “Estuvimos 116 días en Young en donde tomamos diferentes tipos de medidas que no dieron resultado, tratamos de tener negociaciones internas con las empresa, tratamos de allanar los caminos, no se pudo y bueno, entre mates y conversaciones entre todos los compañeros vimos que no encontrábamos un camino a través del diálogo y tomamos la decisión de hacer una huelga de hambre pero instalada acá en Montevideo”.
El 8 de agosto fueron despedidos 32 trabajadores, todos ellos sindicalizados, por Whatsapp. Algunos de ellos estaban en su día de descanso pero otros se encontraban en la empresa y les dieron diez minutos para salir de la fábrica, informó Fernandez, “como si fuésemos delincuentes”. También denunció que mientras se daban negociaciones en Montevideo, en la fábrica se instaló un portón eléctrico y se contrató un servicio 222 “cuando jamás en la historia de Claldy hubo un acto de violencia de parte de los trabajadores hacia la empresa”.

Por su parte Enrique Méndez, dirigente de la FTIL denunció que la empresa pasó por sobre el artículo 57 de la Constitución de la República y de la ley 17940, al despedir a los trabajadores por ser dirigentes sindicales o afiliados al sindicato y recordó que la empresa “recibió fondos para una reconversión, en una ley que dice que hay tener especial cuidado con los puestos de trabajo, presentó un proyecto que no decía que iba a despedir trabajadores y despidió trabajadores y los eligió con el dedo para despedir y desarmar y romper la herramienta sindica”.
Si bien la medida no fue resuelta por la Federación sino por los propios trabajadores despedidos cuenta con el respaldo sindical e informó que los trabajadores “pasaron a ser parte de una lista negra de trabajadores que generó la empresa en Young que cuando se anotan a un llamado no los eligen y que la empresa toma cualquier tipo de acción siempre que sea la única solución el despido. Entonces en ese proceso, por más que ellos le llaman reestructura, no hay forma de entender que lo que está pasando acá no sea la represión sindical”.
A pesar de las intensas negociaciones que incluyeron al ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Cámaras empresariales de la Industria Láctea, la FTIL y el PIT–CNT para evitar que los trabajadores se vieran forzados a tomar una medida que pone en riesgo su salud, Méndez lamentó que a pesar de poner sobre la mesa varias posibilidades evitando ser “intransigentes”, la empresa se negó en todo momento. “Incluso llegaron a hacer planteos que no se pueden ni evaluar como plantear que los trabajadores se fueran “a hacer leña al monte”.
Méndez destacó la solidaridad sindical pero también visibilizó la necesidad de ser solidarios con las familias de los trabajadores que se encuentran en Young. “Esas familias que hoy están sufriendo, al igual que los compañeros, una cara del conflicto que no se suele ver para afuera, porque se habla del puesto sí, el puesto no, pero está el impacto de la salud mental de los trabajadores, el impacto frente a lo que sienten esas familias, a lo que viven, a lo que sufren, en las niñas y niños que son hijos de nuestros compañeros que están esperando que sus padres regresen con el puesto de trabajo que es el que le puede dar el sustento para la casa. Esa es otra pelea que se tiene que dar en paralelo en forma conjunta abrazando a esa familia y donde nuestra Federación también va a estar en ese proceso, acompañando eso, porque lo que tienen que tener ellos acá, en el marco de una huelga de hambre, es la tranquilidad de que lo que sea necesario resolver en la casa tiene que estar resuelto. Para eso también la solidaridad, que de nosotros va a estar pero así lo pedimos al resto del movimiento sindical porque son necesarios alimentos no perecederos, acciones de finanzas para pagar las cuentas de trabajadores que hace meses que están despedidos”.

En la carpa también se hizo presente el diputado de la 1001 y el Frente Amplio Bruno Giometti. Consultado del por qué de su presencia en el lugar, manifestó que estaba allí “principalmente trayendo un abrazo de solidaridad, ponernos a la orden y manifestar que estamos, obviamente a favor de la causa que plantean los compañeros que lo que sostienen es la necesidad de establecer un ámbito de diálogo tripartito que ayude a recuperar los puestos de trabajo que se han perdido. En ese sentido apoyar, ponernos a la orden y manifestarnos preocupados por el tema y con la expectativa de que se generen los ámbitos para que se puedan recuperar las fuentes de trabajo”.























